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El boom de los jets privados para moverse durante el Mundial: precios, rutas y reservas

Doug Gollan

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Mientras los vuelos comerciales se encarecen y la logística se complica, miles de hinchas y empresas ya apuestan por la aviación privada para recorrer Norteamérica durante el torneo. Qué hay que saber antes de alquilar un avión.

17 Diciembre de 2025 09.58

En la Copa del Mundo de Qatar 2022 la distancia entre las sedes más alejadas era de unos 120 kilómetros; en Rusia, en 2018, un ejecutivo de la empresa de alquiler de aviones privados Air Charter Service contó que organizó más de 350 vuelos chárter para hinchas y equipos. En ese caso, los estadios estaban separados por miles de kilómetros y repartidos en distintas regiones del país. 

Pero con la edición 2026 atravesando tres países y grandes distancias entre ciudades, la demanda por vuelos chárter volverá a ser una alternativa más que recomendada.

Copa del Mundo trofeo
 

Ahora bien, antes de reservar el viaje soñado, conviene evitar errores que muchos podrían cometer. Por eso, preparamos una guía sobre el alquiler de aviones privados durante el Mundial 2026.

¿Qué está pasando hasta ahora?

Aunque los grupos y las sedes de los partidos se anunciaron recién la semana pasada, la organización de la Copa del Mundo 2026 ya activó desde hace tiempo los planes de las compañías de aviones privados.

Private World, de VistaJet, presentó en junio sus propuestas de hospitalidad exclusivas para sus miembros.

Michael Loff, de PrivateJet.com, una empresa de corretaje, explicó: “Tan pronto como se anunciaron las ubicaciones del equipo, vimos un aumento inmediato en las solicitudes online”.

Justin Firestone, fundador de TLC Jet, explicó que, si bien las reservas para eventos deportivos importantes suelen alcanzar su punto máximo entre dos y seis semanas antes de la fecha, el anuncio de la clasificación para la Copa del Mundo generó una primera ola de pedidos.

Christopher Tasca, presidente de Fly Alliance —uno de los 20 operadores más grandes de EE.UU. en vuelos chárter y fraccionados— contó: “Tenemos muchos miembros y clientes internacionales que nos preguntan”. Hasta ahora, según Tasca, la mayoría de las consultas apuntan a la logística y a la configuración del avión para aprovechar al máximo la capacidad de asientos.

Michael Farley, director ejecutivo de Outlier Jets —un bróker que vende tarjetas de jet y vuelos chárter a pedido— señaló: “Estamos viendo solicitudes tempranas de movimiento de grupos de 20 a 40 pasajeros para los grupos más grandes”.

Greg Raiff, de Elevate Aviation Group, aseguró que la empresa ya percibió un fuerte interés y tiene en carpeta un contrato de flete para un Boeing Business Jet. Estima que la demanda será similar a la que genera el Super Bowl, que suele convocar unos 1.000 jets privados.

Por su parte, Daniel Harris, fundador de Ironbird Partners —una firma de alquiler de barcos— anticipó que una parte importante del volumen de alquileres vendrá de compañías ubicadas en los países de donde son originarios los hinchas y los equipos.

Se espera que los hinchas que lleguen desde regiones lejanas como Europa, Sudamérica y Asia viajen a Norteamérica en aerolíneas comerciales, pero que luego opten por vuelos privados para moverse entre partidos. También se estima que los intermediarios que no suelen gestionar vuelos dentro de EE.UU. podrían terminar asociándose con colegas locales que ya tienen vínculos con operadores de la zona.

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“Este será el Mundial más grande de la historia y los partidos se disputarán en 16 estadios, repartidos en cuatro zonas horarias”, Alex Sadat-Shafai, director comercial de Air Charter Service

Un vocero de Wheels Up contó que la compañía de aviones privados ya está "trabajando en colaboración" con su principal accionista, Delta Air Lines, "para ofrecer una solución de viaje híbrida para los clientes que buscan combinar la aviación comercial y privada para experimentar la Copa del Mundo".

Luis García, de Game Day Private Jets —una plataforma que permite a los hinchas organizarse en grupos online para compartir vuelos chárter y dividir los costos— afirmó: “La demanda es tanto para viajes de varios partidos que duran varios días como para viajes rápidos de un solo partido”.

