ExxonMobil confirmó este lunes que tomó la decisión final de inversión para su proyecto Hammerhead, luego de recibir las aprobaciones regulatorias necesarias. El desarrollo se ubica en el yacimiento de petróleo y gas Stabroek, en aguas de Guyana, y será el séptimo gran proyecto del consorcio que lidera la compañía. La producción está prevista para 2029.
"Seguimos marcando la pauta en Guyana, impulsando un impresionante séptimo proyecto tan solo 10 años después del primer descubrimiento", dijo Dan Ammann, presidente de ExxonMobil Upstream Company. "En colaboración con el pueblo y el gobierno de Guyana, hemos contribuido a construir una nueva y próspera industria de petróleo y gas en el país, que genera empleos, oportunidades para proveedores, ganancias e inversiones complementarias", agregó.
ExxonMobil es el operador del consorcio y controla el 45%. Lo acompañan CNOOC, la petrolera estatal china, con el 25%, y Chevron, con el 30% restante. Esta última se sumó oficialmente a principios de este año, tras comprar Hess Corp., una empresa independiente con sede en Houston, por US$ 53.000 millones.
Este nuevo avance en Stabroek llega apenas seis semanas después de que Exxon informara que el consorcio había incrementado la capacidad total de producción a 900.000 barriles diarios antes de lo previsto, tras la puesta en marcha del proyecto Yellowtail. Este desarrollo, el cuarto en la zona, puede producir hasta 250.000 barriles por día y opera mediante el buque flotante de producción, almacenamiento y descarga (FPSO) ONE GUYANA, construido y operado por SBM Offshore, una empresa con sede en los Países Bajos.
Los proyectos Uaru y Whiptail, quinto y sexto del consorcio en Stabroek, están en etapa de construcción. Exxon estima que la producción en Uaru comenzará en 2026, mientras que los volúmenes de Whiptail estarán operativos en 2027.
Exxon proyecta una inversión total de US$ 6.800 millones para el desarrollo de Hammerhead, que contará con 18 pozos de producción e inyección. "Esta última decisión aumenta los fondos comprometidos para siete proyectos aprobados a más de US$ 60.000 millones", agregó la compañía.
Las operaciones de Hammerhead estarán a cargo de una FPSO provista por MODEC, Inc., una firma con sede en Tokio y presencia en 18 regiones productoras. En abril, MODEC anunció que recibió el contrato para desarrollar la unidad flotante, y confirmó además la firma del Acuerdo de Habilitación de Operaciones y Mantenimiento (OMEA) para su flota en Guyana. Este acuerdo le permitirá operar y mantener varias FPSO bajo un contrato a largo plazo.
"Nos sentimos sumamente honrados y emocionados por haber recibido este contrato", dijo Hirohiko Miyata, director ejecutivo de MODEC, en el comunicado de la empresa. "Es un testimonio de la dedicación, la experiencia y el compromiso de nuestro equipo para ofrecer soluciones flotantes offshore innovadoras y fiables. Esperamos colaborar estrechamente con ExxonMobil Guyana para garantizar la entrega exitosa de este segundo FPSO, contribuyendo así al avance del sector energético offshore en Guyana", concluyó.
Una bonanza petrolera para Guyana
El sector energético offshore de Guyana, al que se refirió Miyata, transformó a esta pequeña nación sudamericana de apenas 800.000 habitantes en la economía que más creció en el mundo en los últimos años. Ese contexto económico podría haber influido en las últimas elecciones nacionales, en las que el presidente Irfaan Ali fue reelecto con una amplia mayoría, al superar a su principal rival por más del doble de votos.
Para el país y su población, Stabroek representa una auténtica gallina de los huevos de oro. Desde el inicio de la producción en 2019, el Fondo de Recursos Naturales de Guyana recibió más de US$ 7.800 millones. A medida que el consorcio incremente la producción total, también crecerán la parte que recibe el Estado y las inversiones en infraestructura y medio ambiente. La bonanza petrolera no solo sigue vigente, sino que se profundiza.
Nota publicada por Forbes US