El histórico Rolex que podría alcanzar los US$ 1,3 millones en una subasta
Fue usado por Mercedes Gleitze en su legendario cruce del Canal de la Mancha en 1927. Resistió más de diez horas bajo el agua y convirtió a Rolex en sinónimo de precisión y resistencia.

En la historia de Rolex, los mitos y las leyendas muchas veces se entrelazan con los hechos y la precisión. Pero la relevancia del Rolex Oyster de Mercedes Gleitze resulta difícil de exagerar. A este modelo se le atribuye haber cambiado para siempre la percepción cultural del reloj de pulsera y haber impulsado a Rolex hasta convertirse en una de las marcas más reconocidas del mundo. También marcó el nacimiento del reloj moderno resistente al agua y, quizás, fue el punto de partida del uso del embajador de marca vinculado a un hecho histórico.

El Rolex Oyster que llevó Mercedes Gleitze saldrá a subasta por primera vez en 25 años, como parte de la venta de Relojes Importantes de Sotheby's, que tendrá lugar el 9 de noviembre en el Hotel Mandarin Oriental de Ginebra. Su valor estimado supera el millón de francos suizos, es decir, US$ 1,3 millones.

La estimación actual indica que el valor de este reloj se multiplicó de forma extraordinaria, con un aumento de aproximadamente 5.500% desde su última subasta en junio de 2000, cuando se vendió por 17.037 libras esterlinas (equivalentes a US$ 22.869 actuales) en Christie's.

Mercedes Gleitze Rolex Oyster, el primer reloj de pulsera práctico y resistente al agua

Un vocero de Sotheby's señaló por correo electrónico que la casa de subastas hizo todo lo posible para verificar la veracidad de la historia que rodea a este reloj histórico.

Sotheby's indicó que el Mercedes Gleitze Rolex Oyster probablemente se fabricó a fines de 1926, antes de que se otorgara la patente de la corona de cuerda a comienzos de 1927. Según la casa de subastas, la tapa trasera lleva la inscripción "patente solicitada". El reloj está hecho en oro amarillo de 9 quilates y es uno de los pocos Rolex Oyster anteriores a la patente que llegaron al mercado.

El Rolex Oyster, que ofrecía por primera vez una solución práctica para proteger un reloj de pulsera del agua, se hizo conocido gracias a la nadadora de resistencia británica Mercedes Gleitze (1900-1981). En su segundo intento por cruzar a nado el Canal de la Mancha, llevado a cabo en octubre de 1927, llevó puesto uno de los primeros modelos fabricados. Esa hazaña quedó registrada como su "travesía a nado de la reivindicación".

El fondo de caja grabado del exclusivo reloj Rolex Oyster de Mercedes Gleitze.

 

Gleitze, secretaria y taquígrafa políglota de profesión, fue una nadadora de resistencia de nivel internacional. Intentó cruzar el Canal de la Mancha en varias ocasiones, desde Francia hacia Inglaterra. Lo consiguió en su octavo intento, el 7 de octubre de 1927, tras nadar durante 15 horas y 15 minutos, y se convirtió en la primera mujer británica en lograrlo. (La estadounidense Gertrude Ederle había sido la primera mujer en cruzar el Canal a nado, el 6 de agosto de 1926.)

Sin embargo, poco después, una persona aseguró haber realizado la travesía en menos tiempo. Aunque más tarde se comprobó que esa afirmación era falsa, el cuestionamiento debilitó la credibilidad de la hazaña de Gleitze. Para despejar dudas, aceptó repetir la travesía: lo que se conoció como el nado de la reivindicación. Ese segundo intento despertó un gran interés mediático.

El 'nado de reivindicación' de Mercedes Gleitze atrae al fundador de Rolex, Hans Wilsdorf

El intento de Mercedes Gleitze también llamó la atención de Hans Wilsdorf, empresario alemán radicado en Londres, cofundador de Rolex junto a su cuñado Alfred Davis. Ambos habían creado la firma Wilsdorf & Davis en 1905.

Según Sotheby's, Wilsdorf estaba "obsesionado" desde principios de la década de 1910 con desarrollar un reloj de pulsera resistente al agua, duradero y práctico, que pudiera reemplazar a los relojes de bolsillo, por entonces los más comunes.

Cuando registraron oficialmente la marca Rolex en 1915, enfocaron sus esfuerzos en la creación de relojes de pulsera con cajas herméticas, coronas de cuerda especiales y mecanismos precisos, pensados para usarse en la muñeca. Aunque en ese momento ya existían modelos con tapas y biseles atornillados, Sotheby's aclaró que no estaban diseñados para un uso cotidiano y portátil.

