Liderazgo y capital humano: cómo se preparan las empresas para la "doble brecha" de la IA
Mientras el 60% de las compañías en Argentina ya aplica IA en sus procesos de RR.HH., la escasez de talento especializado y la falta de gobernanza estratégica plantean un desafío urgente. La respuesta de los líderes: menos contratación externa y más reskilling interno.

Florencia Radici Forbes Staff

La transformación digital ya está lejos de ser una promesa: es una presión operativa inmediata. Sin embargo, la velocidad de la tecnología avanza más rápido que la capacidad de adaptación de las organizaciones. Según datos de Adecco, 8 de cada 10 empresas no pueden cubrir puestos de IA, una estadística que choca de frente con la necesidad de actualización: el World Economic Forum (WEF) advierte que el 40% de los colaboradores deberá incorporar nuevas herramientas y conocimientos en el corto plazo. En este escenario, las áreas de Recursos Humanos se encuentran en el ojo de la tormenta, gestionando no solo la implementación de la tecnología, sino la angustia y la reconversión del capital humano.

La dificultad no radica solo en encontrar programadores, sino en hallar perfiles híbridos que entiendan el negocio. Tomás Gómez Alzaga, Presidente de AdRHA, define el problema principal como un skill gap marcado por la competencia feroz por el talento senior. "El desafío central es llegar a expertos en Machine Learning o Data Science que a su vez posean las habilidades blandas necesarias para comunicar el valor, gestionar proyectos  y colaborar con áreas no técnicas del negocio", explica.

Para Ezequiel Kieczkier, CEO de Olivia, el problema es aún más profundo y lo describe como una "doble brecha de madurez". Por un lado, la brecha entre la demanda de perfiles hiper-especializados y la oferta del mercado; por el otro, la falta de madurez cultural de las organizaciones. "El verdadero cuello de botella reside en encontrar talento que combine habilidades técnicas robustas, una sólida comprensión del impacto de negocio y la experiencia comprobada", señala Kieczkier.

Esta visión es compartida por Cecilia Tonelli, Coordinadora de Reclutamiento y Selección de Grupo Gestión, quien destaca que "no hay suficiente talento con la combinación correcta de skills técnicos, entendimiento del negocio y experiencia aplicando IA en casos reales".

La estrategia: "Build & Buy"

Ante la escasez, las corporaciones están cambiando su enfoque. Si el talento no está disponible o es demasiado costoso, la solución es fabricarlo. Según IDC/SAP, el 55% de los líderes de RR.HH. ya utiliza IA para mejorar el rendimiento de los empleados, y la tendencia se inclina hacia la capacitación interna.

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"Las corporaciones hoy tienden a desarrollar un enfoque dual priorizando la estrategia de 'Build & Buy' con un claro sesgo hacia el 'Build' (construcción interna)", detalla Gómez Alzaga. Esto implica crear ecosistemas de aprendizaje donde las personas se reconvierten en proyectos reales. Y añade: "En cuanto a la estrategia 'Buy', que es la incorporación de talento con el expertise necesario, lo que se busca es atraer el talento senior clave (como Head of Data Science) para liderar y mentorear a los equipos internos. En este escenario, el rol de fraccional suele ser atractivo también para cierto tipo de compañías. Este modelo acelera la reconversión y transforma la cultura de estructuras fijas a trayectorias vivas".

Tonelli agrega que, desde Grupo Gestión, la estrategia combina formación técnica con habilidades blandas: "Las habilidades más valiosas son justamente las menos reemplazables por la IA: empatía, liderazgo, juicio ético y creatividad".

Adopción vs. estrategia: el riesgo de la implementación ciega

A pesar del entusiasmo, la implementación de la IA en las empresas muestra disparidades alarmantes. Un informe de BCG indica que mientras más del 75% de los líderes usa IA generativa varias veces por semana, el uso entre empleados de primera línea apenas llega al 51%. Más preocupantes aún son los datos de Gallup: aunque el 44% de los empleados afirma que su organización integra IA, solo el 22% asegura que exista una estrategia clara y apenas el 30% reporta la existencia de políticas de uso.

En Argentina, Grupo Gestión reporta que el 60% de las empresas locales ya utiliza IA en sus procesos de RR.HH.. Sin embargo, Kieczkier advierte que "existe una carencia crítica de lineamientos claros y gobernanza". Para el CEO de Olivia, RR.HH. debe asumir el rol de "facilitador y guardián ético", asegurando que la tecnología amplifique el talento en lugar de desplazarlo. @@FIGURE@@

Gómez Alzaga coincide en la necesidad de promover una cultura de "IA Responsable", estableciendo qué está permitido y qué no para mitigar riesgos de compliance. "La integración del modelo de uso de IA en roles de liderazgo busca potenciar a los líderes para guiar a sus equipos, enfocándose en la IA como un asistente y no como un reemplazo", afirma el presidente de AdRHA.

Eficiencia y futuro: el rol del humano aumentado

La aplicación de IA en RR.HH. ya es tangible en reclutamiento, onboarding, gestión del desempeño y People Analytics. Tonelli destaca que la clave para maximizar estos procesos es la calidad de los datos, un desafío que el 46% de los líderes señala como el mayor obstáculo. "Los datos no estructurados limitan el rendimiento de los modelos", explica.

Mirando hacia adelante, los tres referentes coinciden en una visión de optimismo cauteloso: la IA no destruirá el trabajo, lo redefinirá. "Nos imaginamos un mundo laboral redefinido, no destruido. La capacidad de aprender, desaprender y reaprender (learnability) se convierte en la principal commodity del futuro. La segunda habilidad requerida será la humanidad, plasmada en el foco en las personas, con comportamientos asociados de escucha activa, empatía y acompañamiento. Las empresas debemos invertir en una cultura que abrace el cambio y la adaptación continua", asegura Gómez Alzaga, quien anticipa organigramas integrados por personas y agentes de IA colaborando.

Para Tonelli, ingresamos en una era donde el talento humano asume un rol de "orquestador", y donde "el verdadero diferencial competitivo estará en quienes logren combinar conocimiento técnico, desarrollo humano y una curiosidad con propósito". Finalmente, Kieczkier concluye que estamos entrando en una nueva era de colaboración humano-máquina: "El valor añadido del ser humano se trasladará a la empatía, la gestión ética, el pensamiento complejo y la formulación de preguntas estratégicas".