Y agregó: “Las solicitudes van más allá del simple vuelo; los clientes piden apoyo integral que incluya alojamiento, seguridad personal y transporte terrestre seguro, tanto en Estados Unidos como en México”.

Según García, el interés fue “una mezcla de pedidos corporativos (ejecutivos que entretienen a clientes) así como de familias individuales, algunas de ellas viajeros privados por primera vez”.

Beneficios y logística

Los vuelos en jet privado son un lujo atractivo, aunque costoso, y suelen tener gran demanda durante eventos deportivos masivos como el Derby de Kentucky, el torneo de golf Masters, el Super Bowl o el campeonato de básquet Final Four de la NCAA.

En el caso de la Copa Mundial 2026, las sedes de la Región Oeste incluyen Vancouver, Seattle, el Área de la Bahía de San Francisco y Los Ángeles. En la Región Central se jugarán partidos en Kansas City, Dallas, Houston, Guadalajara y Monterrey, en México. Por su parte, la Región Este tendrá actividad en Atlanta, Boston, Miami, Nueva York/Nueva Jersey, Filadelfia y Toronto.

Alex Sadat-Shafai, director comercial de Air Charter Service, explicó: “Con el torneo ampliado de 32 a 48 equipos, este será el Mundial más grande de la historia, y los partidos se disputarán en 16 estadios, repartidos en cuatro zonas horarias, algunos a más de 5.500 kilómetros de distancia”. Y añadió: “Hay varias parejas de estadios que superan los 3.200 kilómetros, lo que lo convierte en una pesadilla logística, no solo para los equipos, sino también para los aficionados”.

Señala: “En lo que respecta al grupo de Inglaterra, jugarán contra Croacia en el estadio AT&T de Arlington, en las afueras de Dallas, antes de viajar más de 2.900 kilómetros hasta el estadio Gillette, en Boston, para enfrentar a Ghana”.

Los hinchas españoles tendrán que trasladarse entre Atlanta y Guadalajara. Los alemanes viajarán de Houston a Toronto y luego a Nueva Jersey.

El seleccionado de Estados Unidos comenzará en Los Ángeles, donde jugará su primer partido contra Paraguay, después irá a Seattle para enfrentar a Australia y más tarde regresará a Los Ángeles.

Si bien en la mayoría de los casos el calendario permite usar aerolíneas comerciales con tiempo suficiente, los vuelos chárter privados son una opción atractiva para quienes quieren compartir la experiencia con amigos.

Además, estos vuelos operan a través de FBO, el término técnico que se usa en el sector para describir las terminales privadas utilizadas por jets privados. Significa operador de base fija.

Lionel Sclaoni en la presentación del Mundial 2026
Aunque los grupos y las sedes de los partidos se anunciaron recién la semana pasada, la organización de la Copa del Mundo 2026 ya activó desde hace tiempo los planes de las compañías de aviones privados.

Usar la aviación privada permite ahorrar tiempo al evitar la llegada anticipada de una o dos horas antes del vuelo, las filas para despachar el equipaje, el paso por controles de seguridad y la espera en la cinta para retirar las valijas al llegar. En promedio, se gana unas dos horas de viaje en tierra.

Además, los jets privados pueden aterrizar en aeropuertos a los que no acceden las aerolíneas comerciales, lo que permite elegir terminales más convenientes y cercanas al destino final. También se evita hacer escala en aeropuertos muy transitados, donde perder un vuelo puede obligar a separar al grupo si no hay lugares disponibles en los siguientes.

Otra ventaja de alquilar un jet privado es la posibilidad de hacer excursiones durante el torneo. Destinos como el Gran Cañón, Las Vegas o Washington D.C. se perfilan como paradas atractivas. También se espera que eventos como la famosa Estampida de Calgary, a principios de julio, o los festejos por el 250.º aniversario de EE.UU. el 4 de julio en varias ciudades importantes capten el interés de los visitantes que lleguen por la Copa del Mundo.

Los partidos de octavos de final se jugarán entre el 4 y el 7 de julio en Atlanta, Dallas, Houston, Ciudad de México, Nueva Jersey, Filadelfia, Seattle y Vancouver.

