La gran apuesta del robotaxi: la carrera de un billón de dólares para reemplazar a los conductores de Uber
Las pruebas comerciales ya se expanden en diversas ciudades y anticipan un cambio profundo en la movilidad urbana. Las grandes tecnológicas pelean por quedarse con el futuro del transporte.

Sarwant Singh Colaborador

El uso comercial de los robotaxis, que para muchos era pura ciencia ficción, no solo sorprende. También obliga a mirar en perspectiva el avance que alcanzamos desde la aparición del auto de pasajeros moderno, hace poco más de un siglo. ¿Y ahora qué? ¿Aviones sin piloto? ¿Taxis aéreos personales? Yo, en tu lugar, no lo descartaría. Por lo pronto, los taxis autónomos ya circulan entre nosotros.

Durante más de diez años, la ambición detrás de los robotaxis se movió entre la posibilidad y la incertidumbre. Las salidas de Uber y GM del mercado reforzaron esas dudas. Sin embargo, hoy esa tecnología empieza a consolidarse, con servicios operativos en casi 25 ciudades del mundo. Aunque todavía está lejos de volverse una opción masiva —solo San Francisco y Phoenix en Estados Unidos, y Wuhan en China, cuentan con operaciones comerciales consolidadas—, otros países y empresas avanzan a paso firme.

Está previsto que Pekín, Singapur y Dubái lancen sus servicios antes de fin de año, mientras que Tokio, Suiza y Turquía ya están en fase de pruebas y planean su puesta en marcha poco después. Con el respaldo del mercado y los planes de expansión en marcha, los analistas de MarketsandMarkets estiman que los robotaxis estarán presentes en más de 100 ciudades del mundo para 2035. Si eso ocurre, marcará un punto de inflexión en la forma en que nos movemos en las ciudades.

Robotaxis de Waymo

Mi equipo de movilidad en MarketsandMarkets predice que la flota global de robotaxis superará los 900.000 vehículos para 2035, con un valor de mercado estimado en unos US$ 100.000 millones. Solo en Estados Unidos, se espera que el número de robotaxis pase de los más de 2.200 actuales a más de 250.000 para ese mismo año. 

Esta expansión tendrá como motor las inversiones de gigantes del sector como Waymo, Tesla y Zoox. En paralelo, China también se prepara para un salto fuerte en este segmento. Según las proyecciones, su flota de robotaxis crecerá casi cien veces: de unos 4.500 vehículos hoy, pasará a cerca de 550.000 para 2035.

Podría decirse que estas proyecciones son conservadoras. Así lo planteé con mi equipo. Con más de 30 millones de taxis en servicio hoy y unos 2.000 millones de autos en circulación estimados para 2030, una flota de apenas un millón de robotaxis suena modesta. Sin embargo, deja en claro que, una vez que se definan las regulaciones y la tecnología demuestre estar a la altura, el crecimiento podría ser contundente.

Mercado global de robotaxis: mapeo urbano. Markets and Markets.

Por supuesto, el escenario actual es muy distinto. Hoy, solo unos pocos referentes lideran el sector, aunque se espera un cambio fuerte en los próximos años. Waymo ya se volvió sinónimo de robotaxis gracias a su escala operativa. Según el último dato disponible, la empresa gestionaba más de 250.000 viajes semanales. Se ganó la confianza tanto de los organismos reguladores como del público. 

Así lo demuestra su reciente aprobación para operar servicios hacia el Aeropuerto Internacional de San José, además de los que ya ofrece en el Aeropuerto Internacional Phoenix Sky Harbor. A nivel global, la tendencia es similar. Algunos jugadores ya comenzaron a operar y otros avanzan con rapidez. En China, entre las compañías consolidadas aparecen WeRide, Baidu Apollo Go y Pony.ai. También hay actores emergentes como Didi, Momenta, Xpeng y Lotus. Todas aplican estrategias comerciales agresivas, precios competitivos y eficiencia de costos para crecer.

También se destacan propuestas novedosas. Zoox, por ejemplo, desarrolló un robotaxi rectangular, sin volante ni pedales, que ofrece una mirada innovadora —aunque para muchos inquietante— sobre cómo podría ser la movilidad en las ciudades. 

Tesla, por su parte, busca sumarse a esta tendencia con su próximo robotaxi Cyberhub y empujar aún más los límites. Todo indica que el mercado de los robotaxis está en pleno auge. En poco tiempo, más empresas como May Mobility, Mobileye, Wayve y Nuro estarán activas. El resultado será una competencia cada vez más intensa, que modificará de forma profunda la forma en que nos movemos en las ciudades.

De nicho a alcance nacional: ¿Hacia dónde van los robotaxis?

