El Gobierno federal anunció que entregará US$ 1.000 a inmigrantes que viven de forma ilegal en Estados Unidos si aceptan irse del país por voluntad propia. La medida, comunicada este lunes por el Departamento de Seguridad Nacional, forma parte de una nueva estrategia de la administración de Donald Trump para acelerar las deportaciones.
Quienes utilicen la app móvil de Aduanas y Protección Fronteriza para avisar que se van a ir del país recibirán el dinero una vez que regresen a su lugar de origen. Además, el gobierno cubrirá los gastos del viaje, según detalló el mismo organismo.
El Departamento de Seguridad Nacional explicó que los inmigrantes sin papeles que elijan la autodeportación "serán despriorizados para la detención y expulsión antes de su partida, siempre y cuando demuestren que están haciendo pasos significativos" para dejar el país.
Esa alternativa, además, "podría ayudar a preservar la opción de que un extranjero ilegal vuelva a ingresar legalmente a Estados Unidos en el futuro", agregó el DHS.
El DHS estimó que este programa reducirá en un 70% el costo promedio de una deportación, que hoy ronda los US$ 17.121.
Cifras en cuestionamiento
Varios expertos pusieron en duda las cifras de deportación que difundió el gobierno. El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) aseguró la semana pasada que deportó a 142.000 personas en lo que va del año, incluyendo a quienes se fueron del país por su cuenta usando la app CBP One.
Sin embargo, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) informó que deportó a 66.000 personas, lo que generó preguntas sobre cómo se alcanzó la cifra oficial. Más aún teniendo en cuenta que la cantidad de cruces ilegales cayó de forma marcada desde que Donald Trump asumió la presidencia.
Antecedentes
A pocos días de asumir, la administración de Trump suspendió la app CBP One, que había lanzado el gobierno de Biden para que los solicitantes de asilo pidieran turno antes de llegar a la frontera. La decisión forma parte del plan del presidente de frenar casi por completo el ingreso de personas que buscan asilo en Estados Unidos.
Según el DHS, ayudaron a algunos migrantes sin papeles a organizar el regreso a sus países y pagaron un pasaje en avión a al menos uno. Trump ya dejó en claro que su meta es deportar al menos un millón de personas durante el primer año de su mandato.
Nota publicada por Forbes US