De empresaria de galletitas a coach y mentora de negocios
Al frente de AlumbraLab y directora de un programa de educación ejecutiva en la Udesa, Fabiana Mejalelaty recientemente lanzó su libro "Diseño de Vida. Creación de tu propio emprendimiento (Editorial Temas)", una guía para quienes deseen dar un salto definitivo en sus vidas.

De dueña de una empresa de galletitas a proveedora directa de multinacionales como Starbucks y McDonald's. Así fue la trayectoria laboral de Fabiana Mejalelaty hasta que un día dejó todo para ayudar a otros a alcanzar sus objetivos profesionales: poder lograr un ascenso, independizarse o incluso diseñar una empresa propia. Esta tarea hoy la realiza bajo el paraguas de AlumbraLab, su emprendimiento que en 2021 facturó $ 6 millones y para este año estima el doble.

“Este proyecto se fue gestando de a poco, a medida que fui tomando la decisión de vender la empresa de cookies. En mi oficina de la fábrica comencé a tener sesiones de mentoreo con personas que, en su mayoría, me conocían y confiaban en mí. Luego me ofrecí como voluntaria en una fundación para coachear ad honoren a emprendedores, trabajo que también repliqué con alumnos de la Universidad de San Andrés (UdeSA), donde actualmente soy directora de un programa de Educación Ejecutiva. Así fui forjando mi confianza, refinando mi propuesta y validando la necesidad de ayudar a los demás para que logren sus metas”, relata esta licenciada en Economía que posee un MBA de la Universidad de Chicago y también es Coach Ontológica y Practitioner en PNL.

Fabiana Mejalelaty

“Una vez vendida la empresa al 100%, comencé algunos programas adicionales de formación como el MIT Innovation Bootcamp y, en paralelo, continué sumando clientes gracias al boca a boca. Al tiempo decidí que este era el camino a seguir y armé un plan estratégico de cómo lograr mis objetivos en 12 meses. A fines de 2019 comencé con un blog dónde compartía mi forma de ver y pensar los negocios y ya a principios del 2020 lancé mi página web con el capital de la venta de mi empresa anterior. Desde ahí, ayudo a lanzar, profesionalizar y escalar negocios (Business Growth Coach) a través de clases online, ebooks y mentorías grupales e individuales. Esa inversión insumió unos $ 300.000 más el 20% de la facturación que ingresaba”, precisa Mejalelaty, quien también acaba de lanzar su libro Diseño de Vida. Creación de tu propio emprendimiento (Editorial Temas), una guía para quienes deseen dar un salto definitivo en sus vidas, diseñándolas a su medida, no solo invitando a que cada uno profundice respecto a donde está parado y hacia donde querría llegar, sino que aporta infinidad de ejercicios prácticos que funcionan como vehículo para allanar ese camino.

Consultada acerca de los niveles de facturación respecto a su empresa anterior, responde que “al ser servicios, tengo una mayor rentabilidad. Si facturase menos, invertiría en el proyecto hasta lograr la facturación que deseo siempre ajustando mi propuesta de valor para que sea algo que la demanda esté dispuesta a pagar”.

 

Pese a todo su background en gerenciamiento, modelos de negocio y ecuación económica y los errores que cometen muchísimos emprendedores que fracasan, la mentora reconoce que en los inicios tuvo que afrontar varios retos. Entre ellos, pasar de la idea a una web, lanzar los primeros productos, soltar el perfeccionismo y basarse en la frase “mejor hecho que perfecto”.

Pero, sobre todo, soltar la grandilocuencia de sus “ideas fantásticas” versus el dar pasos pequeños, medianos, grandes y avanzar. 

“Siempre es más fácil soñar que bajar a tierra las ideas y convivir con las limitaciones de la realidad. De hecho, soñaba con una página en una plataforma que me permitiera automatizar miles de procesos, pero con el tiempo supe que ella automatiza la mayoría pero no todos. También fantaseaba con dedicar la mayor parte de mi tiempo a producir contenido y a publicarlo. Sin embargo, eso no fue posible porque la gran responsabilidad de los emprendedores es vender siempre”, subraya la economista.

Superada esa instancia, hoy la ocupan otros desafíos. “Aplacar mi tendencia a ser workaholic y dejar tiempo para mis afectos y mis amistades es uno de ellos. Otro, enfocarme en mis propias estrategias y dedicarles tiempo. Por ejemplo, uno de mis objetivos es exportar y sé perfectamente el plan de acción que debo aplicar. Pero no libero mi agenda para ejecutarlo. Otra de mis metas es ser speaker y no tomo acciones para lograrlo. Cuando me pasan estas cosas, tengo mucha conciencia de ellas y busco recursos que 'me obliguen' a avanzar. Tengo planeado juntarme con una coach de storytelling para trabajar en mis charlas y con una consultora para que me ayude a exportar servicios. Básicamente, veo mis sombras y busco echarles luz”. 

Sus clientes son emprendedores sin formación de negocio pero con posibilidad de invertir y crecer en ese mundo. “Son personas que necesitan delegar y armar estructura, pero también empresarios que no son felices en el ámbito laboral y quieren empezar en otro”, precisa Mejalelaty, que tiene honorarios que van de los US$ 100 a US$ 200 por hora, según la envergadura del proyecto.

Fabiana Mejalelaty

A sabiendas de que en Argentina es muy difícil emprender o ser un profesional independiente, y más si no se tiene la espalda económica para hacerlo, la profesional aporta su visión: “Creo que hay dos formas de emprender: una, financiando el crecimiento del emprendimiento tomándolo como un trabajo part time mientras va creciendo. Y la otra es tener los fondos no solo para mantenerse mientras va creciendo, sino también para generar las inversiones para atraer clientes. Un emprendimiento es parecido a esa planta que hicimos germinar en la escuela primaria. Si bien pusimos la semilla a la noche y a la mañana siguiente nos levantamos ansiosos a ver si ya había crecido, tuvimos que esperar el proceso de la germinación regándola cada día. Así es emprender. Un proceso que requiere regar diariamente. Y la planta muy probablemente florece y crece. Pero para que siga creciendo tendremos que seguir regándola y eventualmente transplantarla".

Además de las recomendaciones (boca a boca), la experta comercializa sus servicios a través de Instagram, Google, campañas en LinkedIn y desde la UdeSa. A futuro tiene pensado invertir alrededor del 20% de su facturación en un equipo que trabaje codo a codo en estrategias comerciales, publicidad online, prensa y ventas.