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Por qué volvió a faltar gas en el país de Vaca Muerta: los motivos de la mayor crisis en casi 20 años

Fernando Heredia

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"La tormenta perfecta", que describen los especialistas incluye una serie de problemas a lo largo de la cadena, un fenómeno meteorológico atípico, pero también mala planificación.

4 Julio de 2025 08.01

Una vez más, el país de Vaca Muerta falló en entregar un buen servicio a su población y, producto de una serie de fallas y errores en toda la cadena de suministro, se desató la peor crisis de faltante de gas desde la histórica nevada del año 2007.

Lógicamente, el clima fue un factor determinante que estresó al sistema al máximo, con una ola polar sin precedentes por su intensidad, duración y extensión hacia casi todo el territorio nacional. Las imágenes de los carpinchos "patinando" sobre los Esteros del Iberá congelados, son una prueba de ello.

De todas maneras, los principales expertos consultados por este medio coinciden que, una mejor planificación, podría haber evitado que los cortes se extiendan hasta el sector residencial, donde las tareas de reconexión del servicio tienen que hacerse casa por casa ante el riesgo de explosión por el ingreso de aire a los caños.

"Es gravísimo lo que ocurrió, no se veía desde el 2007. Tenían que haber cortado mucho antes el consumo de GNC, industrias y centrales eléctricas. Pero desde Economía les ordenan ahorrar por el déficit fiscal y pasan estas cosas", opinó uno de los mayores especialistas en el tema que prefirió mantener el off the récord.

Por el contrario, desde el Gobierno Nacional se defienden y aseguran que actuaron según el protocolo de emergencia. El mismo instruye, en situaciones de crisis, a cortarle el gas a los usuarios interrumpibles del sector industrial y estaciones de GNC (aquellos que pagan un precio más bajo a costa del riesgo de corte). En segundo lugar, si la emergencia continúa, deben indicarle a Cammesa que pase todas o gran parte de sus máquinas a combustibles líquidos para liberar el uso de ese gas. Finalmente, se debe interrumpir el servicio de las industrias y estaciones de GNC que tienen contratos en firme.

"Se cumplió con todo, pero cuando se juntan un consumo récord y sostenido, con la caída de producción en Neuquén, difícilmente lo podés anticipar", explicó un miembro del equipo energético y puso la mirada sobre las productoras de Vaca Muerta. "Se llegó a perder más de 40 MMm3. Esto fue una situación puntual que vamos a analizar y si hay responsables habrá procedimientos sancionatorios", advirtieron.

"El 99,9% de los clientes residenciales no se vieron afectados. El sistema creo que funcionó relativamente bien. Lo que pasó en Mar del Plata y algunas localidades del sur obviamente es una excepción que hay que corregir, pero no es la media del país. Ayer dejó de perder presión el sistema y entre hoy, mañana y pasado se termina de normalizar", agregó a Forbes un alto funcionario de la cartera. 

¿Qué pasó en Vaca Muerta?

Como anticipó Forbes en exclusiva, los primeros cortes comenzaron el lunes frente a una baja de producción de varias plantas en la cuenca neuquina que ya venía desde el día viernes.

De producir algo más de 140 MMm3/d, se empezó a registrar una inyección de 137 MMm3/d desde el viernes y ya el lunes ese número bajó a 130 MMm3/d. Ahí las empresas difieren la explicación según el caso, pero en todas está presente la cuestión climática.

Los 14 grados bajo cero que llegó a registrarse en los yacimientos provocaron problemas con algunas válvulas en ciertos casos y en otros se generó una falla que disparó una serie de alarmas y obligaron a frenar la planta por motivos de seguridad.

"También suele pasar que se formen hidratos en el gas con frío extremo. Tiene una humedad que puede generar una especie de hielo que una especie de tapón. Se te puede hidratar el gasoducto o el gas de instrumento que alimenta a estos equipos. Obviamente que hay países como Rusia que producen con fríos más extremos, pero acondicionan sus instalaciones para eso", aclaró un ingeniero en petróleo con más de 10 años de experiencia en campo.

Más allá de estas fallas puntuales, el enojo del Poder Ejecutivo pasa porque la producción ya venía muy por debajo del nivel correspondiente, con caídas significativas respecto al año pasado y meses previos. 

"Tuviste baja inversión en la ventana de gas seco por problemas de rentabilidad relativa de petróleo y gas y conectaste menos pozos. Eso hizo que estuvieras con capacidad ociosa, a unos 10 MMm3/d de saturar capacidad de los gasoductos", precisó otro consultor.

Ese motivo refuta los cuestionamientos de la oposición, donde vincularon esta crisis de faltante con la demora en ciertas obras de expansión de transporte. El retraso pasa por las plantas compresoras del Gasoducto Norte, donde el gas nunca llegó en volúmenes correspondientes en estos días de emergencia.

Para tener referencia, el sistema de TGN se amplió para poder transportar unos 15 MMm3/d hacia el NOA y las obras que faltan incrementarían esa capacidad hasta 19 MMm3/d. Producto de esta crisis, TGN estaba operando con poco más de 10 MMm3/d, es decir, que tenía un tercio de este caño con capacidad ociosa dado que no le llegaba más gas.

Eso no quita que es una obra estratégica para atender la demanda de esta zona que sin dudas es la que mantiene el peor panorama, con la totalidad de industrias y estaciones de GNC (incluso las de contrato en firme) paralizadas completamente.

