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Las cifras que muestran cómo Trump se convirtió en uno de los mayores beneficiados del boom crypto

Alexander Dan

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Ya en el poder, el mandatario potenció sus negocios personales con activos digitales: entre tarjetas coleccionables, tokens y una memecoin propia, sumó cientos de millones y resolvió sus problemas de caja.

5 Junio de 2025 15.18

Donald Trump está sacando provecho del negocio de las criptomonedas. En los últimos nueve meses, poco antes de las elecciones, impulsó nuevas empresas, lanzó nuevas monedas y generó mucho ruido. Todo eso le dio ingresos, pero ¿cuánto? Unos US$ 1.000 millones, según cálculos de Forbes, lo que elevó su patrimonio neto a unos US$ 5.600 millones.

Las criptomonedas no solo lo enriquecieron. También le dieron la liquidez que necesitaba con urgencia. Hace un año, tenía poco efectivo: unos US$ 400 millones disponibles y más de US$ 500 millones en sentencias judiciales en su contra, la mayoría por un caso de fraude que perdió (y que ahora está apelando). Sin embargo, en la actualidad Trump cuenta con unos US$ 900 millones en activos líquidos. Cerca de la mitad provienen de empresas vinculadas al negocio cripto.

Hay cientos de millones, y tal vez miles de millones más, en camino. World Liberty Financial, una de las empresas de Trump, recién empieza a despegar. Al mismo tiempo, su memecoin —una criptomoneda absurda que apareció justo antes de su investidura— empezó a liberar tokens desbloqueados para Trump y sus socios. Hasta ahora, recibieron cerca del 8% de su asignación. Con el 92% restante todavía pendiente, no sorprende que el presidente esté organizando, por ejemplo, una cena privada para quienes quieran comprar su criptomoneda.

"El equipo que lo está ayudando es bastante astuto", dijo Jeff Dorman, director de inversiones de la firma de activos digitales Arca. "Saben que hay que seguir añadiendo funciones para darle valor", agregó. En otras palabras, la cena que escandalizó a Washington quizás haya sido solo un aperitivo.

Los expertos en criptomonedas especulan ahora sobre qué podría ofrecer Trump a sus inversores. "Los Trump abrieron un nuevo club en Washington D. C.; quizá consigas acceso exclusivo allá", sugirió Dylan Bane, analista de la firma de criptomonedas Messari. "Quizás consigas algún tipo de acceso a Mar-a-Lago. Ya sabés, a cualquiera de los hoteles, resorts o campos de golf de los Trump; quizá consigas acceso allá. Quizás consigas derechos especiales para invertir en otras empresas de Trump... Las posibilidades son infinitas", señaló.

Más aún con un presidente que muestra tan pocos reparos en usar su poder para sacar ventaja económica.

La entrada de Trump en el mundo de las criptomonedas empezó con un disparate. "¡UN ANUNCIO IMPORTANTE!", publicó en diciembre de 2022 en Truth Social, otro negocio que le permite capitalizar la política. "¡Mi colección oficial de tarjetas digitales coleccionables de Donald Trump ya está acá", comunicó. Una imagen en la publicación lo mostraba vestido de superhéroe, con capa roja, blanca y azul, y un cinturón dorado en la cintura. "¡CONSIGUE TUS TARJETAS YA!", escribió. "¡Solo US$ 99 cada una!", agregó. Hasta sus seguidores más fieles se burlaron. "Una locura", dijo el ex-asistente adjunto de la Casa Blanca, Sebastian Gorka. "No puedo más", añadió el exestratega Steve Bannon.

Sin embargo, a los fanáticos de los activos digitales les encantó. Compraron tarjetas por US$ 4,4 millones en un solo día, lo que impulsó nuevas rondas de ventas. Trump, que tenía un acuerdo de licencia para promocionar ese disparate, recibió al menos US$ 7 millones en efectivo y criptomonedas. También se llevó algo más valioso: entendió que las criptomonedas —una industria de la que antes se había burlado por ser "altamente volátil y basada en la nada"— podían darle muchísimo dinero.