Hace unos años, los robotaxis eran un tema que solo se discutía en algunas zonas de Estados Unidos o China. Hoy, el interés cruzó fronteras y ya forma parte de las conversaciones sobre movilidad en Medio Oriente, Japón y Corea del Sur, lo que refleja su avance y potencial comercial. 

Los tres principales operadores chinos —WeRide, Baidu Apollo Go y Pony.ai— buscan afianzarse en mercados como Medio Oriente y Europa, con presencia prevista en Alemania, Reino Unido y Luxemburgo. Lo hacen a través de alianzas estratégicas, pese a las trabas regulatorias que todavía frenan su expansión en el continente europeo. Además, WeRide apunta al mercado del Sudeste Asiático, donde el negocio del taxi ofrece una oportunidad clave para crecer.

Los líderes del mercado de robotaxis ya no se enfocan solo en las grandes capitales. También avanzan en ciudades de segunda línea, lo que marca el paso de las pruebas piloto a una fase de comercialización más amplia. Waymo, Zoox y Tesla amplían su presencia en Estados Unidos con operaciones previstas en Miami, Seattle, Nevada y Arlington. En paralelo, las compañías chinas expanden sus servicios en ciudades clave como Suzhou, Hangzhou y Guangzhou, tanto de primer como de segundo nivel.

Se estima que la primera ola de comercialización generará cerca del 90% de los ingresos en América del Norte y Asia. China concentraría alrededor del 60%, aunque será América del Norte la que lidere en términos de ingresos potenciales totales. Esta diferencia se explica, en parte, por las tarifas promedio más bajas que rigen para taxis y robotaxis en China.

La fórmula del crecimiento: ¿Qué impulsa el mercado de los robotaxis?

Varios factores explican el avance del mercado de los robotaxis comerciales. Entre ellos, se destacan los progresos en la tecnología de conducción automatizada de nivel 4, la baja en el costo de sensores como LiDAR, radares y cámaras, una mayor flexibilidad regulatoria y la aparición de modelos de negocio sostenibles.

Los robotaxis ya muestran una ventaja clara en términos de costos frente a los taxis tradicionales. Al prescindir de conductores humanos y reducir el gasto por kilómetro, logran ofrecer tarifas más competitivas. En ciudades chinas como Wuhan, por ejemplo, los precios por kilómetro llegan a ser entre un 30% y un 60% más bajos que los de los taxis convencionales.

El punto de quiebre para este tipo de servicios llegará cuando sus tarifas sean, de forma generalizada, más bajas que las de los taxis tradicionales. Hoy, aún están por encima. Un viaje promedio en robotaxi en Estados Unidos cuesta cerca de US$ 20 por 6 kilómetros, frente a los US$ 15 de un viaje similar en Uber. Se proyecta que esa diferencia podría revertirse hacia 2030.

Mientras tanto, otras condiciones comienzan a madurar. Las alianzas estratégicas con empresas de transporte compartido, junto con los avances en conectividad 5G y tecnologías V2X, están creando el escenario para que los robotaxis se conviertan en una opción viable y masiva.

Carrera por el dominio: los operadores chinos toman la delantera

Como era previsible, las empresas chinas de robotaxis están superando a sus competidoras estadounidenses. Lo hacen con estrategias de precios agresivas, planes de expansión urbana bien definidos, costos de hardware más bajos y una capacidad de escalar rápidamente gracias a alianzas que les permiten avanzar más allá de su mercado local.

Este crecimiento también responde al respaldo estatal. Subsidios, autorizaciones rápidas y zonas de prueba exclusivas les ofrecen una ventaja considerable frente a operadores de otras regiones. Así, Baidu Apollo Go, WeRide y Pony.ai se posicionan por delante en términos de adaptación y presencia de mercado. Aprovechan el impulso de haber sido los primeros en moverse, una ventaja que podría terminar por influir en las tarifas de los robotaxis y en los márgenes de rentabilidad a escala global.

El código de comercialización que revelan los operadores de transporte

El interés por las alianzas entre empresas de robotaxis y los grandes operadores de movilidad viene creciendo con fuerza. Casi todos los jugadores del sector buscan asociarse con plataformas como Uber, Lyft o Grab, con el objetivo de sumar una base de usuarios ya establecida y garantizar una cobertura amplia.

Uber, por ejemplo, invirtió más de US$ 300 millones en la alianza entre Lucid Motors y Nuro. Por su parte, Grab destinó una cifra no revelada a WeRide para fortalecer sus operaciones de robotaxis y lanzaderas autónomas en el Sudeste Asiático.

