Santiago Mitre, director de Argentina, 1985: "Lo que hemos logrado ha sido enorme"
A pocas horas de los Premios Oscar, donde el film compite en la categoría "Mejor película de habla no inglesa", Mitre reflexiona sobre la producción del proyecto, el elenco y lo que hará cuando terminen la temporada de galardones.

Argentina espera obtener otra victoria internacional del Oscar en la 95.ª edición de los Premios de la Academia este domingo 12 de marzo. Desde 1974, el país ha sido nominado ocho veces y ganado dos. La primera victoria fue en 1986 con La Historia Oficial del director Luis Puenzo. El segundo premio fue en 2009 gracias al fascinante drama criminal de Juan José Campanella El secreto de sus ojos. La última candidata al Oscar del país es Argentina, 1985, del director Santiago Mitre, que ganó un Globo de Oro a la Mejor Película en idioma no inglés en enero.

La película relata el trabajo tras bambalinas del equipo de fiscales encargado de llevar ante la justicia a los líderes de las juntas militares del país en un juicio que se llevó a cabo durante la mayor parte de 1985. El proceso judicial tuvo lugar apenas 15 meses después del fin de la dictadura.

 

Argentina 1985 compite por un Oscar este domingo 12 de marzo

 

Durante una entrevista, a pocos días de la entrega de los premios Oscar, Mitre dice que siempre ha estado interesado en este período de la historia del país. A casi 40 años del juicio que dictó sentencias condenatorias para muchos de los líderes militares y otros involucrados en la tortura, asesinatos y desaparición de miles de personas durante la dictadura, el director comparte que se sintió obligado a volver a contar la historia de lo ocurrido para las nuevas generaciones, que pueden dar por sentada la frágil democracia del país.


- ¿Qué lo impulsó a realizar una película sobre el juicio a las juntas militares, centrándose en el equipo de la fiscalía?


- Es un tema que me interesa desde hace mucho tiempo. Personalmente, admiré muchos aspectos de lo que se logró con el juicio: la forma en que se hizo, en el contexto en el que se hizo, solo un año después del final de la dictadura en Argentina, y con todos los países alrededor de Argentina todavía gobernados por dictaduras militares. Fue necesario un acto de valentía cívica para reconstruir la democracia argentina.

También es muy interesante volver a contar la historia en este momento, cuando parece que algunos de los valores democráticos no están siendo percibidos o tomados en cuenta como deberían y con la importancia que deberían. Hacer una película que hablara sobre la consolidación de la democracia a través de la justicia era algo importante para volver a poner el foco en este momento.

 

 


- ¿Cómo fue el proceso de selección del elenco? ¿Tenías en mente a Ricardo Darín como protagonista desde el principio?


- Sí, había hecho una película con Ricardo antes de esta, llamada La Cordillera. Habíamos establecido un vínculo muy estrecho. Fue una de las primeras personas a las que les dije que estaba trabajando en esta idea. Afortunadamente, se mostró muy entusiasmado con ella desde el principio y, después de leer la primera versión del guión, también quiso unirse como productor de la película.

También pensamos en Peter Lanzani casi desde el inicio del proyecto. Es un autor joven al que admiro mucho y tenía muchas ganas de trabajar con él. El dúo con Ricardo estuvo muy bien, además había un parecido físico con los personajes reales.

Para el resto del casting, trabajé con mi hermana, que era la directora de casting. Fue un proceso largo porque también queríamos encontrar algunas caras nuevas.

 

Argentina, 1985


- Cuando comenzaste a trabajar en el proyecto, ¿existía la sensación de que los jóvenes se estaban olvidando de lo que sucedió durante ese tiempo?


- Tan pronto como comenzamos, necesitábamos ver qué recordaba la gente sobre este ensayo para determinar cómo contar la historia. Rápidamente nos dimos cuenta de que la memoria de las personas al respecto era bastante borrosa, especialmente en las generaciones más jóvenes, y cuán importante era nuestro papel para ayudarlos a recordar los hechos del caso.

Era importante mostrar lo difícil que fue recuperar la democracia, lo difícil que fue para las personas que vivieron la dictadura sobrevivir a la dictadura, y los que pudieron sobrevivirla. Queríamos que las nuevas generaciones y la gente que no lo recordaba tanto, lo volviera a recordar. Siento que la película ya ha sido capaz de hacer eso. Así que estamos satisfechos y diría muy orgullosos de haber logrado ese objetivo.


- ¿Qué tan cerca trabajaste con los personajes de la vida real, que aún están vivos, y sus familias?


- Tuvimos la suerte de poder hablar con muchos de ellos. Quería entender no solo la cronología histórica de los hechos sino también la perspectiva humana de las personas que pasaron por ese juicio. Muchos están representados en la película: miembros de la acusación, jueces, personas que testificaron en el juicio o sus familias, funcionarios del gobierno en ese momento, así como periodistas que cubrieron el juicio. Traté de tener tantas fuentes como fuera posible para poder tener una mejor idea del momento y lo que significó para todos los que vivieron esa prueba.

Trabajar la memoria histórica de un país es algo importante en el cine. Sobre todo, cuando se hace bien y con perspectiva histórica y con vocación de construir un relato universal.

 

Argentina, 1985.


- Ganaste un Globo de Oro. ¿Cuáles son tus expectativas ahora y qué pasa después de los Oscar, ganes o no?


- Tengo los pies en el suelo. Creo que todo lo que hemos logrado con esta película ha sido enorme. Si ganamos, estaré feliz porque creo que la película ha abierto los ojos de muchas personas sobre temas que no recordaban, y permite que aquellos que han estado luchando por los derechos humanos y la democracia usen la película para continuar, para alzar la voz y ese discurso que me parece tan importante en el mundo de hoy. Después de los Oscar, me voy a casa. Desde el Festival de Cine de Venecia, llevo casi seis meses concentrado en la película, promocionándola continuamente, así que tengo muchas ganas de volver al trabajo y escribir de nuevo, que es lo que me gusta, y empezar a pensar en nuevas películas para crear.


*Nota publicada originalmente en Forbes EE.UU.