Nicolás Vaquer, CEO de Pfizer: "En los próximos tres meses traeremos 19,5 millones de vacunas"
El CEO de Pfizer analiza el futuro de la pandemia: nuevas cepas, patentes, vacunas para niños y refuerzos. Y repasa cómo fue el inesperado conflicto con el Gobierno: “No nos pidieron pagos indebidos ni pedimos glaciares”.

¿Coincidís con los CEO de laboratorios líderes en el mundo que vaticinan que recién en octubre 2022 volveremos plenamente a la normalidad?

En todo el mundo, sí. La tasa de vacunación y la cantidad de vacunas disponibles son los factores claves para controlar la pandemia. A nivel global, Pfizer y BioNTech ya suministraron más de 1.600 millones de dosis en 130 países, y esperamos fabricar hasta 3.300 millones de dosis para finales de 2021 y 4.000 millones para fines de 2022. Es decir: se avanzó mucho, pero también falta porque el virus circula, muta y perpetúa el círculo. Pero un año es un plazo razonable.

Más allá del pánico por la cepa Delta, ¿finalmente las vacunas demostraron ser igual de efectivas a la hora de prevenir fallecimientos? 

Es difícil que las vacunas eviten el contagio, pero sí disminuyen mortalidad y hospitalizaciones. Los virus respiratorios mutan bastante, pero hoy vemos que las vacunas son eficaces. El otro tema es la duración en el tiempo, y ahí es donde se habla de refuerzos.

¿Hay temor de que haya cepas más agresivas que las vacunas puedan no controlar?

Con el ARN mensajero en 100 días podría haber nuevas vacunas, que por supuesto deberían ser aprobadas por los organismos. Ya sucedía con la gripe, que había vacunas para distintas cepas. 

De todas las hipótesis de por qué no se extendió el Covid en Asia, ¿cuál te resulta más probable? 

Hay teorías. La verdad es que sí, la teoría es que había cepas previas a este virus que inmunizaron a las poblaciones. 

¿Cuáles son las perspectivas y los temores de vacunar a niños cuando son el grupo etario menos afectado por el COVID? 

La vacuna de Pfizer y BioNTech hoy se encuentra aprobada para adultos mayores de 18 años y para adolescentes de 12 a 17 años. A fines de septiembre, se presentaron datos a la FDA, los estudios fase 2/3 en niños de 5 a 12 años, y estimamos que en los próximos meses se puedan presentar los datos correspondientes a partir de los 6 meses de edad

Pese al debate bioético que surgió durante la pandemia, el CEO global de Pfizer, Albert Bourla, reinvidicó el modelo de patentes frente a los pedidos de que en casos excepcionales como el de la pandemia fueran liberadas. ¿Compartís su visión? 

Bourla afirmó que es debido al modelo actual que laboratorios como Pfizer lograron producir la vacuna. Pfizer invierte US$ 9.400 millones al año en investigación y desarrollo de nuevos tratamientos y vacunas. En 2021, escalará a US$ 10.300 millones con 100 proyectos a nivel global.

Sabemos que las vacunas fueron la única solución para el Covid. ¿El debate pendiente es qué tan eficaces fueron los lockdowns y sus enormes costos económicos, sociales y educativos, como herramientas realmente efectivas para mitigar el virus? 

Es una respuesta difícil incluso con el diario del lunes. Depende de los parámetros podemos sugerir si fueron más o menos efectivos. En parte creo que fueron útiles. En la Argentina la historia hubiera sido otra si se saturaban las terapias intensivas. Aquí no pasó. Nos dio tiempo para achatar un poco la curva y reforzar el sistema de salud. El tiempo dirá si más o menos, son grises que habrá que ver. 

¿Cómo evaluás la gestión de la pandemia por parte del Gobierno? 

Es muy complejo. Tiene muchas aristas. Soy muy cauto a la hora de emitir una sentencia.

¿Cuáles son tus mayores críticas a esa gestión teniendo en cuenta que está en el 10% de los países con más muertos por millón, el 15% con menos horas de clases y el 10% con peores resultados económicos?  

Esos indicadores son correctos. Pero el Gobierno también tiene otros.  

¿Cuáles? 

Ahora analizan los marcadores de mortalidad incremental, es decir, la cantidad de fallecidos anuales por encima del promedio histórico. En ese caso, dicen, la Argentina no estaría tan mal en el ranking.  

Sin embargo, el resultado de las PASO parecieran indicar otra cosa...

El resultado de las elecciones ya es un tema mucho más complejo pero no me corresponde a mí analizarlo.

¿La Argentina tenía prioridad para recibir vacunas de Pfizer por haber participado en los ensayos clínicos? 

No. El estudio clínico es independiente del suministro comercial de la vacuna. Siempre fueron dos temas independientes. Pero, más allá de eso, siempre quisimos traer la vacuna al país. 