El recuento de Trump

US$ 7 millones por las NFT
Después de impuestos: US$ 4 millones

US$ 390 millones por los tokens de World Liberty Financial
Después de impuestos: US$ 246 millones

Total estimado: US$ 397 millones
Después de impuestos: US$ 250 millones

En la previa de las elecciones de 2024, Trump lanzó otra jugada: World Liberty Financial. Lo anunció en Truth Social, donde presentó el proyecto de finanzas descentralizadas. "Prometí hacer a Estados Unidos grande de nuevo, esta vez con criptomonedas", declaró. "¡#WorldLibertyFi planea ayudar a convertir a Estados Unidos en la capital mundial de las criptomonedas!". O, al menos, en una fuente más de ingresos para él. El proyecto empezó con la venta de una serie de tokens que, curiosamente, prometían no compartir las ganancias futuras.

Un artículo "de oro" explicó por qué los tokens eran un buen negocio, al menos para Trump. Tras ventas por US$ 30 millones, la empresa del presidente se quedaría, en teoría, con el 75% de todo lo que siguiera entrando. Al principio, casi nadie compró. Pero cuando Trump ganó las elecciones, un entusiasta de las criptomonedas llamado Justin Sun —que justo en ese momento enfrentaba cargos de la Comisión de Bolsa y Valores (SEC)— desembolsó US$ 30 millones

Eso permitió que Trump empezara a quedarse con una parte de cada dólar invertido en los tokens. Sun anunció otra inversión por US$ 45 millones el 19 de enero, un día antes de que Trump volviera a asumir la presidencia. Más tarde se sumaron otros compradores, que terminaron adquiriendo tokens por un total de US$ 550 millones, lo que dirigió unos US$ 390 millones hacia Trump. Según cálculos de Forbes, el presidente embolsó US$ 246 millones después de impuestos.

El recuento de Trump

US$ 7 millones por las NFT

US$ 390 millones por los tokens de World Liberty Financial

Total estimado: US$ 397 millones
Después de impuestos: US$ 250 millones

Unos días antes de asumir el cargo, Trump anunció una nueva memecoin, $TRUMP, con una advertencia en letra chica para los compradores: "no pretendía ser una oportunidad de inversión". Aun así, mucha gente puso plata. Eso permitió que Trump y sus socios liberaran US$ 350 millones en comisiones de trading y criptomonedas atadas al dólar, según la firma Chainalysis. La participación exacta de Trump en ese negocio todavía no está clara. Si se hubiera quedado con el 90% del dinero que fue a parar a él y su círculo —como hizo con la empresa matriz de Truth Social— podría haber embolsado US$ 315 millones.

Eso equivale al doble de lo que generó todo su imperio inmobiliario en ganancias operativas durante el año más rentable de su primer mandato.

El recuento de Trump

US$ 7 millones por las NFT
Después de impuestos: US$ 4 millones

US$ 390 millones por los tokens de World Liberty Financial
Después de impuestos: US$ 246 millones

US$ 315 millones por las ganancias de la memecoin $TRUMP
Después de impuestos: US$ 199 millones

Total estimado: US$ 712 millones
Después de impuestos: US$ 449 millones

La industria de las criptomonedas puso más de US$ 100 millones en las elecciones de 2024, con la certeza de que sus monedas sin fronteras dependían, en realidad, de decisiones políticas concretas. Al lanzar su propia memecoin, Trump dejó en claro que no pensaba ponerle freno a la fiesta y que, más bien, quería ser el protagonista. La fiebre se desató en Washington: hubo un baile cripto en el Auditorio Andrew W. Mellon, justo antes de la asunción presidencial, con invitados como Brian Armstrong, CEO de Coinbase, y figuras como Snoop Dogg. "Es hora de celebrar todo lo que representamos", escribió el presidente electo. "¡GANANDO!".

El botín estimado de US$ 315 millones por la memecoin $TRUMP fue solo el comienzo. Trump y sus socios liberaron primero 200 millones de tokens, pero organizaron todo para quedarse con otros 800 millones más adelante. Esas monedas, bloqueadas al inicio, empezaron a liberarse en abril. Eso hizo crecer el patrimonio del presidente. Hasta ahora, Trump y su círculo liberaron unos 64 millones de tokens, lo que representa el 8% de sus reservas.

La memecoin de Trump cotiza hoy a US$ 11, lo que sugiere que los tokens que se liberaron recientemente valen unos US$ 700 millones. Sin embargo, varios expertos del sector dudan de que alguien —ni siquiera Trump— pueda vender 64 millones de tokens por ese monto. La razón: podría no haber suficiente demanda para absorber esa cantidad. Una forma de estimar el tamaño real del mercado es mirar el valor total de los 200 millones de monedas lanzadas al inicio, que hoy alcanzan una capitalización acumulada de US$ 2.200 millones.

