El precio de los pasajes aéreos en la Argentina fue desde siempre un tema de discusión entre quienes planean un viaje al exterior. Las diferencias que se encuentran entre los valores que se manejan en los diferentes países de la región son muy marcadas y, más allá de una cuestión de distancias, los costos en países vecinos son inferiores.
Un relevamiento elaborado por la Fundación Ecosur, dependiente de la Bolsa de Comercio de Córdoba, le puso cifras a estas diferencias, y muestra que los precios de los pasajes al exterior desde la Argentina son los más caros de la región.
El estudio -que se realizó entre el 28 y el 30 de julio pasado, para un pasaje que incluyera un bolsode mano y un carry on- toma como referencia un pasaje en Economy, ida y vuelta a Miami, para octubre próximo. Y allí las diferencias que surgen son importantes.
La primera comparación que se hace tiene que ver con los precios finales, y allí la Argentina marca muchas diferencias con el resto. Según la Fundación Ecosur, un vuelo entre Ezeiza y Miami cotiza en torno de los US$ 1123, muy por encima de los US$ 534 que habrá que pagar desde San Pablo (el segundo más caro de los cinco destinos relevados). Los otros tres escalones están ocupados por Santiago de Chile (US$ 457), Lima (US$ 448) y Bogotá (US$ 384).
Si bien en esta medición tiene una clara influencia la distancia recorrida, las diferencias también se hacen notar a la hora de medir el costo del vuelo por cantidad de millas recorridas. Y aquí también la Argentina ocupa el primer lugar. El trabajo de la Fundación Ecosur muestra que quienes viajen desde aquí pagarán US$ 0,127 por milla, el mismo valor que aquellos que lo hagan desde Bogotá. En el otro extremo aparece Santiago de Chile, con US$ 0,055 por milla.
Otro punto interesante para analizar es el de los impuestos que pesan a la hora de calcular el valor final de los pasajes. En la Argentina es fuerte, con un 38% del total, aunque si se observan los cinco países analizados aparece exactamente en el medio. Por encima aparecen Bogotá (45%) y Lima (46%), y por debajo San Pablo (16%) y Santiago de Chile (24%).
Estos números dejan en claro que, si bien el peso de los impuestos en el costo final es importante a la hora de determinar el valor final de los pasajes, no terminan de ser absolutamente definitorios. Todo tiene que ver con una cuestión de mercado, lo que lleva también a las líneas aéreas a determinar sus valores en los distintos puntos, dependiendo de variables como la demanda o el costo -no solo financiero- de llegar hacia determinada ciudad, entre otros.
El caso de Lima, por ejemplo, es uno de los más notorios. Los costos por milla se encuentran en el medio de los cinco destinos de partida analizados (con US$ 0,086), pero allí los pasajes tienen un componente impositivo más alto que en el resto, al punto que llega casi a la mitad. En la Argentina se paga un 38% de impuestos sobre el total de los tickets, pero el costo por milla es de US$ 0,127.
Esto quiere decir que, siempre tomando como base este estudio, el "precio puro" -sin tomar en cuenta los impuestos- de los pasajes en la Argentina es de los más elevados de la región.

Incluso pese a estos costos, la salida de turistas argentinos al exterior creció con fuerza en lo que va del año. En los primeros seis meses de este año se registraron 7.354.435 viajes de argentinos, lo que representa un aumento del 61,9% con respecto al mismo período de 2024, el máximo registro en nueve años.
Este incremento en los viajes al exterior se debe en parte a factores como la diferencia cambiaria y la búsqueda de mejores precios en otros destinos, con especial predilección por destinos como Brasil, Chile y Paraguay.
Y de la mano de estos movimientos, también vienen sufriendo las reservas del Banco Central. En el primer semestre de este año, de hecho, el déficit turístico superó los US$ 2.300 millones, con un egreso de US$ 3.034,4 millones tan solo en los aeropuertos de Ezeiza y Aeroparque, frente a un ingreso de US$ 1.312,8 millones de turistas extranjeros.
Además, algunas estimaciones privadas proyectan que el déficit de divisas por turismo podría superar los US$ 10.000 millones para finales de 2025.