¿Qué beneficio implica para el país participar del estudio clínico? 

Uno, la contribución a la ciencia. Otro, para los pacientes que pudieron acceder a la vacuna en los estudios. Un tercer beneficio es el rol de Argentina a accesos de protocolos de alto nivel y capacitación de médicos. Y el otro es el económico: los estudios clínicos generan ingresos de divisas al país. Un tercio de la investigación en la Argentina proviene de la industria farmaceútica. En 2019, fueron $ 11.000 millones, y el año pasado Pfizer invirtió $ 360 millones en áreas como oncología, vacunas, infectología, cardiología y gastroenterología pediátrica. 

Se repitió mucho que Argentina tenía una prioridad para acceder a las vacunas, pero ahora confirmás que no era así. ¿Pero sí fuimos de los primeros países a los que se les ofreció la vacuna? 

No hubo ninguna prioridad vinculada a los estudios clínicos. Pero sí es cierto que Argentina fue de los primeros países a los que acercamos una propuesta para comprar vacunas. 

Para despejar toda duda, nos gustaría repasar todo ese proceso. ¿Cuándo empezó todo?

El principal objetivo de Pfizer fue ofrecer una solución médica al COVID-19 a través de la innovación. Cuando confirmamos que habíamos desarrollado una vacuna segura y eficaz en menos de un año, sentimos un inmenso orgullo y responsabilidad. Y compartimos la información con el Gobierno. 

En julio de 2020 fue tu primera reunión con el Presidente. Se difundió que parte de la génesis del conflicto entre el Gobierno y Pfizer fue que el entonces ministro de Salud, Ginés Gonzáles García, no fue convocado. ¿Te consta? 

No. Y no sabemos qué pasó por la cabeza del ministro en ese momento. Nosotros manejamos la información con cautela y, cuando fuimos a ver al Presidente con la buena noticia de la vacuna, por supuesto que el Ministerio de Salud también estaba al tanto

¿Cómo siguió la charla de esa reunión? ¿El interlocutor pasó a ser Ginés?

Sí, y parte de su equipo.

¿Les pidieron que parte de las vacunas se fabricaran en la Argentina, como luego pasó con Richmond-Sputnik?

Sí. Pero Pfizer estaba priorizando la velocidad: llegar lo antes posible a todo el mundo. Porque estas transferencias de tecnología que Argentina tiene en su plan estratégico llevan tiempo.

¿Este fue un primer impedimento para que se trabaran las conversaciones? 

No. 

¿Y qué pasó? 

Hicimos dos ofertas, la primera por 13 millones de vacunas en julio, otra en octubre por la misma cantidad, y la última ya en abril de 2021, con la que pudimos avanzar. 

¿En qué momento les dejaron de responder? 

En ningún momento. A veces los plazos se extendían más, pero el diálogo fue constante. 

Pero Pfizer es el primer laboratorio en obtener la vacuna. ¿Por qué en ese contexto se extenderían los plazos de respuesta? 

Es una pregunta para el Gobierno. Nosotros queríamos avanzar lo antes posible. 

¿A partir de cuánto se podría acceder?

A partir de diciembre. 

¿Con cuántas? 

El esquema de entregas forma parte del acuerdo de confidencialidad de la negociación. A partir de diciembre empezamos a distribuir con volúmenes bajos en América Latina. 

Si todo hubiera sido diferente, ¿cuándo podría haber recibido Argentina las 3 millones de vacunas? 

Tenemos un cumplimiento contractual del 99%. Y siempre estuvimos en esos niveles.

¿Pfizer no tuvo demora en las entregas?

No. México y Chile fueron las primeras en recibirlas porque fueron los primeros contratos en firmarse en la región. En el momento en que estábamos en conversaciones con el Gobierno, la vacuna aún no existía. Teníamos un proyecto de vacuna. Pero, con el paso del tiempo, en algunos países se pudieron cerrar acuerdos rápido y en otros no. 

¿En algún momento se contactaron del Gobierno, del Ministerio o de la Cámara de Diputados para adelantarles el proyecto de ley, para analizar alguna potencial incompatibilidad con esa consistencia requerida por Pfizer? 

El contacto fue simultáneo al tratamiento de la ley. Y hubo modificaciones en tiempo real que no pudimos advertir antes.

Pero ¿pudieron plantearle al Gobierno que si ponían “negligencia” no se aprobaría? 

Eran varios temas, era más complejo que ese punto. 

¿Pfizer exigía garantías del Estado? Incluso hace unos días, cuando el conflicto con el Gobierno ya quedó en el pasado, un asesor de Axel Kicillof, Jorge Rachid, insistió que Pfizer pretendía glaciares y recursos naturales.

Nunca. Pfizer no tuvo, tiene ni tendrá interés, ningún interés, en bienes naturales, económicos o culturales o reservas de la Argentina

¿Entonces no pidieron los glaciares? 

