El acuerdo con el FMI generó una sensación agridulce en el mercado financiero. Muchos esperaban con ansias esta definición con la expectativa de que los activos locales vuelvan a recuperar el sendero de crecimiento, algo que en definitiva no terminó sucediendo.
Luego de un alza inicial acotada, la mayoría de los ADRs argentinos sufrieron una nueva corrección y parecen continuar el rumbo bajista que experimentan desde que comenzó el 2024.
“La reacción del mercado fue positiva, pero no eufórica. El solo acuerdo con el FMI no lo conforma. Es buena la respuesta de los bonos en dólares, pero no creo que sea lo único que interese. El mercado necesita un cúmulo de fundamentos más concretos para poder inyectar flujo. Hemos tenido un fuerte recorte de flujo operativo. Es un mercado más expectante que no está dispuesto a pagar cualquier cosa. Me da la impresión que ahora están más exigentes para seguir inyectando flujo en ese sentido”, explicó a Forbes el analista técnico Rubén Ullúa.
Si bien la confirmación del desembolso del organismo internacional es un alivio que despeja algunos temores, la mayoría de los operadores de la bolsa ya lo descontaban en los precios, con lo cual no representó una variación importante.
“Ya descontábamos que se iba a dar, pero viene a reforzar el rumbo de esta nueva administración para ordenar ciertas cuestiones de la macroeconomía. Creemos que el sector bancario es el que presenta mayor oportunidad en los mercados porque es el que tiene mayor correlación con bonos soberanos. Hacia adelante, pensamos que la sanción de la Ley Ómnibus sería positiva, podría modernizar ciertos aspectos en la economía que habían quedado un poco desactualizados”, opinó Santiago Ruiz Guiñazú, Head of Equity Sales & Trading de Ancap.
Más allá de los beneficios fiscales de la ley en sí misma, lo que observan con detenimiento muchos analistas es la capacidad del nuevo Gobierno de generar consensos y alcanzar mayorías para poder aprobar sus diferentes iniciativas.
“Es clave que pase la ley porque sin las reformas estructurales será imposible que el Gobierno pueda ajustar los desbalances macro y conseguir balancear el presupuesto. El mercado está mirando casi exclusivamente las negociaciones de la Ley Ómnibus en este momento, por lo que los catalizadores son más que nada políticos”, sostiene Miguel Sinigaglia, presidente de Conetxia.
En la misma línea, el analista Francisco Uriburu coincide en que “el hecho de que se apruebe la ley va a ser un gol para el Gobierno y eso puede empujar al mercado”, pero advierte que “tampoco va a ser una fiesta”. “El tema es que los activos argentinos ya no están baratos, pero no venden porque no hay otra alternativa de inversión con esa cuota de total liquidez. Hoy por hoy, la mejor opción sería quedarse en la bolsa”, agrega.
Otra de las opciones que empiezan a mirarse con atención frente a un contexto de tasa de interés negativa, aumento de la brecha, alta inflación e incertidumbre política, es el dólar. “En la medida que tengamos cepo, el rango de brecha tenderá entre el 40% al 60%. La gran pregunta es si ese 2% de devaluación mensual es suficiente o no. Puede serlo si se mantiene un escenario global de tasas bajando y dólar bajando en el mundo, donde tus principales competidores comerciales aprecien su moneda”, subrayó Ullúa.
El factor cambiario también será clave para que el programa económico mantenga apoyo social y no acorte la luna de miel del Poder Ejecutivo para introducir sus medidas más duras.
“Para adelante la economía argentina enfrenta varios desafíos y el más importante es la inflación. Todavía tenés muchos aumentos pendientes como tarifas y transporte y si secan la plaza de pesos vas a tener problemas de actividad en una economía casi con el 50% de pobres. Eso hace que el programa, desde lo social, presente muchas dudas de llegar a buen término. El mercado va a mirar todo eso, esto es un día a día donde habrá buenas noticias y otras que no tanto. Pero llegar a las metas de superávit del 2% y acumular 10.000 millones de reservas será muy exigente”, manifiesta el especialista financiero, Christian Buteler.