La pelea pública entre el presidente de los Estados Unidos y el magnate eleva la tensión económica y política, con posibles efectos negativos en negocios altamente dependientes del apoyo estatal.
El número dos de Tesla en Europa y América del Norte, Omead Afshar, fue removido en medio de una fuerte presión por los malos números del segundo trimestre y la frustración por la fallida apuesta al modelo más polémico de la marca.
La pelea empezó con críticas a medias, escaló con acusaciones feroces y terminó en una guerra abierta que sacudió la política, los mercados y hasta los pasillos de la NASA.
El conflicto entre el CEO de la compañía y el presidente estadounidense abre un frente político y judicial que podría frenar subsidios, acelerar investigaciones y obstaculizar el debut del robotaxi. Las acciones se desplomaron y crecen las dudas entre los inversores.
La capitalización de Tesla se desplomó en una jornada negra para el empresario, tras un cruce con el presidente estadounidense que agitó a los inversores y sacudió la cotización de la automotriz.
Lo hizo a través de un posteo en su cuente de X. Agradeció al presidente de los Estados Unidos por permitirle reducir el "gasto innecesario" y adelantó que dedicará más tiempo a Tesla.
El empresario desmintió los rumores sobre una posible salida impulsada por la junta directiva y reafirmó su compromiso con la empresa durante una intervención en el Foro Económico de Qatar.
Prometieron revolucionar la industria automotriz con vehículos eléctricos, tecnologías de vanguardia y modelos de negocio disruptivos, pero no todas las startups lograron sortear los desafíos del sector. En un mercado que exige miles de millones de dólares para escalar, expertise técnica y una estrategia comercial sólida, muchas de estas jóvenes compañías terminaron estrelladas antes de despegar.
Encuestas revelan una ola de agresiones y daños intencionales vinculados al rechazo social que genera Elon Musk y la marca. El temor crece entre conductores y las aseguradoras ya ajustan sus tarifas.
Toyota alista la producción de la primera batería de estado sólido fabricada en masa: ofrecerá una autonomía de hasta 1200 kilómetros, podrá cargarse por completo en menos de 10 minutos y tendrá una vida útil de hasta 30 años.
Slate Auto, una startup respaldada por el fundador de Amazon, lanzó en Los Ángeles su primer modelo: una camioneta eléctrica ultra básica que arranca en 20.000 dólares y apunta directo al segmento que Tesla nunca logró conquistar.
Entre fuertes rumores de sucesión, la Chairman elegida por Elon Musk salió a desmentir que se busca un nuevo CEO. Mientras tanto, la automotriz más valiosa del mundo navega por uno de los períodos más turbulentos de su historia con caídas en ventas y tensiones internas, Musk quiere convencer a todos que su futuro sigue siendo brillante.
De su paso por Tesla y SpaceX a las apuestas en xAI: cómo la millonaria forjó una carrera en el capital de riesgo tras trabajar junto a uno de los empresarios más influyentes.
Aunque Justine tuvo seis hijos con Elon y lo acompañó durante los años en que fundó Tesla y SpaceX, no tiene acceso a acciones en ninguna de las compañías
Las ventas caen, el Cybertruck fracasa y los ingresos dependen de subsidios ambientales. Mientras tanto, Elon Musk apuesta todo al futuro con robotaxis y robots humanoides, pero sin una estrategia clara ni nuevos modelos que reactiven el negocio.
Tras estar meses enfocado en la política y en su rol en la Casa Blanca, el CEO anunció que volverá a dedicarle más tiempo a Tesla. Los inversores celebraron la noticia con una suba del 7% en las acciones, pese a un balance trimestral flojo.
El modelo Long-Range con tracción trasera ofrece la mayor autonomía de la línea, pero llega con un equipamiento más austero y una performance inferior frente al tope de gama.
Fabricantes de Europa, Asia y EE.UU. sufrieron pérdidas en bolsa tras la medida. Tesla, si bien no fue favorecida, podría quedar menos expuesta que sus competidores.
La compañía de autos eléctricos enfrenta dificultades a medida que el sentimiento anti-Musk provoca boicots y protestas. Aunque es poco probable que ocurra, ¿quién podría asumir el mando si dejara el puesto de CEO?