Estas asociaciones serán clave para ampliar el alcance de los servicios y acelerar su adopción. También les permitirán a los operadores expandirse con mayor velocidad, optimizar el uso de sus flotas y bajar los costos de adquisición de nuevos usuarios. En ese contexto, los servicios de agregación se perfilan como el eje de la próxima etapa de crecimiento global del sector.

Ecosistema de la industria de robotaxi. Markets and Markets.

¿Las regulaciones favorables permitirán la comercialización masiva?

El panorama regulatorio para los robotaxis sigue siendo fragmentado. Algunos países como China, Alemania y Japón ya cuentan con marcos nacionales claros y políticas definidas. En cambio, regiones como Estados Unidos y el Reino Unido enfrentan dificultades por adoptar un enfoque descentralizado.

Las diferencias también se notan en los procesos de certificación, los incentivos y la normativa general. China lleva la delantera con procedimientos específicos para aprobar vehículos autónomos y normas estrictas sobre localización de datos. Alemania y Francia avanzan con programas consolidados de pruebas y regulación sobre privacidad.

Estados Unidos, en cambio, opera bajo un mosaico de políticas estatales, sin un sistema nacional unificado para seguros o permisos. Esta falta de coherencia genera incertidumbre y convierte a la estandarización global en una prioridad urgente para las empresas que buscan expandirse sin tropiezos y cumplir con las exigencias de cada mercado.

Más que solo tarifas: cómo aprovechar ingresos ocultos

Los modelos de negocio vinculados a los robotaxis están evolucionando más rápido de lo que se preveía. Se diversifican con rapidez y abren nuevas oportunidades de propiedad, ingresos y escalabilidad. Empresas como Waymo y Pony.ai ya ofrecen movilidad autónoma como servicio desde sus plataformas actuales. 

Tesla, en cambio, impulsa una red de robotaxis entre pares, inspirada en su modelo de carsharing, que permite a los usuarios transformar sus vehículos inactivos en fuentes de ingreso. Otros esquemas también empiezan a tomar forma. Baidu planea ofrecer alquiler de robotaxis en Pekín a través de su app CAR, mientras que Waymo y Wayve comenzaron a vender su tecnología de conducción autónoma a fabricantes como Toyota y Nissan, para integrarla en autos de uso privado. 

Estos modelos innovadores no solo diversifican las fuentes de ingresos, sino que también sientan las bases para un crecimiento sostenido y una mayor diferenciación en el competitivo mundo de la movilidad autónoma.

¿Se sostienen solos? El desafío financiero de los robotaxis

El futuro financiero de los robotaxis luce prometedor, impulsado por la baja de costos y los avances tecnológicos. Según proyecciones de MarketsandMarkets, el costo directo por kilómetro en Estados Unidos bajará de US$ 2,31 actuales a apenas US$ 0,43 hacia 2035

En China, el descenso sería aún más pronunciado: de US$ 0,67 a unos US$ 0,25 por kilómetro, gracias a la producción local, el abaratamiento del hardware y nuevas formas de operar las flotas. Waymo, por ejemplo, trabaja para reducir la complejidad de sus sensores. Zoox ya entró en la etapa de producción en masa y Baidu apuesta por escalar su fabricación a través de desarrollos internos. Todo esto apunta a un escenario en el que los robotaxis puedan sostenerse con procesos altamente eficientes y escalables.

Un análisis financiero realizado por MarketsandMarkets indica que los operadores de robotaxis en Estados Unidos alcanzarían el punto de equilibrio tras recorrer unos 160.000 kilómetros, lo que equivale a unos tres años de operación. La rentabilidad aumentaría de forma notable después de 2030, cuando se eliminen los costos asociados a los conductores de seguridad y se logre una mejor utilización de las unidades.

En China, ese equilibrio llegaría antes: tras unos 110.000 kilómetros o cerca de 3,5 años. La diferencia se explica por los menores costos operativos y del vehículo en ese país. En Estados Unidos, el umbral es más alto debido a los mayores desembolsos iniciales.

De todas formas, en China el punto de equilibrio podría alcanzarse aún más rápido si las tarifas promedio fueran más altas. Sin embargo, el precio bajo de los viajes en el mercado tradicional de taxis limita esa posibilidad. Seguir bajando los valores podría frenar la adopción de robotaxis y afectar la rentabilidad del negocio.

Conclusión

Los robotaxis ya dejaron atrás la fase experimental y se integran, cada vez más, a la vida real. Ese aire de futurismo que los rodeaba empieza a desvanecerse, porque su llegada como opción cotidiana de transporte para millones de personas está cada vez más cerca. Con tarifas más bajas, menos accidentes y una accesibilidad mejorada para quienes históricamente quedaron al margen del transporte tradicional, todo indica que su adopción masiva no es una cuestión de si ocurrirá, sino de cuándo.

 

Nota publicada por Forbes US