Los cuartos de final se disputarán el 9 de julio en Boston, el 10 en Los Ángeles, y el 11 en Kansas City y Miami. Las semifinales están programadas para el 14 de julio en Dallas y el 15 en Atlanta. El partido por el tercer puesto se jugará el 18 de julio en Miami y la final, el 19 de julio, en Nueva Jersey.

Kevin Diemar, de Unity Jets, explicó que cada ciudad cuenta con varios aeropuertos privados, por lo que la elección del más conveniente depende de varios factores: dónde se hospedará el pasajero, cuándo saldrá, a dónde se dirigirá al aterrizar y desde dónde vendrá antes de partir.

Por ejemplo, el Hard Rock Stadium, en Miami Gardens, se encuentra a solo 10 kilómetros al norte del Aeropuerto Ejecutivo de Opa Locka. Sin embargo, la mejor opción puede variar según el lugar donde uno se aloje.

Brickell, con sus hoteles de lujo y restaurantes de moda, queda más cerca del Aeropuerto Internacional de Miami.

En cambio, si el alojamiento está en zonas más al sur, como Coconut Grove o Coral Gables, el Aeropuerto Ejecutivo de Miami puede ser una mejor alternativa y, además, suele tener menos congestión.

Para quienes se alojen en Sunny Isles, tanto el Aeropuerto Internacional de Fort Lauderdale como Opa Locka están a distancias similares. Y si el hospedaje es en Fort Lauderdale, el Aeropuerto Ejecutivo de esa ciudad también aparece como una opción conveniente.

¿Habrá precios exorbitantes?

Los reportes ya muestran que los precios de los hoteles subieron apenas se publicó el calendario del Mundial.

Firestone, de TLC Jet, citó una nota periodística que menciona “un hotel en Ciudad de México que cuesta US$ 157 por noche a fines de mayo aparece a US$ 3.882 en la app de Marriott Bonvoy para el 10 y 11 de junio, fechas cercanas al partido inaugural del torneo... un asombroso aumento del 2.373%”.

También recordó que durante los Juegos Olímpicos de París, las tarifas hoteleras subieron más de 100% respecto al promedio del verano.

Juegos Olímpicos París
 Durante los Juegos Olímpicos de París, las tarifas hoteleras subieron más de 100% respecto al promedio del verano.

Las tarifas especiales que cobran los FBO durante eventos importantes vienen siendo un problema para el sector y afectan directamente a quienes viajan.

Los operadores, corredores y proveedores de vuelos —incluidos los programas de tarjetas fraccionadas y de jets— suelen trasladar a los clientes las tarifas especiales que cobran los FBO durante eventos.

Desde las terminales privadas argumentan que esos costos se deben al traslado de personal y equipo desde otras ubicaciones. Aseguran que las tarifas para megaeventos responden al gasto extra en alojamiento para su personal, alquileres de autos más caros y otros servicios logísticos.

Además, la disponibilidad limitada de espacio en las rampas de las terminales influye en la oferta y la demanda.

Greg Raiff, de Elevate Aviation Group, contó que un FBO llegó a cotizar una tarifa de evento especial de US$ 40.000 para un vuelo chárter con un Boeing Business Jet.

Raiff no quiso identificar ni el aeropuerto ni el operador en cuestión, pero atribuyó estos incrementos a la presencia de capitales privados en el negocio de los FBO. Se lamenta: “El servicio y la puntualidad de las operaciones no parecen mucho mejores”.

García, de Game Day, aseguró: “La mayoría de los FBO con los que hablamos esperan tener los precios totalmente determinados para marzo”.

Loff, de PrivateJet.com, comentó: “Algunos operadores aún dudan en cotizar con tanta antelación; sin embargo, ya pudimos asegurar la disponibilidad con flotas flotantes más grandes para la próxima Copa del Mundo”.

García también estima que los precios de alquiler comenzarán a alcanzar su punto más alto después del Masters, en abril.

Una vocera de Wheels Up indicó que tanto la demanda como el aumento de precios dependerán, en gran parte, del tamaño del avión. Y advirtió: “Se espera que la disponibilidad sea extremadamente limitada para viajes en grupos grandes”.

