Quienes compran productos de lujo —como carteras, bolsos o joyas— sienten el efecto de los cambios arancelarios a nivel global. Esta situación incluso impulsa el crecimiento del mercado de reventa de artículos de alta gama. Esa es apenas una de las conclusiones del sexto Informe Clair anual de Rebag, que analiza los precios del mercado secundario del lujo según las tendencias y la demanda de los consumidores.
"Entre las conclusiones más importantes del último año hay que destacar el impacto de los aranceles, porque cualquier ajuste en los precios del mercado primario repercute directamente en el mercado secundario", explicó Elizabeth Layne, directora de marketing de Rebag. "El efecto de los aranceles globales se siente con fuerza en la reventa y la posicionó como una alternativa no solo para conseguir mejores precios, sino también para acceder a ciertos productos.
Muchas veces hablamos del acceso a artículos que el mercado secundario permite y que no estaban disponibles para buena parte del público en el circuito tradicional. Marcas como Goyard, que no venden online, o Hermès, donde es prácticamente imposible entrar a una tienda y salir con un Birkin. Pero ahora hablamos de un acceso concreto a estas marcas, que ni siquiera circulaban tanto en el mercado primario por los aranceles y los problemas con las importaciones. También detectamos aumentos de precios en el mercado primario para compensar esos aranceles, y eso generó que haya claros ganadores en el mercado secundario", agregó.
No sorprende que Hermès se haya mantenido en el primer puesto desde la publicación del primer Informe Clair, un liderazgo que también explica el éxito de un fondo de inversión centrado en bolsos de esa marca. El valor de reventa subió 92% desde 2015, muy por encima del aumento en el precio original de Hermès, que fue del 43%.
En 2025, ocho modelos de Hermès se vendieron por encima de su precio de venta original. El Kelly Mini II encabezó la lista con un 282%, seguido por el Birkin Sellier con 183% y el Constance con 137%. Otros modelos emblemáticos como el Kelly, el Birkin, el Evelyne, el Constance To Go y el Picotin superaron el 110% de retención de valor promedio, probablemente por la escasez de unidades. Esto se debe, en parte, a los nuevos límites de compra, que restringen a cada cliente a un máximo de dos bolsos por año.
Si bien era esperable que Hermès mantuviera su liderazgo, lo de The Row, fundada en 2005 por Ashley Olsen y Mary-Kate Olsen, fue una sorpresa: entró por primera vez en la categoría de unicornio, con una retención del 97%. "Hay algunos nuevos líderes de inversión que son realmente interesantes", señaló Layne. El año pasado empezamos a hablar de The Row dentro de la tendencia del lujo discreto, pero su valor en el mercado de segunda mano se disparó. La demanda por este tipo de lujo se mantiene firme.
La discreción, como concepto, va más allá de las modas, y eso la vuelve muy efectiva en la reventa. No sorprende que un bolso con más de diez años siga teniendo demanda si el diseño es atemporal. La calidad y la artesanía también son claves en este segmento, y The Row pone el foco justamente ahí. Sus productos resisten el uso y, con el tiempo, mantienen su estado en muy buenas condiciones, algo que no ocurre con bolsos de fabricación menos cuidada, cuyo valor suele caer en el mercado de segunda mano. Además, el aura de misterio que rodea a The Row —sin campañas de publicidad ni presencia de influencers— refuerza la idea de exclusividad y lo mantiene como un objeto muy especial.
Otro favorito inesperado en 2025 fue Miu Miu, que tuvo su mejor año hasta el momento y alcanzó una retención promedio del 104%. "Algo que quizás nos sorprendió es que su retención de valor en general está por encima del 100%", expresó Layne.
Uno de los factores clave en las tendencias de reventa de este año fue el regreso de algunos modelos clásicos, como el Chloe Paddington, el Balenciaga Le City y el Celine Phantom. "Estos resurgimientos sin duda impulsan la demanda de sus versiones originales", explicó Layne. "Lo vimos al comienzo de Rebag con el Fendi Baguette y el Dior Saddle, y ahora vuelve a pasar con el retorno del Balenciaga Le City y el Celine Phantom. Estamos viendo un aumento en las búsquedas", sostuvo.
También volvió a escena la colaboración entre Louis Vuitton y Takashi Murakami, que multiplicó por seis el interés de búsqueda y superó el 130% de valor de reventa en sus estilos más codiciados. "Esto forma parte del fenómeno de nostalgia por los 2000, que fue muy fuerte el año pasado", agregó Layne. "Son bolsos de colección. Muchas personas recurren a la reventa para armar una colección con modelos específicos. LV Murakami atrae justamente a ese perfil de coleccionista, y por eso tiene tanta demanda. No podemos mantenerlos en stock", afirmó.
Según Layne, mientras el precio del oro seguía en alza, los valores de las joyas en el mercado secundario también se dispararon, especialmente en el caso de Van Cleef & Arpels y Cartier. "Ambas marcas crecieron año tras año; Van Cleef casi un 10%, Cartier alrededor de un 4% en términos de valor retenido", señaló. "Van Cleef funciona de manera similar a Hermès como marca: destaca por su artesanía y por un modelo basado en la escasez", dijo.
Layne también destacó un fenómeno particular vinculado a la cultura pop. Tras el anuncio del compromiso de Taylor Swift, varios relojes Cartier mostraron un incremento en la demanda. "Todos hablaban de su anillo, pero su reloj Cartier tuvo un lugar bastante visible en la foto del compromiso. Está claro que las tendencias culturales se reflejan con fuerza en el mercado secundario", agregó.
De cara a 2026, Layne anticipa que la competencia entre directores creativos en las principales casas de moda influirá en el mercado de reventa de artículos de lujo. "Celine y Chloe atravesaron cambios año tras año con sus nuevos directores de diseño, pero los más importantes llegaron mucho más tarde, así que todavía no se reflejan en el mercado secundario", explicó.
"Imagino que con Jonathan Anderson en Dior veremos algunas transformaciones. Gucci enfrentó ciertas dificultades, así que me interesa ver qué pasa allí y cómo Demna revitaliza la marca. Vimos mucho menos Chanel en el mercado secundario, pero ahora Chanel tiene un estilo más urbano y juvenil, que podría funcionar bien en este espacio. Es probable que algunos modelos vintage ganen protagonismo. El Chanel vintage siempre nos da buenos resultados, pero creo que se volverá aún más buscado si Matthieu Blazy empieza a recuperar algunos de los diseños originales", concluyó.
Nota publicada por Forbes US