Entre 1922 y 1925, la sociedad adquirió una serie de patentes vinculadas a nuevos sistemas de caja y corona herméticas. Entre ellas estaban las patentes de los inventores suizos Paul Perregaux y Georges Peret, otorgadas en 1925, para un sistema de corona atornillada. Según Sotheby's, "se mejoró técnicamente añadiendo un mecanismo de embrague junto con una caja completamente sellada".

"En 1926, Rolex combinó todas estas innovaciones en el Rolex Oyster, el primer reloj de pulsera práctico y resistente al agua, con una caja herméticamente sellada y una corona atornillada fácil de usar, para la que solicitó una patente en octubre de ese año", agregó la casa de subastas.

El Rolex Oyster Mercedes Gleitze estuvo bajo el agua durante diez horas

Wilsdorf se puso en contacto con Gleitze para proponerle que usara y promocionara el reloj durante su nado de reivindicación. Ella aceptó y lo llevó colgado al cuello con una cinta, lo que hizo que el reloj permaneciera sumergido durante toda la travesía por el Canal de la Mancha.

Según Sotheby's, el contrato entre Gleitze y Rolex fue gestionado por el recién creado ST Garland Advertising Service, una agencia que varias décadas después se fusionó con Saatchi & Saatchi.

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La travesía a nado de reivindicación, realizada el 21 de octubre, se convirtió en un evento de relevancia nacional. Periodistas a bordo de embarcaciones acompañaron a Gleitze durante todo el cruce. Amigos y familiares también la siguieron en una flotilla. Incluso un grupo de músicos, desde una de las embarcaciones, tocó para ayudarla a mantenerse alerta y despierta. Todos fueron testigos de su esfuerzo. El Daily Mail alquiló un avión para tomar fotografías aéreas, que publicó en su portada al día siguiente.

Ese día, las condiciones en el Canal de la Mancha empeoraron y el agua estaba más fría de lo habitual para una prueba de ese nivel. Esa situación podría haber llevado a Gleitze a abandonar el intento tras 10 horas y 24 minutos, cuando, según los registros, se encontraba a unos 13 kilómetros de su destino en Dover, Inglaterra. Sin embargo, su desempeño bajo esas condiciones extremas fue considerado prueba suficiente para ratificar su récord original.

El reloj Rolex Oyster es un compañero fiable y preciso para medir el tiempo

Lo que sí resistió las duras condiciones del Canal aquel día fue el Rolex Oyster. El 25 de octubre de 1927, Mercedes Gleitze escribió a mano una declaración que funcionó como una auténtica aprobación del reloj:

"Te gustará saber que el reloj Rolex Oyster que llevé en mi travesía por el Canal demostró ser un compañero fiable y preciso para medir el tiempo, incluso tras estar completamente sumergido durante 10 horas y 24 minutos en agua de mar a una temperatura que no superó los 58 °C y, a menudo, incluso a 51 °C. Esto sin mencionar las constantes sacudidas que debió recibir. Ni siquiera el repentino cambio de temperatura en la cabina del barco al salir del agua pareció afectar la regularidad de su movimiento. El periodista se quedó asombrado y yo, por supuesto, estoy encantado con él".

Muchos, entre ellos Sotheby's, consideran que Gleitze fue la primera atleta cuyos logros deportivos se usaron para comprobar la calidad técnica de un producto. Su travesía sirvió para demostrar que las afirmaciones de Rolex sobre el rendimiento del reloj sumergido y sometido a condiciones adversas eran ciertas.

"Rolex se refirió oficialmente al papel de Gleitze como testigo dentro de la campaña promocional del Oyster que desplegaron poco después del 'Vindication Swim', reforzando así su papel activo en las pruebas exhaustivas de las capacidades técnicas de su Oyster", afirmó Sotheby's.

La campaña de Rolex incluyó un anuncio de página completa en el Daily Mail el 24 de noviembre de 1927, donde se destacaba que el Rolex Oyster "mantenía la hora a pesar de estar sumergido en agua durante más de diez horas".

Sam Hines, presidente global del área de Relojes en Sotheby's, sostuvo que el nado de reivindicación marcó un antes y un después para la marca. "Desde ese momento, Rolex se unió a las actividades de aventureros, atletas y profesionales que operan en los entornos más exigentes del planeta", declaró Hines. "La travesía del Canal de la Mancha por parte de Gleitze, hace casi un siglo, sentó las bases de lo que se convertiría en un legado de relojes-herramienta diseñados para el rendimiento en el mundo real. El Oyster fue fundamental en la transición de los relojes de bolsillo a los de pulsera, y Mercedes Gleitze desempeñó un papel fundamental en esta transición", precisó.

Después de su travesía, Gleitze siguió usando únicamente su reloj Oyster original, a pesar de los intentos de Rolex por ofrecerle otros modelos. Según Sotheby's, ella insistió en que la marca conservara su Oyster "compañero".

 

*Con información de Forbes US.