Por otro lado, el catering —que ya suele ser costoso— también representará un gasto importante. Incluso si los precios no suben, un simple sándwich de pollo a la parrilla puede costar más de US$ 100.

Cómo encontrar el avión chárter adecuado

El tipo de avión a alquilar no depende solo de cuántas personas integran el grupo, sino también del equipaje, la distancia a recorrer y el tipo de experiencia que se desea —y está dispuesto a pagar.

Hasta llegar a lo que se conoce como una cabina de pie, con una altura interior de 1,80 metros, la mayoría de las cabinas de jets privados se sienten similares al interior de una camioneta.

Las cabinas de los aviones livianos suelen tener menos de 1,50 metros de altura. En los modelos medianos, esa medida ronda los 1,50 metros, aunque muchas veces se logra gracias a un piso rebajado entre los asientos, lo que da un poco más de espacio para la cabeza.

Esto puede volver incómodo el uso del baño para personas altas, de contextura grande o con movilidad reducida.

Por eso, es importante avisar al proveedor del vuelo si alguien del grupo tiene necesidades médicas o de movilidad. El equipo de asistencia para subir o bajar del avión suele requerirse con anticipación y, si no está disponible, podría generar demoras o incluso cancelar el vuelo.

Cuando hay mucho equipaje, los jets privados más chicos pueden quedarse sin espacio, por lo que en algunos casos conviene enviarlo por otro medio.

La regla más importante al momento de elegir un avión es no guiarse por las tablas de asientos y alcance que publican muchos fabricantes, operadores y brókers en sus sitios web.

Por ejemplo, un diván de dos plazas en un jet liviano, pegado a la pared de la cabina, puede funcionar bien para personas bajas y delgadas, o para chicos, en vuelos de más de 45 minutos. Pero para pasajeros más altos o de contextura grande, los aviones pequeños suelen ser directamente incómodos.

También hay que tener en cuenta que un jet de cabina grande con 14 asientos puede alcanzar para un vuelo de dos o tres horas, pero quizás resulte limitado si el trayecto es largo.

En algunos modelos, incluso, el conteo de asientos incluye el del inodoro con cinturón de seguridad. Sí, es literal: el asiento cubre el inodoro. Si vas a viajar en un turbohélice o en un avión pequeño, asegurate de que tenga un baño completamente cerrado. Algunos modelos antiguos o muy livianos no cuentan con uno, o solo incluyen una cortina como separación.

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Se espera que los hinchas opten por vuelos privados para moverse entre partidos.

En los sitios web, suele encontrarse una clasificación bastante estándar: turbohélices, jets livianos y jets medianos con capacidad para seis a ocho personas, jets supermedianos para ocho o nueve, y jets de cabina grande con entre 10 y 16 plazas. Las aerolíneas VIP, como Boeing Business Jet, suelen ofrecer hasta 18 asientos disponibles para pasajeros. Si necesitás un avión más grande, los jets regionales de 30 plazas que opera JSX —y que se pueden alquilar— son adecuados para vuelos de unas dos horas.

La autonomía del avión también es un factor clave. Las cifras que aparecen en los sitios web suelen ser poco realistas. En general, se recomienda considerar entre la mitad y dos tercios de lo que anuncian, sobre todo si hay varios pasajeros y mucho equipaje.

La autonomía depende del peso total: la tripulación, las valijas, los pasajeros, mascotas, catering y todo lo que lleve a bordo. Además, aspectos como la longitud de la pista o las condiciones meteorológicas —especialmente durante el verano— también influyen en el alcance real del avión.

Evitar paradas para repostar es clave. Hacer una escala para cargar combustible puede parecer tan simple como entrar a una estación de servicio, pero si hay congestión, la espera puede extenderse. Una parada prevista de 30 minutos podría transformarse en una demora de tres horas. Además, hay que tener en cuenta el tiempo de servicio de la tripulación, que también puede limitar el vuelo. Cada parada extra es una oportunidad para que surja algún inconveniente técnico que genere más demoras y costos adicionales.

En el sector se habla de "recotizaciones" cuando hay que reemplazar un avión por problemas mecánicos. Esto puede duplicar el costo original del vuelo, sobre todo durante los picos de demanda. En la mayoría de los casos, ese gasto recae directamente sobre el cliente, lo que explica la existencia de un mercado de seguros para estos casos.

