El presidente de Amazon reflexionó sobre cómo ser un líder vulnerable que genera confianza, al sintonizar con sus sentimientos y gestionarlos con inteligencia emocional.
Los filtros personales distorsionan los mensajes en el ámbito laboral y generan malentendidos frecuentes. Lo que una persona comunica no siempre coincide con lo que el otro interpreta, lo que puede complicar la efectividad de las interacciones.
Al analizar la mente humana, las películas de Pixar nos convierten en expertos emocionales, cultivando una mayor autoconciencia, autogestión, empatía e interacciones sociales que contribuyen a un mundo más inteligente emocionalmente.
Cuando los líderes desempeñan funciones de alta presión sin recursos que les ayuden a controlar el estrés, esto puede provocar problemas de salud mental, síntomas de salud física y una mala toma de decisiones.
Los empresarios dan prioridad a la Inteligencia Emocional sobre la capacidad técnica, y está claro que la capacidad de gestionar y comprender las emociones desempeña un papel crucial en el liderazgo.
Para fines de inversión, la inteligencia emocional permite reconocer e interpretar emociones, luego integrar esa información en una estrategia productiva que realmente ayude a tomar decisiones financieras óptimas y más razonables.
Una investigación de Harvard Business Review indica que el 50% de los CEOs experimentan sentimientos de soledad y que un 61% cree que se ve afectado negativamente su rendimiento.
En el mundo actual, casi un 70% de las comunicaciones entre equipos de trabajo son virtuales. Se estima que, en el ámbito profesional, cada persona recibe 96 correos electrónicos y envía 30.
Las habilidades sociales permiten expresar actitudes, deseos, opiniones, derechos y sentimientos en forma adecuada, al mismo tiempo que buscan que se respeten las conductas de las demás personas.