No. 

¿Cómo te afectó verte obligado a explicar que Pfizer no pedía un glaciar? 

Fue complejo. Se hablaron muchas cosas que no fueron ciertas.

¿Por ejemplo?

Siempre priorizamos el diálogo con el Gobierno a responder en público. Pero, cuando se empezó a mencionar lo de pagos indebidos, tenía una gravedad institucional que requería una aclaración. 

Pero la información de que pedían un glaciar surgía del propio gobierno con el que seguían negociando. 

El Gobierno es grande. Nosotros preferimos concentrarnos en los diálogos con la doctora Carla Vizzotti y con Vilma Ibarra, con quienes tuvimos un diálogo cooperativo. 

Esto sucedió luego de que Ginés tuvo que renunciar por el vacunatorio VIP. ¿Desde ese momento el diálogo empezó a encaminarse? 

Digamos que finalmente logramos resolverlo con Vizzotti e Ibarra.

Pero ¿a qué atribuyen desde la empresa que se haya producido este conflicto cuando Pfizer tenía un bien escaso, requerido por el mundo, al que Argentina podía tener acceso? 

Todo pasó por primera vez en un contexto de pandemia. El Gobierno tuvo que tomar muchas decisiones inéditas en un contexto inédito. 

¿Con cuántos países Pfizer firmó un acuerdo por vacunas? 

130.

¿En qué otros países pasó lo mismo que en Argentina? 

Brasil tuvo negociaciones largas. 

¿Tuvo muchas similitudes? ¿Brasil dilató las conversaciones y el acuerdo llegó tarde? 

No conozco los detalles, pero sé que hubo que recorrer un camino. ¿Y los otros 128 países? No sé cada detalle. 

¿En cuántos países el CEO de Pfizer local tuvo que comparecer en el Congreso de un país para explicar por qué no había vacunas o si hubo pagos indebidos o si requerían glaciares? 

En Brasil fue al Parlamento. 

¿Cómo te impactó la foto del Presidente en Olivos? 

Más allá del gobierno de turno y las coyunturas, Pfizer está en el país desde 1956. Y, más allá de todo lo que se habló este último año y medio, queremos destacar nuestro compromiso con el país. Desde el comienzo de la pandemia, nuestra planta en Villa Soldati garantizó el suministro: el 65% del total de unidades manufacturadas en la planta se destinan al mercado local, el 25% a exportaciones a países de la región, y el 10% restante a servicios para terceros locales.

 ¿Y a nivel personal cuál fue el momento más crítico en todo este proceso? ¿Qué lección compartirías con otros CEO o directivos? 

Cuando se hablan de todos estos temas, como pagos indebidos, uno nunca se imagina en ese nivel de exposición. Me ayudó el rol del Comité de Crisis que creamos, con miradas diversas que permitieron salir del fuego de la situación y ver todo con más frialdad.

 Cuál fue la decisión más difícil que tomó el Comité de Crisis? 

Cuál era la mejor manera de responder o de presentarse ante el Congreso. Si hacerlo personalmente o por escrito. Hasta dónde responder. Esa fue la decisión más difícil a nivel global, porque lo que pasara en la Argentina podía replicarse en otros países.

¿El CEO global preguntó por este tema? 

Su segunda sí. Pero siempre estuvieron al tanto en tiempo real para que Nueva York participara en la toma de decisiones. 

Si Argentina hubiera aprobado la ley antes, o si el DNU se hubiera aprobado antes, ¿cuándo hubiera recibido Argentina las primeras dosis? 

No lo sé.

El 8 de abril, Chile ya tenía casi 2 millones de vacunas de Pfizer. Uruguay, medio millón. De las 13 millones de vacunas ofrecidas en julio y octubre, ¿el Gobierno podría haber tenido 3 millones en marzo?

Eran propuestas de entregas por Pfizer cuando no había vacunas disponibles. No podemos extrapolarlo a qué hubiera pasado.

Pero ¿cuál fue la tasa de cumplimiento de Pfizer? 

99%.

¿Cuál es el mayor aprendizaje personal? 

Rodearme de gente con perspectivas distintas y fundamentadas que enriquecieron mucho la decisión. Responder o cómo responder a la citación del Congreso fue un ejemplo. 

¿De qué error te arrepentís o pudiste aprender? 

No se me ocurre. Uno toma decisiones con la información disponible. Y a veces no hay respuestas correctas o incorrectas sino caminos o direcciones. Evaluamos esos riesgos. 

¿Cómo quedó el vínculo con el Gobierno y cuántas vacunas llegarán antes de fin de año? 

El vínculo está bien. Pfizer tiene 65 años en el país y nuestro compromiso por el desarrollo lleva décadas. Con respecto a las vacunas, ya entregamos 580.000 y llegarán 19,5 millones de dosis de aquí a fin de año.