Más problemas aguas abajo

El sistema de transporte también reportó fallas graves en diversas plantas compresoras del sistema TGS, con una caída de unos 4,5 MMm3 en el nodo Huincul por un incendio en la planta de Río Neuquén.

"Tuviste problemas de compresión que sumados a la falta de inyección en Vaca Muerta y el consumo récord, te desinflaron el caño enseguida. A Mar del Plata no le llegaba el volumen que necesitaba y también tuviste problemas en hogares aledaños a la traza del Gasoducto Cordillerano", relata otra experimentada fuente.  

Con esta pérdida de presión, los hogares se desconectan automáticamente por seguridad y las zonas más afectadas suelen ser las afueras de las ciudades, donde la presión que llega es la menor. 

Para reconectarlo, lo ideal es que llegue una cuadrilla y purgue la cañería de todo el aire que ingresó. Pero como se tarda entre 5 a 7 minutos por casa y hay que reconectar una por una, muchas veces los vecinos no esperan e intentan reconectarse solos a pesar del riesgo que implica.

Acusaciones cruzadas

Como en toda crisis, la búsqueda de un culpable dispara reproches entre todas las partes. Ante la consulta de este medio con todos los actores involucrados en la cadena, las justificaciones difieren y apuntan a distintos responsables.

Algunos ponen foco en el error de pronóstico de demanda de las distribuidoras de gas, quienes tomaron más gas del que les correspondía y no cortaron a tiempo a otros usuarios interrumpibles.

"Hubo un error de planinicación, no pronosticaron bien su consumo y tampoco lo corrigieron durante el correr del día. Si tu residencial está tomando más gas, vos mismo tenés que avisarle a las industrias y a las usinas y los bajás vos. No necesitás a la secretaria de Energía", cuestionó otra fuente de la industria.

Por su parte, desde las distribuidoras sostienen que, en algunos casos, la amplia mayoría de sus clientes son residenciales y los cortes que pueden hacer a usuarios interrumpibles no alcanzan para solucionar el problema.

"Las grandes industrias le compran directo al productor de hidrocarburos. Y Cammesa va por afuera. Nosotros sólo tenemos ciertas usinas y muy pocas industrias. Yo me declaro en pre emergencia el día martes y no le puedo decir a un gran industrial que corte el consumo. Eso lo tiene que hacer el Comité de Emergencia y el Enargas tiene que dar la orden de cortar a los firmes", manifiestan.

Al mismo tiempo, en el caso de este tipo de industrias, el corte nunca es completo y demora varias horas o incluso días por el tipo de proceso productivo tecnificado que puede incluir altos hornos, en lo que se denomina en la jerga "rampa cero". 

Otros, en tanto, sostienen que el famoso "Comité" no actuó con la rapidez que hacía falta por un "problema de conducción". Ahí están todas las partes desde la Secretaría de Energía, el Enargas, Cammesa, Enarsa, el ENRE, las transportistas y distribuidoras. 

"Desde hace rato que no funciona coordinado el despacho eléctrico y de gas. Cada uno optimiza su parte. La distribuidora puede asignar los cortes dentro de los clientes, pero hay una actuación conjunta del gas natural y la generación térmica que pasa por el Comité. Son una serie de errores de conducción que demuestran la debilidad del manejo del sistema", critica otro conocido consultor.

Si se analizan todos los números de los reportes del Enargas que muestran los consumos diarios y la oferta entregada, se puede ver que los cuestionamientos tienen sentido, dado que recién el martes se redujeron al máximo los volúmenes para la demanda no prioritaria.

Las exportaciones de gas a Chile, por ejemplo, estaban en 6,5 MMm3/d, el lunes bajaron a 3,7 MMm3/d y el martes a 0,6 MMm3/d. La industria, por su parte, estaba consumiendo cerca de 32 millones y pasó a 27 el martes. Y Cammesa es el caso más finito que tomaba más de 22 millones y se bajó a 20. 

"Hace años que no despachábamos máquinas consumiendo los volúmenes de gasoil que se está dando en estos días. Hace una semana se está consumiendo entre 25.000 y 27.000 m3/día, el equivalente al cargamento de un buque cada dos días. Nuestros contratos del Plan GasAr cubren un consumo de cerca de 40 MMm3/día. Por lo tanto, estamos muy por debajo. Existe un buen número de máquinas (como las de boca de pozo o las que están ubicadas en el NOA) que no tienen posibilidad de consumir combustibles alternativos. Históricamente, el mínimo volumen de gas que necesitamos para que el sistema se mantenga operable de forma segura (con reservas de, al menos, el 8% de la demanda que estás atendiendo) era del orden de los 18/20 MM m3/día", se defienden desde Cammesa.

¿Cómo sigue la crisis?

El Comité de Emergencia resolvió mantener hasta las 14 horas del viernes 4 de julio las restricciones de suministro a estaciones de GNC e industrias, tanto en contratos firmes como interrumpibles.

Durante este período, se está aprovechando la disminución de la demanda residencial para presurizar el sistema y recuperar el linepack consumido, condición necesaria para garantizar la estabilidad del suministro en todos y cada uno de los puntos del país.

El viernes por la mañana, el Comité volverá a reunirse para evaluar los avances. En función de la situación en que se encuentre el sistema, se comenzará a liberar consumos de manera gradual: primero los contratos firmes y, en última instancia, los interrumpibles.

En Mar del Plata, según información oficial de la empresa Camuzzi, ya se logró restablecer el servicio a unos 2700 usuarios, la gran mayoría de los afectados.

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