Durante los últimos días, varias empresas fintech y sus respectivos dueños criticaron abiertamente a provincias y gobernadores por el incremento de la presión tributaria sobre el sector. El caso más destacado es el de Santa Fe donde la alícuota por Ingresos Brutos para Proveedores de Servicios de Pago (PSP) pasó del 5% al 9% en el Presupuesto 2025. Esto afecta directamente a billeteras virtuales y prestadores financieros como Mercado Pago, Ualá y plataformas cripto.
Desde el sector ven este aumento de la presión tributaria como un freno a la digitalización de la economía. "Es un peso extra que se aplica sobre las personas y comercios que optan por pagar o cobrar con medios electrónicos", afirman desde la Cámara Argentina Fintech, que agrupa a las compañías del segmento. Y agregan: "Las herramientas existentes, disponibilizadas por múltiples actores del sistema financiero tecnológico, han demostrado ser accesibles, de uso sencillo y de adopción masiva. No es un tema de disponibilidad ni capacidad de uso, sino de viabilidad ante la carga tributaria".

Tras el comunicado general, varias empresas y fundadores de compañías fintech salieron a marcar su postura. "La reciente suba del impuesto sobre los Ingresos Brutos (IIBB) en Santa Fe y otras provincias afecta a consumidores y PyMEs, encareciendo productos y servicios y poniendo en riesgo miles de negocios que sostienen la economía local", comentan desde Mercado Libre en un texto titulado "Basta de Ingresos Brutos". Y suman: "Este impuesto es injusto: grava el total facturado, no las ganancias, y genera un efecto cascada que aumenta los precios. Además, su gestión impone costos administrativos innecesarios que frenan el crecimiento de los comercios. En lugar de avanzar hacia un sistema impositivo más simple y justo, estas medidas perjudican a quienes producen, comercian y consumen. Desde Mercado Libre creemos que es hora de reducir la carga impositiva y priorizar a las familias, PyMEs y productores para impulsar el desarrollo económico".
Por su parte, Pierpaolo Barbieri, cofundador y CEO de Uála, remarcó que "le parece absolutamente loco que haya provincias que suban Ingresos Brutos para billeteras". "Es como si quisieran desincentivar la digitalización e incentivar el trabajo en negro. Creo que los políticos no entienden que Ingresos Brutos, un impuesto a la facturación y no a la ganancia, es nefasto. Crea incentivos claros a no declarar actividad y ahuyenta a emprendedores, inversores, y más. Y en vez de bajarlo, lo suben. Ridículo. Tiene mas sentido Ganancias provinciales, tal como en USA, que IIBB. Mejores incentivos. Y sensatez en el gasto, obviamente", indicó Barbieri al respecto.
Finalmente, Sebastián Serrano, cofundador y CEO de Ripio, también se refirió al tema, dejando ver que el tema también afecta a las billeteras cripto. "Esto es consecuencia directa de las restricciones que impone la Constitución Nacional en Argentina, que reserva ciertos impuestos clave, como IVA o Ganancias, al Estado Nacional. Esto limita las herramientas tributarias de las provincias, que recurren a impuestos distorsivos como Ingresos Brutos para financiarse", aseguró Serrano. "Si las provincias fueran más libres para diseñar sistemas impositivos propios, como sucede en Estados Unidos, podrían competir entre sí para atraer inversiones, emprendedores y talento, eliminando tributos perjudiciales y apostando por sistemas más eficientes. Este federalismo más competitivo podría beneficiar enormemente al país. La verdadera solución pasa por una reforma fiscal profunda que permita a las provincias depender menos de la coparticipación y diseñar impuestos que promuevan desarrollo económico en lugar de espantarlo", concluyó el cofundador de Ripio.
El impacto de Ingresos Brutos sobre el sector fintech
Desde la Cámara Argentina Fintech destacan que Ingresos Brutos es un impuesto distorsivo y voraz, dado que se tributa sobre los montos facturados y no sobre la utilidad. "Esto significa que una empresa, aunque perdiera dinero, debe pagarlo. En los últimos meses, algunas Provincias optaron por subir alícuotas para sumar más presión impositiva, que en algunos casos llegan al confiscatorio 16,5%", destacan al respecto.
En esa línea, desde la Cámara destacan que el impacto de estas medidas se extienden a toda la economía, generando:
1. Encarecimiento de los servicios financieros y de pago para comerciantes y consumidores.
2. Incremento en el costo del crédito, lo que afecta directamente la capacidad de emprendedores y PyMEs de acceder a financiamiento.
3. Pérdida de competitividad de las jurisdicciones, desalentando inversiones y dificultando la generación de empleo en sectores estratégicos.
4. Riesgo para la sostenibilidad de empresas tecnológicas que han realizado importantes inversiones en innovación y desarrollo.