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J.J. Llach: deuda, Vicentin y Latam "reflejan la desconfianza externa e interna"

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En el último Informe Económico Mensual del IAE Business School, la escuela de negocios de la Universidad Austral, afirma que “la condición más necesaria para combatir la pobreza es la creación de empleos" y aquello requerirá de aumentar el nivel de inversión, actualmente en un piso del 13% del PBI.

23 Junio de 2020 10.55

Se dio a conocer una nueva edición del Informe Económico Mensual que elabora el Departamento de Economía del IAE Business School de la Universidad Austral. Si bien son mayoría las señales de recuperación de los mercados financieros y reales de varias economías, ya que la actividad económica se está reactivando, principalmente por el menor número de casos de coronavirus y la consecuente relajación de las cuarentenas, todavía se requiere prudencia porque en varios países han aparecido rebrotes de los contagios como en China, en Corea y en algunos lugares de los EEUU

Entre las señalas más alentadoras, Juan José Llach destaca en el informe las mejoras significativas en algunos de los indicadores de actividad económica en EEUU (los que lógicamente demorarán en reflejarse en el nivel de empleo). “El dato más notable fue la recuperación de las ventas minoristas de un 17,7% en mayo que, si bien es 6,1% inferior a mayor del año pasado, marca una tendencia firme” puntualizó.

Respecto a Europa, Llach afirma que el indicador de sentimiento económico aumentó entre 2,6 y 2,9 puntos y el de expectativas de empleo “rebotó fuerte”, aunque todavía sea bajo en perspectiva histórica. “Estos números evidencian que está abierta la posibilidad de que las economías de China, los EEUU y Europa reboten en V. Para que ello ocurra es crucial que una clara recuperación tenga lugar en el tercer trimestre, que empieza en pocos días” señaló.

En el cuadro anterior se visualiza la evolución de los mercados de cotización diaria desde el inicio de la pandemia, respecto los cuales Llach comenta “Los resultados son casi de manual. Entre febrero y mayo se dan los giros característicos de las crisis fuertes: fortalecimiento del dólar -salvo contra el euro, quizás inaugurando su rol como refugio- suba de los bonos del Tesoro de EEUU, aumento del riesgo emergente, caída de las bolsas y de las commodities ?con excepción del oro, que actúa como refugio, pese a ser riesgoso por su gran volatilidad. Entre mayo y junio, en cambio, expectativas más optimistas sobre la pandemia, revirtieron la tendencia, aunque sin alcanzar los valores pre-pandemia".

Respecto a los rojos de nuestro peso y nuestra bolsa, Llach sostiene que reflejan la desconfianza interna y externa en nuestra moneda y en nuestros activos. “Algo previsible dados el riesgo y la demora en el acuerdo con los acreedores, el caso Vicentin y el retiro de LATAM. Parece no entenderse que la condición más necesaria para combatir la pobreza es la creación de empleos, que esto requiere un aumento sustancial de la inversión ?que está en un piso de menos del 13% del PIB- que no ocurrirá si no se regenera la confianza en el futuro de nuestro país”, concluye.

Inflación temporariamente anestesiada a la espera de un plan local

Eduardo Fracchia advierte sobre las serias amenazas de ingreso que se evidencian en tanto se extienda el confinamiento y subraya la relevancia de prepararse para la pospandemia. “Si bien lo que se puede hacer hasta septiembre es acotado, en el corto plazo es importante el control de daños”. En ese marco, destaca el papel central que seguirá jugando la dinámica del gasto público

En el frente externo, destaca la estimación de una balanza comercial muy positiva -estrechamente asociada a la recesión y no a la competitividad- y un contexto de dólar apreciado, relacionado con materias primas en baja, y un cepo sobre importaciones que puede ser perjudicial para insumos importados, en particular del sector agropecuario. ”La tradicional problemática entre necesidad y capacidad de importación parece presentarse nuevamente en la macroeconomía argentina”. 

