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Liderazgo
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En Argentina, el 77% de las personas trabajadoras consideró dejar su empleo por conflictos con sus líderes. La cifra subió 25 puntos desde 2023 y refleja una tendencia que también afecta a países como Chile, Ecuador, Perú y Panamá.

31 Mayo de 2025 15.00

Las cifras exponen una tensión silenciosa que se mantiene firme dentro del mundo laboral: el 77% de las personas que trabajan en Argentina pensó en renunciar a su empleo por una mala relación con su jefe o jefa. El dato se desprende del estudio "Líderes o Jefes" que realizó Bumeran en su nueva edición, y representa un incremento de 7 puntos porcentuales respecto a 2024 y 25 puntos frente a 2023.

Este malestar no es exclusivo de Argentina. En Chile, el 83% de las personas encuestadas admitió haber considerado dejar su puesto por conflictos con sus superiores. En Ecuador, ese porcentaje llega al 72%, y en Panamá y Perú, al 71%. La insatisfacción con los mandos medios atraviesa las oficinas de la región y marca un problema de gestión que trasciende fronteras.

En el caso argentino, la situación es aún más compleja. El 64% de los talentos asegura que su jefe o jefa no cumple un rol de liderazgo, una opinión que creció 6 puntos porcentuales en relación al año anterior. El dato pone en evidencia un vacío en las habilidades blandas necesarias para conducir equipos de forma saludable.

"La tendencia sigue en ascenso y confirma una realidad cada vez más determinante: la relación con los líderes es un factor clave en la permanencia de los talentos en un empleo", señaló Federico Barni, CEO de Bumeran.com.ar. Y agregó: "Estos datos refuerzan la necesidad urgente de transformar el rol de los jefes para que se conviertan en verdaderos líderes que inspiren, motiven y acompañen el crecimiento de sus equipos".

El informe fue elaborado con la participación de 2891 personas trabajadoras y especialistas en Recursos Humanos de Argentina, Chile, Ecuador, Panamá y Perú. El objetivo fue conocer las percepciones sobre el liderazgo en los lugares de trabajo y el impacto que tiene en la motivación, la productividad y el bienestar de los equipos.

Relaciones frágiles, confianza rota

Las estadísticas confirman que las relaciones con jefes y jefas están lejos de ser ideales. El 52% de los talentos califica el vínculo como regular o directamente malo, mientras que el 48% dice que es bueno o muy bueno. Hace un año, el 57% tenía una opinión positiva, lo que muestra un deterioro sostenido.

el 77% de las personas que trabajan en Argentina pensó en renunciar a su empleo por una mala relación con su jefe o jefa
Fuente: Bumeran.

 

Entre quienes tienen una mala experiencia, el 50% siente que sus necesidades no son escuchadas. Otro 48% remarca que no recibe el apoyo que espera, y un 47% apunta a la falta de confianza de parte de quienes conducen los equipos. La desconexión entre liderazgos formales y personas trabajadoras aparece como un obstáculo para sostener climas laborales sanos.

Según el estudio, el 64% de las personas encuestadas valora que su jefe escuche, contenga y contribuya al desarrollo profesional de su equipo. También se destacan la autonomía y la confianza: el 58% prioriza que se delegue con libertad para tomar decisiones.

el 77% de las personas que trabajan en Argentina pensó en renunciar a su empleo por una mala relación con su jefe o jefa
Fuente: Bumeran.

El rol del líder no se construye solo con cargos o antigüedad. La capacidad para leer necesidades, acompañar procesos y generar vínculos horizontales define a quienes logran conducir con eficacia. Sin embargo, esa mirada no parece ser la que predomina en las estructuras actuales.

Aunque el malestar con los jefes crece, también existe voluntad para transformar esa realidad desde adentro. El 83% de las personas trabajadoras en Argentina considera que tiene cualidades para convertirse en líder. No obstante, es el país con menor nivel de confianza en la región: en Panamá, el 96% cree que podría ser líder; en Perú, el 95%; en Ecuador, el 89%; y en Chile, el 87%. En 2024, el porcentaje argentino era de 89%.

Por otro lado, el 87% querría desempeñarse en un cargo de liderazgo. Las razones que impulsan ese deseo son claras: el 69% lo haría para mejorar las condiciones laborales y el ambiente de trabajo; el 66%, para contribuir al crecimiento de la organización; y el 64%, para guiar a otros en su desarrollo profesional.

el 77% de las personas que trabajan en Argentina pensó en renunciar a su empleo por una mala relación con su jefe o jefa
Fuente: Bumeran.

Entre las personas que trabajan en Recursos Humanos, el 85% considera que un buen líder debe inspirar y motivar a su equipo. Además, el 82% valora la capacidad de comunicarse de manera clara y efectiva. La visión para establecer objetivos y la transparencia también aparecen como atributos claves: el 69% menciona ambas.

La necesidad de buenos liderazgos no es simbólica. El 96% de quienes tienen cargos en RR.HH. cree que es importante que las personas con funciones jerárquicas sepan liderar, mientras que solo un 4% relativiza esa exigencia.

Diagnóstico crítico dentro de las propias organizaciones

A pesar de reconocer qué es lo que debería ofrecer un líder, el 66% de los especialistas en RR.HH. considera que el liderazgo en sus organizaciones es regular o deficiente. Solo el 34% califica la situación como buena o excelente. Esta opinión también se repite en Panamá (69% de valoración negativa), Chile (59%) y Perú (56%). El único país donde la mayoría tiene una mirada positiva es Ecuador, con un 61%.

¿Cómo se detecta a un buen líder? El 78% cree que se puede identificar por el clima de trabajo y los resultados del equipo. El 60% se apoya en el aumento de satisfacción y compromiso dentro del grupo. El rendimiento económico no aparece como único indicador.

Ante problemas de liderazgo, las estrategias dentro de las empresas no son uniformes. El 53% de los especialistas afirma que ofrece recursos para que la persona mejore: libros, evaluaciones, capacitaciones o sesiones de coaching. Otro 53% explora caminos más estructurales: reasignaciones, cambios de roles o incluso desvinculaciones.

A su vez, el 46% crea un plan de desarrollo personalizado para fortalecer las habilidades de quien ocupa una posición jerárquica. El mismo porcentaje realiza diagnósticos para detectar dónde está el problema y cómo resolverlo.

Sin embargo, el 64% de los profesionales en Recursos Humanos admite que no hay estrategias activas en sus empresas para desarrollar el liderazgo. Entre quienes sí implementan acciones, el 38% organiza talleres y cursos específicos, el 29% establece sistemas de seguimiento y el 21% ofrece programas de mentoring o coaching.

Mientras tanto, 7 de cada 10 argentinos sigue pensando en dejar su empleo porque la persona que conduce su equipo no sabe liderar. Una señal de alarma que no debería pasar desapercibida.

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