El caso de Novergy, la empresa que reutiliza aceite usado para transformarlo en combustible renovable
La firma quiere liderar un mercado que en otros países tiene un tamaño muy relevante y en Argentina recién comienza a dar sus primeros pasos.

En Argentina, sólo un 20% del aceite lubricante usado se recolecta y la gran mayoría se desecha ilegalmente en cualquier lugar o se incinera sin control, lo que genera un altísimo impacto en el medio ambiente.

El problema se transformó en un negocio gigante en muchos países del mundo por los volúmenes que se usan de este producto que forma parte de la vida cotidiana de un país en autos, industria, maquinaria agrícola y transporte de todo tipo.

Este año está previsto que se produzcan 44 mil millones de litros en el mundo y se proyectan que para 2029 ese número ascenderá a 52 mil millones como consecuencia del incremento del parque automotor. En el caso de Argentina, el tamaño del mercado de lubricantes en el segmento automotriz se estima en la actualidad en 184,35 millones de litros, y se espera que alcance los 199,20 M de litros en 2026.

De ahí que dos firmas locales como Petroandina y Quimiguay vieron esta oportunidad y crearon una alianza para lanzar Novergy, una nueva compañía que apunta a liderar el tratamiento integral de estos residuos industriales para transformarlos en combustibles o lubricantes sostenibles.

"El potencial es enorme. Ese hidrocarburo en desuso lo revalorizamos y lo volvemos a introducir al mercado con valor agregado. Nuestras dos fuentes principales son el aceite lubricante usado o sentinas de barcos. Eso lo transformamos o en combustibles livianos y pesados, en bases lubricantes y en especialidades como solventes o un subproducto para membranas asfálticas. Todo con normas internacionales", indicó a Forbes el gerente general Ramiro Ferrari.

"La eficiencia del proceso es muy alta: recuperamos el 100 %. Para dimensionar el impacto, se necesitan 140 litros de crudo para obtener 2 litros de bases lubricantes, pero solo 3 litros de aceite usado para producir la misma cantidad de alta calidad. Esto reduce las emisiones de CO₂ en un 80 % y convierte un recurso finito en uno de ciclo continuo", agregó el ingeniero Osvaldo Belardinelli.

Además de la reducción de dióxido de carbono, se calcula que el proceso implica una baja del 90% en acidificación, del 88% en partículas finas y un ahorro energético del 85%. A su vez, la firma proyecta que un solo litro de aceite lubricante usado (ALU) desechado al mar puede contaminar un 1 millón de litros de agua y tarda entre 10 a 15 años en degradarse por completo. 

"La propuesta de Novergy es realmente un gran cambio y aporte a la Economía Circular, es querer dejar de gestionar residuos para gestionar recursos", concluyó Mayra Coluccio, especialista en Economía Circular y Acción Climática.