Este lunes por la tarde, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) dio a conocer su Informe de avance del nivel de actividad correspondiente al primer trimestre de 2025, en el cual se destacó que las importaciones crecieron muy fuertemente en el periodo. ¿Hay que preocuparse?
Específicamente, el producto bruto interno (PBI) avanzó un 5,8% interanualmente y un 0,8% frente al trimestre anterior, de manera desestacionalizada. El total se consiguió tras restarle el resultado por importaciones, segmento que saltó un 42,8% año a año y un 17,7% trimestre a trimestre. En comparación, las exportaciones subieron 7,2% y bajaron 1,5%, respectivamente.
A precios de 2004, las importaciones de bienes y servicios reales acumularon $230.656 millones en el primer trimestre de 2025, contra los $161.524 millones del primer trimestre de 2024 y frente a los $198.736 millones del periodo de tres meses terminado el pasado diciembre. De esta manera, a precios constantes, las importaciones representaron un 32,6% del PBI en la última medición.
De acuerdo a Mateo Borenstein, economista en Empiria Consultores, las importaciones saltaron muy violentamente año a año porque la base de comparación fue baja. Y trimestre a trimestre, la suba fue causada por varios motivos.
"El primero, la quita total del impuesto PAIS a fines del 2024 que empezó a pegar de lleno en el primer trimestre de 2025. Después, el peso se siguió apreciando (en los primeros dos meses del año). Luego, la política de desregulación y apertura comercial que ayuda a facilitar los procesos de importación. Y por último, que los pagos hacia los proveedores del exterior que se estan regularizando permite que los importadores vuelvan a tener crédito y así poder traer mas mercadería", indicó el experto.
Por su parte, el economista Adrián Moreno relató que la dinámica de las importaciones viene tomando auge tal como se expuso en el reporte de comercio internacional.
"Argentina mostró un superávit comercial de apenas US$ 608 millones en mayo, un resultado muy acotado comparado con el superávit de US$ 2.654 millones logrado en el mismo mes del año pasado. El saldo comercial muy reducido tuvo dos explicaciones: una caída del 7,4% interanual en las exportaciones y una suba del 29,4% en las importaciones", señaló.
En este contexto, de cara al futuro, la clave a observar se encuentra en el tipo de cambio. Si el peso se sigue apreciando, las importaciones continuarán creciendo, e incluso a un ritmo más acelerado. No obstante, si el dólar comienza a avanzar al ritmo de las importaciones, el resultado en los datos del segundo trimestre será más bajo que en los del primero.
Aún así, si bien parte del mercado teme que el incremento de las importaciones pueda impactar duramente en la producción local y, por ende, en empresas argentinas y empleos, Aldo Abram, director de la Fundación Libertad y Progreso (LyP), explicó que no hay motivos para preocuparse.
"En el segundo trimestre del 2023, con la anterior mala gestión, como la gente empezó a ver que se venía una crisis, empezó a ahorrar a más no poder en dólares, lo cual implicó dejar de consumir e invertir. Y justamente, al caerse la demanda interna, lo que se cayó más fueron las importaciones, porque las importaciones vienen a cubrir aquello que la gente demanda, pero los productores locales no pueden producir a un precio competitivo", sostuvo el especialista.
"Pero cuando empieza a crecer la demanda interna, los productores locales arrancan a subir un poquito sus ventas, pero como no tienen a un precio competitivo la posibilidad de producir mucho más, se ve que se va alimentando ese aumento de la demanda interna mayormente con importaciones", agregó.
Abram aclaró que se trata de una situación común en todos los países, sólo que la diferencia se nota más en Argentina por contar con mayores fluctuaciones económicas. Además, en este caso, la mayor parte de los productos importados son bienes de capital e insumos necesarios para la producción local, ya sea para consumo interno o para exportaciones.
