El culebrón del número uno del tenis mundial, Novak Djokovic, parece no tener final. Después de pasar seis días retenido por las autoridades australianas por querer entrar en el país sin vacunarse y sin hacer cuarentena, el juez Anthony Kelly falló en su favor, permitiéndole el paso. Pero el asunto no ha quedado ahí.
El Departamento de Inmigración de Australia ha azotado un nuevo golpe contra el serbio. Los papeles de su declaración de entrada en el país contienen discrepancias con sus declaraciones: según el tenista no había viajado en los 14 días anteriores a su vuelo a Melbourne, pero distintas imágenes en sus redes sociales le sitúan en Marbella y en Belgrado. Motivos suficientes para investigarle y, en caso de estar quebrantando la ley, iniciar otro proceso para cancelar su visado.
Ahora el serbio intenta defenderse echando las culpas a su equipo por el error en su visado, y el mundo entero espera al siguiente capítulo: ¿Conseguirá el tenista quedarse en Australia y jugar el Open? Y, en caso de irse, ¿cuánto le podría costar perderse el torneo?
La insistencia de Djokovic por entrar en el país tiene mucho que ver con su condición de número uno. El serbio acumula una cifra récord de 354 semanas en lo más alto del tenis (la anterior marca era de Roger Federer, con 310). Si no juega este torneo y defiende su corona en el primer Grand Slam del año perderá 2.000 puntos, lo que le dejaría a 235 del segundo, Daniil Medvedev (la diferencia actual es de 2.235 puntos). Y si Medvedev llegase a ganar, sumaría 800 puntos, quitándole el número uno.
Pero los puntos y el número uno no son la única cifra que está en juego para el serbio. También lo está el suculento premio económico que recibe el ganador del Open: 4,4 millones de dólares australianos (US$ 3,17 millones). Dinero que no le vendría mal para escalar puestos en la lista FORBES de los tenistas mejor pagados del mundo, en la que se encuentra en cuarta posición (por detrás de Roger Federer, Naomi Osaka y Serena Williams, en ese orden) con unas ganancias totales de US$ 38 millones de dólares.
Será cuestión de tiempo conocer el destino del tenista en Australia. Aunque si logra esta victoria, le quedan otros partidos complicados por delante: podría perder los Masters de Indian Wells y Miami en Estados Unidos, donde se requiere vacuna para entrar; también se la juega en Wimbledon, ya que en Reino Unido también se exige el mismo requisito; y a la espera de Roland Garros, en Francia, donde Macron ha decidido fastidiar a los no vacunados.
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*Nota publicada en Forbes España
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