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El testamento de Giorgio Armani: quién se queda con qué de la fortuna del multimillonario

15 Septiembre de 2025 16.30

Giacomo Tognini

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El diseñador dejó instrucciones precisas para su sucesión: porcentajes definidos, herederos con nombres y apellidos, posibles compradores para su marca y hasta quién puede usar su casa en Saint-Tropez.

El testamento de Giorgio Armani se hizo público el jueves, una semana después de su muerte, ocurrida el 4 de septiembre a los 91 años. En el documento, el fallecido multimillonario detalló cómo se repartirá su fortuna, estimada en US$ 9.600 millones, y dejó instrucciones claras sobre la futura venta o salida a bolsa de la empresa que lleva su nombre.

Antes de su muerte, Armani tenía el 99,9% de su empresa homónima, mientras que el 0,1% restante estaba en manos de la Fundación Armani, creada en 2016 para "garantizar una orientación continua para la gestión futura de la empresa".

Armani, conocido desde hace tiempo por defender su independencia de los grandes grupos de moda, les ordenó a sus herederos que vendieran un 15% del negocio en un plazo de 18 meses. En el documento, identificó tres posibles compradores preferidos: el conglomerado de lujo LVMH, del multimillonario francés Bernard Arnault; el gigante francés de la belleza L'Oréal, en parte propiedad de la multimillonaria Françoise Bettencourt Meyers y su familia; y EssilorLuxottica, la firma de anteojos más grande del mundo, que sigue bajo control parcial de los herederos multimillonarios de Leonardo Del Vecchio, fallecido en 2022 y quien fue la persona más rica de Italia. Pantaleo Dell'Orco, mano derecha de Armani desde hace años, tiene la posibilidad de identificar otro comprador entre grupos de moda de lujo de tamaño similar, según figura en el documento.

Dentro de los cinco años posteriores a la muerte de Armani, sus herederos deberán vender entre el 30% y el 54,9% de la empresa al mismo comprador o sacarla a bolsa, ya sea en una plaza italiana o en un mercado internacional de similar prestigio. Hasta ese momento, la compañía quedará bajo control de sus asesores y familiares más cercanos.

Según el testamento, la Fundación Armani pasará a tener el 10% de las acciones. Pantaleo Dell'Orco, de 72 años, heredará el 30% de la empresa. El 60% restante se repartirá en partes iguales entre la hermana de Armani, Rosanna Armani, de 86 años; su hijo, Andrea Camerana, de 55; y las sobrinas de Armani, Silvana Armani, de 69, y Roberta Armani, de 54, hijas de su hermano fallecido, Sergio. El derecho a voto quedará mayormente en manos de Dell'Orco y la fundación, que juntos controlarán el 70%.

Esa estructura se mantendrá solo hasta concretarse la primera operación, momento en el que los cinco herederos de Armani venderán un 15% al nuevo comprador y transferirán otro 15% a la fundación. Tendrán derecho a las ganancias netas de esa primera venta y a lo que se obtenga por la venta de otro 30% de la compañía, que también deberá concretarse dentro de un plazo de cinco años. De esa forma, sus beneficios quedarán limitados al 45% del valor de la empresa. Dell'Orco recibirá el 32% de esas ganancias, lo que equivale al 14% del valor de venta de la compañía, mientras que cada uno de los otros cuatro herederos recibirá el 17%, lo que representa, en términos prácticos, el ingreso equivalente a una participación del 7,7% en el gigante de la moda. La participación de la fundación en la empresa no podrá bajar del 30,1%, sin importar el escenario.

Dell'Orco, que se sumó a la empresa en 1977, dos años después de su creación en Milán, estará a cargo del proceso de venta. Durante décadas lideró la división de ropa masculina y actualmente es el director general. Tomó un rol más visible en 2021, cuando subió por primera vez al escenario junto al fallecido Armani durante la Semana de la Moda de Milán.