Respecto al tema cambiario, Fracchia señala que crece la demanda de dólar futuro por temor a que se acelere la devaluación de la moneda nacional, y asocia la brecha del dólar paralelo respecto al oficial con el nivel de incertidumbre derivada de la negociación de la deuda. Plantea además la gran duda que implica la inflación del segundo semestre y más aún la de 2021 “dada la altísima emisión de una moneda que, a diferencia de Estados Unidos y Europa, los argentinos no desean stockear”.

Respecto a la política interna, Fracchia comenta que es clave seguir la mayor injerencia de Cristina Fernández en el campo económico, lo que se evidenció con el caso Vicentín y en los nombramientos realizados en 12 puestos claves de la economía. “El Ministro de Economía, Martín Guzmán, está centrado solo en el tema de la deuda desde que asumió, sin dudas falta una figura que juegue en toda la cancha más aún en tiempos de mucha conflictividad”. Fracchia asegura que si bien la popularidad del Presidente es alta por el manejo de la pandemia, la recesión del 2020 y seguramente de comienzos de 2021 comprometerán los votos oficialistas  de la elección de medio término. “El mérito de la pandemia es del Presidente pero también el costo político por la recesión.”

La intervención de Vicentin como mal antecedente para el sistema productivo 

Eduardo Fracchia y Martín Calveira sostienen que con la propuesta de expropiación de la empresa Vicentin sigue el temor a que el peronismo vaya por todo. “La política discrecional del ala K del gobierno parece oponerse a la visión más moderada del Presidente Fernández. Esto nos lleva a preguntarnos ¿Vicentin constituye un primer pie sobre el sistema agroindustrial?”

En este sentido, afirman que el gobierno proyectó que la decisión iba a tener aceptación en la opinión pública, pero sin embargo las manifestaciones posteriores revivieron las tensiones tradicionales entre campo y burocracia política. “Pareciera que la decisión fue apresurada, sin respetar la justicia. A su vez, no es menor la estimación de costos por las expropiaciones del kirchnerismo que se establecen en alrededor de los U$S 12.000 millones”.

Sobre las razones de esta acción, cuando hay otras alternativas previas antes de decidir la expropiación, los autores señalan que “posiblemente el objetivo subyacente sea la búsqueda de caja, en este caso de dólares genuinos que emergen como prioritarios en la coyuntura actual fielmente representada por la fuerte caída de la actividad y de la recaudación impositiva." 

Y agregan: "El argumento de la soberanía alimentaria en un país donde el sector privado provee una cantidad enorme de alimentos se sitúa en el plano ideológico, en sintonía con la perspectiva bolivariana del término y por sobre la racionalidad necesaria en las decisiones de economía política." Agregan que “se trata es una empresa que se endeudó principalmente en la gestión de Cristina Fernández".

En el informe Fracchia y Calveria brindan comentarios sobre la situación actual de empresas que terminaron manejadas por el estado, recuerdan lo experimentado con la resolución 125 del año 2008 y expresan sus hipótesis sobre las razones de este reciente anuncio de intervención, a la vez que describen los temores que está expresando al respecto la ciudadanía.

Además, reflexionan: "No debería perderse de vista el cuidado del sistema institucional, el cual es importante cuando se deben fortalecer la gobernanza y los contratos privados. Sin dudas, el camino hacia el capitalismo debe distar de estas manifestaciones que rompen los derechos de propiedad y afectan a las instituciones. Esas decisiones se sitúan en contra del capitalismo moderno el cual ha supuesto una elevación sustancial del bienestar de diversos países que lo han aplicado, desde Estados Unidos a la China post Mao".

Para cerrar, plantean si "¿Será Alberto Fernández la posición moderada que él mismo da en sus discursos a los empresarios o dominará, como ocurre en el campo de la justicia, la posición de Cristina Fernández sobre el contexto económico?" En este sentido, consideran que "el escenario post pandemia se puede deteriorar con decisiones abruptas e ineficientes que se alejen del campo racional. Se complican la inversión local e internacional en un país con bajísima tasa de inversión lo cual se acentuó desde la falta de incentivos durante el segundo gobierno de Cristina hasta el fracaso económico de Cambiemos".

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