Para calcular la posible dilución, Forbes dividió esos US$ 2.200 millones entre los 264 millones de tokens que se estima ya pueden intercambiarse. Eso da un valor implícito de US$ 525 millones para los tokens que se liberaron más recientemente. Si se aplica un descuento del 10%, como suele hacer Forbes con activos de liquidez dudosa, ese lote tendría un valor de US$ 475 millones. Si Trump se queda con el 90%, sus activos personales llegarían a unos US$ 430 millones. Cada día se liberan tokens por un valor superior a US$ 3 millones.

El recuento de Trump

US$ 7 millones por las NFT
Después de impuestos: US$ 4 millones

US$ 390 millones por los tokens de World Liberty Financial
Después de impuestos: US$ 246 millones

US$ 315 millones por las ganancias de la memecoin $TRUMP
Después de impuestos: US$ 199 millones

US$ 427 millones por la reserva de la memecoin $TRUMP
Después de impuestos: US$ 427 millones

Total estimado: US$ 1.100 millones
Después de impuestos: US$ 876 millones

En medio de toda esta maraña financiera, es fácil olvidar qué es lo que Donald Trump realmente está vendiendo: la presidencia. Antes de ganar las elecciones de 2024, su memecoin no existía y World Liberty Financial parecía tan prometedor como Trump Steaks.

Pero hace un mes, Eric Trump, que dirige la Organización Trump mientras su padre está en el poder, subió al escenario durante una conferencia en Dubái. A su lado se sentó Zach Witkoff, hijo de Steve Witkoff —quien declaró a favor del presidente en el juicio por fraude y ahora integra su gobierno—. El que los entrevistó fue Justin Sun, el magnate que puso plata en World Liberty justo después de las elecciones.

Crypto Estados Unidos
Donald Trump está sacando provecho del negocio de las criptomonedas.

Frente a una sala llena de fanáticos del mundo cripto, ese momento funcionó como una especie de lanzamiento oficial para World Liberty Financial. La empresa acababa de presentar una nueva stablecoin llamada USD1. Como otras stablecoins, USD1 está atada al dólar y permite operar con criptomonedas sin preocuparse tanto por los altibajos del mercado. Lo que ofrece USD1 frente a otras monedas estables no está del todo claro, salvo por un detalle: su vínculo directo con el presidente. "Cualquiera puede crear una stablecoin", dijo Matt Zhang, fundador de la firma de activos digitales Hivemind. "Lo difícil es cómo impulsar la adopción", agregó.

Para Trump, un hombre con talento para atraer multitudes, las stablecoins representan dinero fácil. Los inversores ponen dólares, y luego emisores como World Liberty crean una versión digital en blockchain. Después, suelen invertir esa plata en letras del Tesoro como reserva. A diferencia de los bancos, que pagan intereses por los depósitos, los emisores de monedas estables suelen quedarse con todas las ganancias que generan esas inversiones. Por eso, cuanto más logren que la gente use la nueva moneda estable de Trump, más dinero entra en World Liberty.

"Hemos pasado por un viaje increíble", dijo sonriente Justin Sun, que creció en China y aprendió algo de inglés mirando The Apprentice. "¿Qué sigue?". Zach Witkoff hizo el anuncio: una empresa creada por el presidente de Emiratos Árabes Unidos planea usar la moneda de la familia Trump para invertir US$ 2.000 millones en Binance, una plataforma cripto importante que también enfrentaba cargos de la SEC, aunque la comisión los retiró la semana pasada.

La capitalización de mercado de la moneda estable de Trump ya alcanzó los US$ 2.200 millones. Si World Liberty logra obtener un interés anual del 4%, generará unos US$ 90 millones por año.

No hace falta ser conspiranoico para preguntarse si detrás de todo esto hay algún arreglo turbio. "No es necesario usar una moneda estable específica, como si US$ 1 fuera US$ 1", señaló el analista Dylan Bane. "Así que, si se elige una en particular, probablemente haya un motivo detrás", remarcó.

Cobrar comisiones genera buena plata, pero no es un modelo de negocio fácil de replicar. Aun así, si World Liberty tuviera un valor comparable al de otros emisores de stablecoins, podría valer hoy unos US$ 125 millones. Suponiendo que la familia Trump —que parece tener el 60% de la empresa— divida su parte igual que como repartió su antiguo hotel en Washington D. C., la porción directa del presidente podría estar en torno a los US$ 60 millones.