El superyate Main de Armani, de 213 pies, frente a la costa de Portofino, Italia, en 2011.
El superyate Main de Armani, de 65 metros, frente a la costa de Portofino, Italia, en 2011. 

 

Los otros herederos también ocupan roles clave dentro de la empresa. Silvana, sobrina de Armani, comenzó como modelo para otros diseñadores. Hoy dirige la línea de ropa femenina y muchos la consideran la sucesora estilística de su tío. Roberta, su otra sobrina, durante años fue la responsable de la comunicación global y de los vínculos con celebridades, y encabezó las colaboraciones de la marca con figuras de Hollywood. (También estuvo casada con Angelo Moratti, hijo del fallecido multimillonario del negocio petrolero Gian Marco Moratti, entre 1997 y 2007).

Andrea Camerana, hijo de Rosanna —la única hermana viva de Armani— y de Carlo Camerana, bisnieto de Giovanni Agnelli (fundador de FIAT y patriarca de la familia Agnelli), integra el directorio de la empresa. En cambio, Rosanna no ocupa un cargo formal.

Forbes valúa a Armani, la empresa, en unos US$ 5.600 millones. El resto del patrimonio de su fundador —que incluye una participación estimada del 2% en EssilorLuxottica, con una capitalización bursátil de US$ 143.000 millones, un superyate de 65 metros, una colección de propiedades en cinco países, dinero en efectivo y otras inversiones— ronda los US$ 4.000 millones, según estimaciones del mismo medio.

Gracias a la herencia, Forbes estima que los cinco herederos de Armani son ahora multimillonarios. Dell'Orco es el más rico, con una fortuna estimada en US$ 2.300 millones, seguido por su sobrina Silvana Armani, con un patrimonio de US$ 1.100 millones. Roberta Armani, Andrea Camerana y Rosanna Armani tienen cada uno una fortuna estimada en US$ 1.000 millones. Un representante de Armani no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios.

Queda por ver a qué precio podrán vender los herederos de Armani una parte de la obra de su vida. La casa de moda atravesó un año complicado en 2024: registró un EBITDA (beneficio antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización) cercano a los US$ 430 millones, sobre ingresos por US$ 2.500 millones. Esos números representaron una caída del 24% y del 6%, respectivamente, frente al año anterior.

"Durante 2024, consciente de la desaceleración del mercado, ya evidente en el segundo semestre de 2023, y de los numerosos desafíos derivados del contexto internacional, seguí operando con la vista puesta en el futuro", escribió Armani en un comunicado en ese momento. Ahora, la empresa también deberá encontrar cómo seguir adelante sin su diseñador más emblemático.

A pesar de todo, la marca —que ya tiene 50 años— mantiene una reputación firme dentro de la industria de la moda, y será una prioridad para los tres compradores que Armani señaló en su testamento. LVMH, el mayor grupo de lujo del mundo, tiene bajo su ala casas como Christian Dior, Louis Vuitton y Fendi, lo que la posiciona como una opción lógica, dada la trayectoria de Bernard Arnault en la construcción de un imperio que reúne 75 marcas.

"Giorgio Armani honró a LVMH al nombrarnos como posible socio para la excepcional casa de moda que fundó. Admiro profundamente su talento", declaró Arnault a Forbes. "Giorgio Armani, a quien tuve el placer de conocer personalmente, fue un auténtico genio; el único gran modisto, junto con Christian Dior, que construyó y lideró una marca global tanto en estilo como en el sector. Si trabajáramos juntos en el futuro, LVMH se comprometería a fortalecer aún más su presencia y liderazgo a nivel mundial", aseguró.

Aunque L'Oréal y EssilorLuxottica son compañías más chicas que LVMH y no tienen casas de moda entre sus activos, ambas mantienen una relación de larga data con Armani. L'Oréal tiene un acuerdo con la marca para desarrollar su línea de cosméticos hasta 2050, y produce bajo licencia los perfumes, productos para el cuidado de la piel y maquillaje. EssilorLuxottica, por su parte, tiene una licencia para fabricar y distribuir sus anteojos hasta 2038. Esta alianza comenzó en 1988, cuando Armani y Del Vecchio —de EssilorLuxottica— trabajaron juntos por primera vez, y ayudaron a transformar los anteojos en accesorios de lujo.

