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Ojeador_Futbol_Scouting. Foto: Gentileza.
Negocios

¿Y si hay más jugadores de fútbol de los que imaginamos? La historia de Ojeador Fútbol Scouting

Mathías Buela

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Fundada por el entrenador uruguayo Lautaro Villares, la plataforma da visibilidad a los futbolistas fuera del radar de los grandes clubes. Tras cuatro años de desarrollo y una inversión propia de US$ 50.000, la plataforma ya supera las 300.000 visualizaciones de perfiles y 80.000 visitantes únicos.

26 Octubre de 2025 10.06

La historia de Ojeador Fútbol Scouting comienza en la experiencia personal de su fundador. Lautaro Villares, exjugador de fútbol que no logró franquear la barrera hacia la Primera División Uruguaya y hoy entrenador con licencia PRO, describe su frustración con un sistema que suele dejar talento sin visibilizar. Esa constatación lo llevó a imaginar, corregir y trabajar durante cuatro años hasta convertir la intuición en un producto digital: una plataforma pensada para que el jugador se muestre por sí mismo, como quien sube un currículum, y no dependa únicamente de intermediarios que, por casualidad, lo vean tener un buen partido en su localidad.

El desarrollo fue un proceso artesanal. Villares relata años de anotes, borradores, reuniones con entrenadores, representantes y jugadores, hasta que decidió asociarse con un desarrollador para transformar la idea en una plataforma funcional. Desde ese momento la estructura operativa se mantuvo ligera, con el fundador como motor principal y con proveedores externos para áreas como desarrollo, marketing, legal y contabilidad.

La propuesta de valor es sencilla y explícita: un perfil digital del futbolista que reúne datos personales, características deportivas y, cuando existen, materiales multimedia que permiten a clubes, entrenadores, directores deportivos y representantes localizar talento con filtros precisos. La plataforma incorpora sistemas de recomendación basados en inteligencia artificial y mantiene el acceso gratuito para quienes buscan jugadores, mientras que quienes desean ser visibles asumen el costo de la exposición mediante membresías. 

En charla con Forbes Uruguay, Villares subraya que Ojeador no actúa como intermediario en negociaciones ni en contratos; su función se limita a mostrar y potenciar perfiles.

Resultados, métricas y próximos pasos de una startup uruguaya en expansión

La financiación hasta ahora ha sido principalmente con inversión propia. El fundador calcula haber aportado US$ 50.000 a lo largo de los cuatro años de trabajo previos al lanzamiento, cifra que cubrió desarrollo, diseño y primeras operaciones. Esa inversión permitió lanzar la plataforma a principios de 2025, pero también condiciona el ritmo de crecimiento: con recursos limitados la estrategia se apoya en alianzas, venta directa y la incorporación gradual de funciones.

En materia comercial Ojeador estructuró tres niveles de suscripción para quienes quieren mostrarse: una opción individual de US$ 5 mensuales, una intermedia de US$ 70 para carteras pequeñas y una solución para carteras grandes que cuesta US$ 120 por mes, además de contratos a medida cuando el volumen lo justifica. La lógica de precios está pensada para hacer la visibilidad más accesible a medida que se registran más jugadores bajo una misma cuenta, lo que busca incentivar a representantes y clubes a usar la herramienta como un canal masivo de promoción.

Los resultados operativos disponibles hasta ahora muestran tracción en audiencias y todavía una monetización en fase inicial. Según el reporte de septiembre de 2025 facilitado a Forbes Uruguay por la empresa, la plataforma registró más de 21.000 visitantes únicos en ese mes y acumuló entre 71.000 y 80.000 visitantes únicos desde el lanzamiento, con alrededor de 300.000 visualizaciones de perfiles desde que la plataforma está online. En paralelo, al cierre de la última conversación con el fundador la base de usuarios registrados alcanzaba 460 futbolistas y la meta marcada era aproximar los 1.000 antes de fin de año

Los primeros signos de impacto que Villares puede señalar son casos concretos y localmente verificables: jugadores sin club que consiguieron incorporarse, futbolistas que pasaron de divisiones inferiores a divisiones superiores y otros que recuperaron actividad competitiva gracias a contactos generados fuera del circuito habitual.

La estrategia para escalar combina tres hilos: ventas territoriales a través de vendedores independientes que recorran canchas y entrenamientos en todo el país, alianzas institucionales con secretarías de deporte, ligas y embajadas para captación masiva y la monetización de la audiencia mediante publicidad y patrocinios. 

En ese sentido, Villares ya mantuvo reuniones con la Secretaría Nacional del Deporte de Uruguay, con representantes de ligas regionales en Argentina y con oficinas diplomáticas en países como México, Ecuador y China, además de contactos con la Secretaría de Deportes de Costa Rica. El objetivo es conseguir acuerdos B2G (empresa a gobierno) y B2B (empresa a empresa) que permitan una escala más rápida que la venta jugador a jugador.

La lectura que deja este primer tramo es doble. Por un lado, Ojeador muestra los elementos clásicos de una startup con producto: una idea nacida de una necesidad observada en primera persona, un prototipo llevado al mercado, señales de demanda y un plan de expansión estructurado. Por otro lado, el paso crítico que la empresa debe dar es convertir la visibilidad que genera (decenas de miles de visitantes) en ingresos recurrentes y en métricas que permitan medir impacto a nivel de colocaciones profesionales. 

Esa transición, más que la narrativa de origen, será la que defina si la iniciativa se afirma como negocio sostenible o si queda como una herramienta de nicho con impacto social puntual.

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