Hay un seguro específico para fallas mecánicas. Muchos brókers lo ofrecen. Preguntá.

Tené en cuenta que los precios que figuran en los sitios web de operadores y brókers, así como en los comunicados de prensa, suelen corresponder a tarifas por hora que incluyen el regreso del avión a su base, sin pasajeros. Por ejemplo, una tarifa de US$ 5.000 por hora para un avión mediano representa, en realidad, un costo base de US$ 20.000 para un vuelo de dos horas: dos horas con usted y su grupo a bordo, y otras dos horas para el regreso en vacío.

Mientras evalúa qué tipo de avión le conviene entre las distintas categorías disponibles, hay que tener en cuenta que existen más de 100 modelos distintos. A continuación, compartimos algunos consejos útiles para hacer una reserva adecuada.

Wi-Fi

No todos los aviones chárter cuentan con internet, y el tipo de conexión varía según el modelo. Además, salvo que esté expresamente incluido en el contrato, es probable que se cobre como un extra. La calidad del servicio es una de las principales quejas entre los pasajeros de vuelos privados, y cuanto más usuarios se conecten al mismo tiempo, peor será la experiencia. Los cargos por el uso del Wi-Fi pueden superar los miles de dólares, según la cantidad de datos consumidos. Si el piloto no informa previamente que se trata de un servicio adicional, será difícil cuestionar el cobro posterior en la tarjeta de crédito.

Auxiliares de cabina

En general, los auxiliares de vuelo solo están incluidos en jets de cabina grande, aunque no siempre. En algunos casos, hay que pagar una tarifa adicional.

En vuelos chárter en aviones medianos, se puede solicitar un asistente de cabina por un costo extra. En jets más chicos, un auxiliar necesitaría ocupar uno de los asientos, lo que equivale a tener un tripulante en una camioneta. En la mayoría de esos casos, no es necesario.

Catering

Los jets livianos y medianos, en general, ni siquiera cuentan con microondas. El catering en estos casos suele limitarse a platos fríos almacenados en una pequeña cocina, del tamaño de una estantería chica, ubicada cerca de la puerta de entrada principal.

Lo habitual es encontrar un cajón con bebidas sin alcohol, otro con hielo, uno con miniaturas de bebidas alcohólicas y algunos snacks envasados. Este servicio básico suele estar incluido, aunque no siempre está garantizado.

Todo lo que exceda esa propuesta debe pedirse con antelación. Por lo general, hay que encargar el catering al menos uno o dos días antes del vuelo. Muchos pasajeros frecuentes optan por llevar su propia comida, ya sea de una tienda de delicatessen o de un restaurante local, teniendo en cuenta que el espacio refrigerado del avión es limitado.

En jets más grandes, cuando se solicita un servicio más completo, los auxiliares de cabina suelen esmerarse en generar una experiencia memorable. En algunos casos, decoran la cabina con guirnaldas, globos y los colores del equipo para crear un clima festivo.

Transporte terrestre

La mayoría de los agentes y operadores ofrecen asistencia con el alquiler de autos y el traslado terrestre, aunque durante eventos importantes estos servicios pueden escasear, sobre todo en ubicaciones secundarias o aeropuertos más alejados.

Algunas agencias entregan el auto directamente en la terminal privada. Si bien Uber y Lyft son opciones posibles, la seguridad puede ser un factor limitante. Además, muchos de estos conductores no están familiarizados con el funcionamiento de las terminales privadas.

En estos casos, lo más recomendable es dejar que el operador o el agente se ocupe de organizar el traslado. Los buenos prestadores suelen monitorear el transporte terrestre para asegurarse de que esté en la terminal al momento de la llegada.

Una de las ventajas de volar en un jet privado es la flexibilidad para modificar planes con poca anticipación. Si hay demoras por mal clima o congestión en un aeropuerto, es posible redirigir el vuelo hacia otro cercano que no tenga inconvenientes. Que el mismo equipo que modifica el plan de vuelo también gestione el traslado en tierra ayuda a reducir el estrés y permite aprovechar mejor el tiempo.

