El Banco Central de la República Argentina (BCRA) anunció la apertura de una consulta pública para modificar la forma en que se determina el Tipo de Cambio de Referencia (TCR), vigente desde marzo de 2002. El organismo busca reemplazar el actual sistema de encuesta de cotizaciones por un esquema sustentado en operaciones efectivamente realizadas, con el objetivo de ganar en precisión, transparencia y representatividad.
Lo que el BCRA hizo fue abrir una consulta pública sobre una propuesta de modificación ya elaborada. Es decir, el proyecto técnico ya está redactado y detalla exactamente cómo cambiaría la metodología, pero todavía no está aprobado ni en vigencia.
La iniciativa apunta a que el tipo de cambio que se publica todos los días refleje precios reales del mercado, en lugar de depender de valores declarativos informados por las entidades financieras. Según el BCRA, esta actualización permitiría contar con un dato más confiable, especialmente para los contratos financieros, las estadísticas oficiales y las operaciones vinculadas al dólar estadounidense.
Se trata de un proceso de consulta que busca incorporar sugerencias, identificar posibles mejoras y fortalecer la participación en la elaboración de nuevas regulaciones. Luego de recibir esas observaciones, el BCRA podrá introducir cambios, ajustes o mantener el texto original, y recién después decidirá si aprueba e implementa la nueva metodología.
El proyecto se encuentra disponible para recibir aportes de los distintos actores sociales hasta el 14 de noviembre de 2025, a través del espacio institucional del Banco Central.
La propuesta del BCRA
De aprobarse la modificación, el BCRA seleccionaría trimestralmente a las 10 entidades financieras con mayor volumen de operaciones de compra y venta contado de dólares estadounidenses contra pesos, que serían las "Entidades Relevantes". Solo se tendrían en cuenta las transacciones con clientes —excluyendo contrapartes vinculadas o entre bancos— y que fueran iguales o superiores a los US$ 500.000.
Cada una de esas entidades debería informar diariamente, entre las 15:00 y las 15:45, los siguientes datos:
- El tipo de cambio comprador promedio del día, ponderado por el monto, correspondiente a las operaciones entre las 10:00 y las 15:00.
- El volumen total concertado en esas operaciones.
- El tipo de cambio vendedor promedio del día, también ponderado por el monto y en el mismo horario.
- El volumen total vendido.
Toda la información se suministraría con cuatro decimales mediante un aplicativo web que el Banco Central pondría a disposición de las entidades. En caso de fallas técnicas, se permitiría el envío excepcional por correo electrónico, aunque los datos enviados fuera del horario establecido no se aceptarían.
Con los datos recibidos, el BCRA calcularía un promedio ponderado entre los precios compradores y vendedores, considerando el volumen total operado por cada una de las entidades participantes. Este promedio se convertiría en el nuevo Tipo de Cambio de Referencia.
El esquema incluiría mecanismos automáticos para excluir valores atípicos. Si una cotización superara en más de tres veces el desvío estándar respecto del promedio del resto de las entidades, podría eliminarse del cálculo. Además, si una institución no enviara los datos en el período habilitado, debería justificarlo en un plazo máximo de 48 horas. En esos casos, el Banco Central recalcularía el TCR sin esa información, siempre que contara con los reportes de al menos seis entidades relevantes.
Las entidades que incumplieran los plazos o enviaran información incorrecta podrían ser sancionadas según lo previsto en los artículos 41 y 42 de la Ley de Entidades Financieras.
Por último, el resultado del nuevo tipo de cambio se publicaría diariamente mediante una Comunicación C y quedaría disponible en la página institucional del BCRA. La Biblioteca del organismo mantendría accesibles las cotizaciones informadas por cada banco a partir del tercer día hábil bancario posterior a la fecha de solicitud.
El Tipo de Cambio de Referencia cumple un papel clave dentro del sistema financiero. Es utilizado por los bancos para elaborar información contable, por los mercados a término para el cierre de contratos y como referencia en emisiones de bonos y obligaciones negociables vinculadas al dólar. Por eso, contar con un cálculo más representativo y verificable resulta fundamental para el funcionamiento del mercado cambiario.
El BCRA remarcó que el nuevo método automatizado podría reducir errores operativos y mejorar la trazabilidad del dato, garantizando un cálculo más objetivo y auditable. Además, el esquema quedaría alineado con las metodologías aplicadas en otros países de la región.
Un análisis comparativo del Banco Central mostró que Chile, Colombia, Perú, Guatemala y Uruguay ya utilizan métodos basados en precios promedio ponderados, mientras que Argentina, Brasil y México mantienen sistemas de pedidos de cotización. La propuesta local busca modernizar el proceso y adecuarlo a los estándares internacionales.