Giorgio Armani
Armani no dejó ningún detalle librado al azar en su testamento.

"Nos enorgullece la confianza que el Sr. Armani ha depositado en nuestro grupo y en nuestra dirección", expresó un vocero de EssilorLuxottica a Forbes. "Evaluaremos cuidadosamente, junto con la junta directiva, esta perspectiva de evolución, que merece una consideración exhaustiva dados los profundos vínculos que ya unen a ambos grupos", agregó. Un representante de L'Oréal no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios.

Esos vínculos de larga data podrían darle a EssilorLuxottica o a L'Oréal una ventaja frente a LVMH. "Serán los más motivados", afirmó Luca Solca, analista de Bernstein, sobre los socios de Armani en cosmética y anteojos. "LVMH podría estar interesado, pero parece tener más fuerza en artículos de cuero que en moda", completó.

Fuera del negocio, Armani también repartió su patrimonio inmobiliario entre los miembros de su familia. A través de un holding llamado L'Immobiliare, era dueño de una casa en un edificio del siglo XVII en el centro de Milán; una villa en la isla mediterránea de Pantelleria, con techos abovedados de piedra volcánica; una mansión rural en Broni, a una hora en auto al sur de Milán; una casa de 700 metros cuadrados con pileta en Saint-Tropez, Francia; y una finca sobre un acantilado en la isla caribeña de Antigua. El holding también es dueño del yate de Armani, Main, con un elegante casco de acero verde oscuro, cubiertas de teca e interiores diseñados por el propio diseñador. Dell'Orco, Rosanna, Silvana y Camerana se repartirán estos bienes, según lo establecido en el testamento.

Además, Armani era dueño de un departamento en el distrito VI de París, cerca del Sena; un chalet del siglo XVII con pajar en la estación de esquí suiza de St. Moritz; una casa con pileta en el balneario italiano de Forte dei Marmi; y dos departamentos en Nueva York, entre ellos un penthouse con vista a Central Park y otro en las Residencias Giorgio Armani, en el barrio de Lenox Hill, en Manhattan. Camerana heredará la casa de St. Moritz; Rosanna, Silvana y Camerana recibieron uno de los departamentos en Nueva York, mientras que Dell'Orco se quedó con el otro. Silvana conservará el departamento en París. A diferencia del resto de los herederos, Roberta no recibió propiedades inmobiliarias, al menos según lo que figura en el testamento.

Armani no dejó ningún detalle librado al azar en su testamento. Especificó quién tendrá acceso a sus propiedades: Michele Morselli, director de su empresa inmobiliaria L'Immobiliare, podrá hospedarse en uno de los departamentos de Nueva York, además de usar las casas de Saint-Tropez y Pantelleria. También dejó instrucciones sobre cómo dividir los muebles de su departamento en Milán: un cuadro de Matisse y colmillos de elefante para su hermana Rosanna, y un retrato de Warhol y fósiles para Dell'Orco.

Los familiares no fueron los únicos beneficiarios. Morselli recibió 100.000 acciones de EssilorLuxottica, valuadas en US$ 30 millones, y cuatro ejecutivos de la empresa obtuvieron 7.500 acciones cada uno, por un valor estimado de US$ 2 millones. Morselli también recibió unos US$ 38 millones en bonos del gobierno italiano, y Armani donó unos US$ 3,6 millones a un fideicomiso que su hermana Rosanna había creado para sus dos nietos. Del resto de sus activos líquidos —unos US$ 300 millones entre efectivo e inversiones—, donó el 40% a Dell'Orco y repartió el 60% restante entre sus otros cuatro herederos.

*Con información de Forbes US

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