Día de salida

La mayoría de los contratos de vuelos chárter permiten una tolerancia de hasta una hora para llegar a la terminal, por lo que no es necesario cerrar el embarque con 15 minutos de anticipación, como ocurre con las aerolíneas comerciales. Sin embargo, una vez pasado ese margen, el avión puede partir. En algunos casos, la aeronave debe recoger a otros pasajeros después de dejarte, y las tripulaciones también tienen límites estrictos en sus tiempos de servicio.

Si el avión debe esperarte más allá de ese plazo, podrían aplicarse cargos adicionales de varios miles de dólares.

Pagos en dólares
Si el avión debe esperarte más allá de ese plazo, podrían aplicarse cargos adicionales de varios miles de dólares..

En caso de que pierdas el vuelo, lo más probable es que te cobren el 100% de la tarifa, sin derecho a reembolso ni crédito para otro viaje. Más adelante hablaremos de eso en detalle.

También es tu responsabilidad no llevar equipaje de más. Si no cabe, tendrás que encontrar por tu cuenta la forma de enviarlo al destino. Es un tema que se debe resolver antes de confirmar la reserva.

Además, presentarse en estado de ebriedad o tener una actitud agresiva puede derivar en la cancelación del vuelo, igual que sucede con las aerolíneas comerciales.

Y de nuevo: no esperes un reembolso.

Vas a necesitar el mismo tipo de identificación oficial que exigen las aerolíneas comerciales. Los pilotos están obligados a verificar la identidad de todos los pasajeros.

También es importante que tengas a mano el nombre y la dirección exacta del FBO de salida y de llegada. Lo ideal es chequearlo en Google Maps el día anterior para evitar confusiones.

Los FBO pueden estar ubicados a varios kilómetros dentro del mismo aeródromo. En aeropuertos grandes, puede haber cinco o seis, y en algunos casos un mismo operador tiene más de una terminal, que no siempre están una al lado de la otra.

Además, tu operador puede enfrentarse a restricciones, como franjas horarias limitadas. Cuando un jefe de Estado aterriza o despega, se suelen congelar temporalmente todos los movimientos. Durante el Mundial, esto podría afectar a cualquier vuelo, incluso a los privados. Así que, aunque hayas pagado mucho por la experiencia, conviene tener paciencia y sonreír. Al final del día, sin importar los retrasos, probablemente estés mucho mejor que quienes siguen del otro lado del vallado.

Cuidado

Cuando recibas una cotización por un vuelo chárter, leé el contrato completo, incluida la letra chica.

Es fundamental entender los términos y qué significan. Como ya se mencionó, todo lo que exceda los snacks envasados y las bebidas sin alcohol suele cobrarse aparte, incluido el servicio de catering más elaborado o la presencia de un asistente de vuelo.

También estarás aceptando posibles cargos adicionales después del vuelo. La mayoría de los contratos exige una tarjeta de crédito disponible para cubrir esos gastos, como el uso de Wi-Fi u otros servicios.

Además, sos responsable por cualquier daño en el avión. Avisales a tus amigos. Reemplazar una mesa o una funda rayada puede costar varios miles de dólares. Si al abordar notás manchas en la alfombra o algún daño en la cabina, sacá fotos, mostráselas a los pilotos y enviáselas de inmediato a la persona con la que contrataste el vuelo.

Es posible que las tarifas especiales por eventos no estén definidas al momento de hacer la reserva y, en el caso de aviones más grandes, pueden superar los US$ 20.000.

La notificación de estos cargos no anula las condiciones de cancelación, tema que abordaremos más adelante.

Si el vuelo se desvía por mal clima o por un problema mecánico y no puede llegar al destino previsto, es probable que tengas que asumir gastos adicionales para completar el trayecto o buscar alternativas por tu cuenta.

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Antes de reservar el viaje soñado, conviene evitar errores que muchos cometen. 

Muchos contratos también incluyen la posibilidad de aplicar recargos por combustible si el precio sube entre la fecha de reserva y la salida. Además, si el avión debe esperar una hora o tomar una ruta más larga de lo habitual, el operador puede tener derecho a cobrar un extra, aunque este tipo de cargos posteriores no son frecuentes.