El recuento de Trump

US$ 7 millones por las NFT
Después de impuestos: US$ 4 millones

US$ 390 millones por los tokens de World Liberty Financial
Después de impuestos: US$ 246 millones

US$ 315 millones por las ganancias de la memecoin $TRUMP
Después de impuestos: US$ 199 millones

US$ 427 millones por la reserva de la memecoin $TRUMP
Después de impuestos: US$ 427 millones

US$ 59 millones por el negocio de las monedas estables
Después de impuestos: US$ 59 millones

Total estimado: US$ 1.200 millones
Después de impuestos: US$ 935 millones

World Liberty Financial, la Organización Trump y la Casa Blanca no respondieron a una lista de preguntas sobre las inversiones del presidente en criptomonedas. Sin embargo, el mes pasado, la secretaria de prensa Karoline Leavitt reprendió a un periodista que insinuó que podía haber algo turbio en la mezcla de negocios y política. "Es absurdo que alguien insinúe que este presidente se está lucrando con la presidencia", declaró Leavitt. "Este presidente tuvo un éxito increíble antes de renunciar a todo para servir a nuestro país", remarcó.

La realidad, sin embargo, es otra. El presidente no dejó todo atrás. Hizo exactamente lo contrario: conservó la propiedad de su viejo imperio empresarial y, al mismo tiempo, creó nuevas empresas para sacar provecho de su segundo mandato.

Mantener viva la fiesta va a requerir cierta destreza comercial. Buenas noticias para la familia Trump, que domina el arte de la autopromoción desde hace generaciones, cuando Fred Trump, el padre de Donald, aprendió a usar los diarios para generar entusiasmo por sus desarrollos inmobiliarios. El mundo cripto está lleno de promotores que saben cómo inflar el valor de un token, desde regalos sorpresa hasta campañas virales.

Trump y sus socios controlan 800 millones de los 1.000 millones de memecoins que eventualmente se convertirán en $TRUMP, así que claramente pueden darse el lujo de repartir algunos para generar interés. De hecho, World Liberty Financial anunció este miércoles que regaló US$ 4 millones en USD1. Pero Trump, considerado por muchos como el mejor vendedor de la historia del país, puede ir más allá y ofrecer premios únicos, como la cena de gala para los principales tenedores de su memecoin. "No creo que jamás se haya hecho una gran cena formal para miembros de la comunidad solo por tener tokens", dijo Dylan Bane. "Eso no tiene precedentes", indicó.

Más allá de la ética, hay cierto ingenio empresarial en todo esto. Según Jeff Dorman, director de inversiones de Arca, la gente compra cosas por tres motivos: 

  • (1) expectativa de ganancias futuras, como un negocio que genera flujo de caja; 
  • (2) utilidad, como un pedazo de acero;
  • (3) atractivo, como una tarjeta de béisbol. Al principio, la moneda de Trump parecía apoyarse solo en el atractivo. 

Pero con la cena de gala, Trump le sumó utilidad. Cuantos más beneficios ofrezca, más se parece su memecoin a una inversión real. "Si empezás a sumar funciones de utilidad y funciones financieras, ya no podés llamarla realmente una memecoin", explicó Dorman. "Esta es la primera memecoin de cierta envergadura que intentó hacer algo así", afirmó.

Cualquiera que conozca cómo se recauda dinero en campañas políticas sabe que hay personas dispuestas a pagar cientos de miles —o incluso un millón— solo por cenar con un político. En el universo cripto, donde las exageraciones no escasean, hay inversores que están dispuestos a poner millones por ese tipo de privilegios. Un plan de enriquecimiento personal tan evidente suele generar críticas. Pero Trump hace tiempo que aprendió a capitalizar —en la política y en los negocios— su capacidad para hacer cosas que avergonzarían a casi cualquiera.

A la comunidad cripto —o al menos a una buena parte— los dilemas morales que esto plantea le importan poco y nada. De hecho, el hecho de que Trump vea la ética como un estorbo podría incluso aumentar el valor de sus negocios en criptomonedas. Si la gente cree que Trump no tiene límites, puede imaginar toda clase de beneficios posibles por comprar sus monedas. ¿Obtendrán los creyentes un gran retorno por su inversión? "La gala es difícil de superar", opinó Dylan Bane. "Pero, ya sabés, es posible. Después de todo, son los Trump, ¿no? Son gente bastante sensacionalista", concluyó.

Nota publicada por Forbes US

 

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