La viruela del mono, que se transmite de persona a persona, ya causa preocupación en todo el mundo. Cómo es la vacuna que aliviaría los síntomas y reduciría la transmisión.
Esta fue una de las conclusiones de la investigación realizada por la Universidad de Boston y publicada por la Red JAMA, que involucró a casi 2.000 deportistas.
En la Argentina se detectan cerca de 5000 casos por año (4878 en 2018, según estadísticas del Instituto Nacional del Cáncer). Y, si bien es la cuarta causa de muerte por neoplasia maligna después del cáncer de pulmón, colorrectal y cáncer de mama, casi todos los casos son mortales (4683, según el INC)
La medicina de precisión se trata de un nuevo abordaje para el tratamiento y prevención de las enfermedades que toma en cuenta la variabilidad en los genes, el ambiente y el estilo de vida para cada persona. En definitiva, consiste en dar siempre el tratamiento correcto, a la persona correcta.
A través de Gates Ventures, el fundador de Microsoft le donará más dinero a la Fundación para el Descubrimiento de Fármacos para el Alzheimer. En este caso serán US$ 11,25 millones. El objetivo es desarrollar pruebas que puedan diagnosticar la enfermedad y no sean invasivas.
Los primeros síntomas de la viruela del simio incluyen fiebre, dolores musculares, dolor de cabeza, escalofríos, agotamiento e inflamación de los ganglios linfáticos, y muchos desarrollan una erupción dentro de uno a cinco días después de que aparece la fiebre.
El último estudio que salió a la luz sobre el tema data de 1995, donde estuvieron involucrados los hospitales Shaare Zedek y Bikur Holim, y la Universidad Hebrea de Jerusalén. Lograron que 480 chicos se curaran de la enfermedad.
Si bien se ha hecho mucho énfasis en los efectos agudos del coronavirus, el mundo comienza a poner la lupa en las consecuencias a largo plazo que puede generar la enfermedad. Muchos pacientes podrían convivir con el virus durante un tiempo prolongado.
Según una investigación dirigida por el científico e historiador climático Alexander More de la Universidad de Harvard, publicada en la revista GeoHealth, el mal tiempo inusual ocurrido entre 1914 y 1919 empeoró los efectos de la Primera Guerra Mundial, que duró desde julio de 1914 hasta noviembre de 1918, y el 1918-19 pandémico.