Todos los brókers coinciden en que los contratos suelen estar redactados con condiciones muy favorables para el operador y el dueño del avión. Volar en un jet privado es una experiencia cómoda, permite ahorrar tiempo y evita las incomodidades de los aeropuertos llenos, pero el costo elevado no garantiza que no haya imprevistos o demoras.

Además, gran parte de la flota de vuelos chárter está compuesta por jets que los dueños ponen a disposición cuando no los usan, como si se tratara de alquilar una segunda vivienda a través de Airbnb.

Los propietarios no siempre fijan su disponibilidad con anticipación. En muchos casos, confirman recién el mes siguiente, aunque esto puede variar. Algunos priorizan los vuelos chárter sobre sus propios viajes, mientras que otros hacen lo contrario.

No es raro que los dueños —especialmente de aviones grandes— cancelen el uso del jet incluso después de que ya se haya pagado el vuelo. Sí, te van a devolver el dinero, pero vas a estar otra vez en cero.

Por eso, en algunos casos conviene contratar a un abogado especializado en aviación para que revise el contrato y te explique con claridad cuáles son tus derechos y también los del operador y el bróker. Entender bien esas condiciones puede evitarte sorpresas.

Cancelaciones y cambios

Es importante entender la diferencia entre vuelos de ida, de ida y vuelta, y los llamados días pico. Estos tres conceptos influyen directamente en tu posibilidad de cancelar o modificar la reserva una vez firmado el contrato.

Los vuelos de ida y los realizados en días pico suelen estar sujetos a un cargo por cancelación del 100%, lo que significa que si reservás un vuelo de ida y vuelta en una fecha pico y lo cancelás, deberás pagar igual el total del servicio. Esa penalización rige desde el momento en que firmás el contrato. Para vuelos de ida y vuelta en días normales, el plazo de cancelación suele ir de 48 a 120 horas antes de la salida.

Ahora bien, ¿qué diferencia hay entre un viaje de ida y uno de ida y vuelta?

Un vuelo de ida y vuelta implica que el avión te lleva y espera para traerte de regreso con los mismos pilotos. Sin embargo, también puede significar que estás pagando el regreso del avión a su base, aunque no vayas a volver con él. Es decir, incluso si solo hacés un tramo, podrías estar pagando ambos.

Esto es común con los aviones basados en una ciudad determinada. En algunos casos, el operador puede vender ese tramo vacío como vuelo de ida a otro cliente y quedarse con ese ingreso.

Los aviones de flota flotante operan de un cliente a otro, cobrando precios por tramo. Por ejemplo, un avión puede salir de Boca Ratón, volar vacío hasta Palm Beach para buscar pasajeros, dejarlos en Nueva Orleans, luego volar vacío a Birmingham para levantar otro grupo y llevarlos a Nueva York. Y así, sucesivamente.

Mientras que los aviones con base suelen aplicar penalizaciones del 100% en vuelos de ida si se cancelan, las flotas flotantes ofrecen más flexibilidad: permiten cancelar vuelos de ida con entre 48 y 120 horas de anticipación, dependiendo del contrato.

Sin embargo, tanto las aeronaves con base como las flotas flotantes pueden aplicar penalizaciones del 100% por cancelaciones, ya sea en vuelos de ida o ida y vuelta, si se trata de días pico.

¿Qué son los días pico?

Esto depende de cada operador. En Estados Unidos hay más de 600 compañías chárter que ofrecen jets, y cada una tiene su propio contrato. En la mayoría de los acuerdos gestionados por brókers, los términos del operador prevalecen sobre los del intermediario en caso de discrepancias.

Los días pico varían según el operador. Algunos incluyen hasta cuatro o cinco días antes o después de ciertas fechas festivas, como el 4 de julio.

Además, muchos contratos permiten que los operadores sumen días pico adicionales alrededor de eventos deportivos importantes —como, seguramente adivinaste, la Copa del Mundo.

Consejos para reservar

Para un viaje de este tipo, lo mejor es contratar a un agente o a un operador de confianza que pueda ofrecer aviones de respaldo.

Una ventaja de trabajar con un agente es que puede recurrir a varios operadores, según tu itinerario. Un buen agente siempre tiene un plan B si un operador no puede cumplir con el vuelo.

