Forbes Argentina
Aongus Hegarty, Dell
Liderazgo

Por qué para este ejecutivo el trabajo "no es un lugar, sino una actividad"

Florencia Radici Forbes Staff

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Aongus Hegarty, presidente de Mercados Internacionales de Dell Technologies, habla sobre el rol de la tecnología en la aceleración de la transformación digital y cómo puede impulsar la recuperación económica y la brecha digital durante y después de la pandemia.

02 Febrero de 2021 09.55

Aongus Hegarty, presidente de Mercados Internacionales de Dell Technologies, tiene bajo su responsabilidad todos los negocios de la compañía fuera de los Estados Unidos y Canadá. Cuando asumió, a principios del año pasado, significaba que iba a pasar gran parte de su tiempo arriba de un avión, viajando hacia los distintos mercados para reunirse con clientes, partners y equipos en diferentes países. Pero la pandemia lo obligó a hacer esto de manera virtual desde su casa en Dublín, Irlanda, donde está basado con su familia. “Esta semana me toca 'estar' en América latina, pasando un tiempo en la Argentina y otros países de la región”, le cuenta a Forbes Argentina. “Nuestra visión es que la tecnología transforma las vidas. Los últimos 9 meses destacaron el rol importante que juega la tecnología para las compañías. Cuando empezó la pandemia, había una gran necesidad de acomodar a los empleados para que accedieran al trabajo remoto, y eso se movió a que la productividad aumentó para las compañías”, asegura.  

¿Y después?  

Si uno mira hacia adelante, viviendo con el virus y post-virus, vemos un lugar de trabajo más flexible. Lo llamamos un lugar de trabajo conectado. Nuestra propia compañía viene transformándose hacia eso desde hace muchos. Las empresas ahora miran el futuro: cómo creo un ambiente donde los miembros de mi equipo trabajen de forma remota, desde su casa o la oficina, y cómo me aseguro que la tecnología les da eso mientras los mantienen seguros, productivos y conectados. O sea, la transformación de la fuerza laboral. Poder realmente desplegar la tecnología de forma remota, mantenerla para que tenga soporte... los clientes se están dando cuenta que necesitan una solución completa. Y estamos enfocados en eso: buenos aparatos, software, seguridad, soluciones, servicios.  

¿Cuál es el desafío?  

Tenemos que identificar y entender a las diferentes personas de la compañía y qué necesitan. Las compañías están mirando el futuro como un mundo híbrido. La oficina ya no va a ser algo a lo que uno va todos los días, venimos hablando desde hace años que el trabajo no es un lugar, sino una actividad. Y uno realiza la actividad desde donde sea requerido. Sí me parece que la gente quiere volver a conectarse entre sí. Las oficinas en sí mismas van a convertirse en áreas de colaboración. Uno va a ir a la oficina cuando quiera colaborar o conectarse con las otras personas. Todo va a ser híbrido.  

El otro aspecto de la transformación es alrededor de moverse digitalmente. Las compañías se dieron cuenta que tienen que digitalizar más sus negocios. Si uno piensa en retailers en Buenos Aires, muchos quizá tenían un sitio de ecommerce pero secundario, entonces cuando vino la primera ola el impacto económico fue muy fuerte. Pero, con la segunda o tercera, el impacto es menor, porque digitalizaron más de sus negocios, productos y servicios. Y debajo de eso, están enfocados en construir una infraestructura moderna para construir un ambiente digital, además de la transformación de los equipos de trabajo. Para nosotros, eso significa un mundo multi-cloud. Nuestro foco está en la tecnología, pero lo primero que les preguntamos a los clientes es qué resultados quieren lograr en términos de negocios. Y a partir de eso se ve cómo lograrlo desde el punto de vista tecnológico.  

¿Cómo se comportó el área de hardware?  

Hubo un crecimiento porque las compañías invirtieron en eso. Quienes tenían por ejemplo un ambiente más desktop se volcaron a las notebooks. Invirtieron también en soluciones para realizar transacciones de forma remota. Vemos una demanda significativa en esta área. También desde diferentes sectores, porque no solo se trabajó mucho desde el hogar sino que también se estudió mucho. Es algo que va a continuar este año y el que viene.  

¿Hay diferentes tipos de adopciones o avances según las distintas regiones o industrias?  

Históricamente, algunas industrias se mueven más rápido que otras. Por ejemplo, bancos, finanzas, fintechs. Todos los países se mueven a velocidades diferentes, pero durante el último año hubo una aceleración. Todos los CIOs, CTOs y CISOs con los que hablo están al frente y en el centro del diálogo de la C-suite. Todos entienden que estamos en un camino de transformación digital que necesitamos acelerar y hacerlo rápido.  

Una observación es que algunos mercados que históricamente eran menos tecnológicos comparado con las economías altamente digitalizadas es que están adaptándose más rápido, porque saltean generaciones de tecnología y adoptan las últimas. Vi eso por ejemplo en América latina y Medio Oriente. Se dan cuenta que para transformar su economía tienen que invertir en tecnología. La transformación de la economía argentina vino de la inversión y el darse cuenta que se necesita una economía más digital, que puede generar nuevos negocios, crecimiento económico, expansión y más empleo.  

¿Cuáles son los principales desafíos a futuro en la industria?  

En mi opinión, uno tiene que seguir atrayendo gente joven a la organización. Porque los jóvenes usan y piensan la tecnología de una forma diferente a la de otras generaciones. Tener esas ideas, esa innovación y ese pensamiento es un ingrediente muy importante.  

Y el segundo desafío son las habilidades. Atraer skills tecnológicas, desarrollarlas, reentrenarlas y construirlas. La tecnología cambia tan rápido que hay que atraer capacidades y habilidades nuevas. Eso es crítico para las compañías. Y va a ser clave a medida que nos movamos de economías tradicionales a otras más digitalizadas. Es un ejercicio de múltiples años y las compañías tienen que liderar para impulsar este cambio.  

¿Qué perspectivas ve para este año? 

Soy positivo. Sé que es duro, sobre todo ahora con las nuevas olas, pero el impacto económico está siendo menor. Ojalá que, por las vacunas que se están aplicando, para la segunda mitad del año algunos países empiecen a recuperar cierto tipo de actividad. Deberíamos ver un crecimiento económico que, una vez que empiece, va a tener un rebote fuerte. Y desde el punto de vista de la industria de IT, soy optimista. Cómo compañía, además, pusimos un énfasis especial en nuestro impacto social, midiendo la diversidad e inclusión, la sustentabilidad y el impacto en las vidas a través de la tecnología, en especial en educación y healthcare.  

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