En cambio, los operadores que venden vuelos chárter puntuales suelen limitarse a lo que pueden ofrecer con su propia flota, aunque algunos también trabajan como brókers y tienen una estructura híbrida.

Es probable que los operadores que tienen sus propios clientes con membresía prioricen tanto a esos pasajeros habituales como a las grandes cuentas mayoristas —los brókers que les generan mucho volumen— por encima de una reserva puntual, aunque se trate de un vuelo único en la vida.

No está escrito en ningún lado, pero así funciona la industria.

Un cliente que paga US$ 500.000 al año por su programa de vuelos tiene prioridad frente al corredor que solo contrata un par de vuelos cuando el precio es conveniente. Incluso esos grandes brókers suelen estar por encima de alguien que compró una tarjeta de viaje de US$ 100.000 hace dos años y recién ahora está agotando el crédito.

Las decisiones operativas también se basan en factores como la posición del avión y el tiempo de servicio de la tripulación. Pero para un cliente primerizo que reserva su primer vuelo justo en medio de un evento de alta demanda, la frase “el último en la fila” cobra sentido, aunque haya pagado US$ 75.000 por ese chárter.

Conviene tener cuidado al contratar viajes en jet privado a través de agencias de viaje, servicios de concierge o terceros que aseguran poder ofrecer este tipo de vuelos.

En la mayoría de los casos, simplemente recurren a operadores o brókers reales, y su intervención tiene más que ver con sumar una fuente de ingresos para ellos que con darte un servicio especializado.

Es difícil que alguien sepa realmente de todo: safaris, reservas de restaurantes, alquiler de yates, villas, entradas para eventos y también vuelos privados.

¿Cómo encontrar un buen bróker? La mejor recomendación es sencilla: preguntale a un amigo que alquile barcos con frecuencia. Seguramente ya vivió experiencias buenas, malas y regulares. La mayoría de los brókers de confianza construyen su negocio sobre recomendaciones de clientes satisfechos. Por eso, si contactás con alguien que ya voló con ellos, estás aprovechando una relación que ya tiene respaldo.

Antes de hacer una reserva, conviene investigar un poco. Aunque no hay muchas reseñas confiables en los sitios web, es útil verificar si existen litigios o antecedentes negativos. Hay muchas páginas atractivas, pero eso no garantiza seriedad.

Si tenés una tarjeta jet o una membresía fraccionada, puede ser un buen momento para usar tus horas de vuelo. Aun así, podrías enfrentar cargos extra por transferencias, y algunos programas imponen restricciones de cancelación durante eventos deportivos importantes. También vale la pena consultar si ofrecen beneficios especiales o servicios de hospitalidad para sus miembros.

Una recomendación clave: no reserves tu vuelo privado online.

Este tipo de viaje requiere hablar con un agente con experiencia, que te guíe y revise todos los puntos importantes: conectividad a bordo, equipaje, catering, aeropuertos recomendados según tu alojamiento y cualquier otro detalle logístico.

Pedile a tu asesor de viajes que aproveche su vínculo con hoteles como Four Seasons o Ritz-Carlton para conseguirte esa suite soñada. Que tu concierge reserve una cena privada en ese restaurante con tres estrellas Michelin. Y, por supuesto, que un agente especializado te acompañe en cada paso de la reserva de tu vuelo en jet privado.

Los buenos brókers monitorean el estado del avión desde el día anterior a la salida para detectar cualquier inconveniente —como fallas mecánicas— que pueda generar demoras.

También llaman al FBO para confirmar que el catering fue entregado y que todo esté listo para cuando llegue la tripulación, que es la responsable de ponerlo en marcha. Un consejo: al subir al avión, preguntá directamente a la tripulación si tu pedido de catering está a bordo, sobre todo si no lo mencionan por iniciativa propia.

Además, los brókers se encargan de que el transporte terrestre esté esperándote en el FBO correcto al aterrizar y siguen de cerca cualquier cambio que pueda surgir.

También te asesoran sobre qué tipo de avión y qué operador se ajustan mejor a tu viaje, y te explican por qué dos aeronaves similares pueden tener precios muy distintos.

Pueden anticiparte posibles cargos adicionales y, si te preocupa tener que cancelar o cambiar tu vuelo, buscar opciones con condiciones más flexibles.

*Con información de Forbes US.

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