Qué ver: Babygirl, cambios de época para un mismo género, el thriller erótico
Protagonizada por Nicole Kidman, esta historia sobre infidelidades y necesidades insatisfechas, pone sobre la mesa las formas en que el cine mainstream ha enfocado el sexo

Alguna vez se dijo que Michael Douglas se había internado en una clínica para adictos al sexo como consecuencia por haber filmado Atracción fatal (1987). El sexo era un tema tabú a tal punto que la forma en que lo mostraba esa película no solo la convirtió en un gran éxito de recaudación, sino que generó ese mito. Douglas, en realidad, se había internado en una clínica por rehabilitación de alcohol y drogas. Cuánto ha cambiado hasta hoy, cuando otra película de suspenso erótico, aunque menos intensa, llegó al streaming. Es Babygirl, en Prime Video.

Prestigio anticipado

Babygirl trata sobre una ejecutiva de una empresa de automatización, interpretada por Nicole Kidman. Ella está casada con Antonio Banderas, con quien ha construido una linda familia, pero mantiene una vida sexual insatisfactoria. De hecho, nunca ha experimentado un orgasmo con él. La trama se enfoca en la relación que se establece entre ella y un joven pasante, en la que aparecerá una dinámica de dominación y sumisión que correrá entre el juego sexual y el límite sutil de la sicopatía.

Más allá del papel de Kidman que implica su apuesta actoral al encarnar un tema que es bastante frecuente en esta sociedad (la insatisfacción sexual de parte de muchas mujeres en pareja heterosexual), la película viene con una cocarda extra. Es producción del estudio A24, de donde han salido producciones de mucho prestigio y con sello de cine de autor como Todo en todas partes al mismo tiempo, Heretic, Uncut gems y muchas más. Es poco frecuente que el nombre de un estudio se asocie de manera tan pública con la expectativa de calidad. En televisión y streaming, el ejemplo más cercano sería el de la cadena HBO.

Babygirl se estrenó en el festival de cine de Venecia, uno de los más prestigiosos del mundo. Allí Nicole Kidman ganó un premio por su actuación. El estreno comercial en salas fue acompañado de buenas críticas y de una recaudación alta ya que con 20 millones de dólares de presupuesto, recaudó 64 millones solo en cines. 

Es decir, la película salió al mundo amparada por la alta expectativa de su estudio, la apuesta por su protagonista y la idea de que tomaría un problema conocido, pero en clave de suspenso erótico. La taquilla y Venecia certificaron que la de A24 por este proyecto había sido una apuesta bien realizada. 

Babygirl. Foto: Difusión.

Thrillers eróticos

En su momento, Atracción fatal llegó a los cines con sus dos protagonistas como paraguas de prestigio, Michael Douglas y Glenn Close. Lo demás lo aportaba el sexo, que en su momento era tema de escándalo y respondía a una suerte de ola de destape que se daba en occidente de muchas maneras (desde el cine de Almodóvar hasta las comedias de Porcel y Olmedo, las películas de "franja verde" en televisión o las revistas del llamado "humor verde", como Sexhumor). 

Aquello que había estado reprimido por distintas causas en décadas anteriores, explotaba en popularidad de muy diversos modos. Atracción fatal puso de moda el thriller erótico, historias de suspenso cargadas de pasiones, escenas que jugaban a bordear lo explícito y sumar hechos de sangre. Costó US$ 14 millones y solo en entradas de cine generó más de 300, porque todo el mundo fue a verla. Y ese éxito arrastró muchas producciones similares en la década siguiente. El género tuvo su apogeo en Bajos Instintos, que se apoyó en Sharon Stone y la catapultó, aunque ella ha dicho que se arrepiente del encare que tuvo ese trabajo. 

Un personaje recurrente en esas películas era el de la femme fatale, que es una mujer siempre atractiva, manipuladora, que juega a la seducción y es potencialmente peligrosa. El arquetipo, por cierto, es muy anterior a los años ochenta, aunque en esa década se reconfiguró y se volvió más explícito. Se trata de una mujer que no entra en el rol de esposa ni podría serlo. Básicamente, es la encarnación de lo que se suponía que eran las tentaciones extramaritales del hombre de familia promedio, tan peligrosas como irresistibles. 

Linda Fiorentino era una femme fatale en La última seducción (1994). Madonna lo fue en El cuerpo del delito (1993). Y así se podrían buscar muchos ejemplos más, de los que el personaje de Sharon Stone es probablemente el más reconocible y popular. 

Babygirl. Foto: Difusión.

Femme fatale

En Babygirl no hay una femme fatale. No hay nada fatal, por cierto. Hay drama y suspenso, si se quiere, porque se desconoce lo que busca el joven amante del personaje de Kidman. Tal vez sea solo disfrutar del dominio sobre su jefa. Tal vez la del juego de la sumisión sea una práctica recurrente en su vida. La trama lo irá desarrollando, aunque con sutilezas y con un ritmo pausado y una trama que se apoya en los climas y el devenir de la protagonistas. 

Una gran diferencia con los viejos thrillers eróticos es la que nace de los tiempos que corren. Babygirl fue escrita y dirigida por una mujer, la danesa Halina Reijn. Tanto Atracción fatal, como Bajos instintos, El cuerpo del delito y muchísimas más, fueron realizadas por hombres. El guionista Joe Eszterhas fue, en su momento, el nombre más destacado del género, quien tenía la última palabra sobre cómo retratar hombres y mujeres en este género. 

Este factor de la mano detrás de cámaras se reflejaba en la manera en que eran tratados los personajes. La escena del interrogatorio a Sharon Stone en Bajos instintos podría oficiar de síntesis del espíritu masculino detrás de estas películas. La idea del empoderamiento femenino era la de una mujer muy bella que se exhibía provocativamente, sin miedo y que podía matar. 

Treinta años más tarde, el personaje de Nicole Kidman recorre el camino inverso y se desempodera, si es que tal palabra existe. Al jugar a la sumisión, buscando su propia satisfacción, deja su autoridad de lado. Todo por conseguir lo que no logra con su esposo. 

En este sentido, corresponde mencionar el giro que ha tenido el género de rape revenge, o venganza tras una violación. Popularizado en películas hechas por varones, el rape revenge supuestamente se apoya en mujeres fuertes que sobreviven a una violación y ejecutan su venganza de manera brutal. Sin embargo, por lo común esas películas convertían la violación en un espectáculo. Grotesco, fuerte, molesto, pero en el eje y gancho de la película (la genial y dura Irreversible tiene la misma característica). De modo similar al thriller erótico, en la última década, algunas directoras tomaron el género y le dieron un enfoque propio, como la sorpresiva Promising Young woman (2020).

No se trata de que solo las mujeres puedan darle una nueva vuelta a viejos arquetipos y géneros. La miniserie Disclaimer (2024, disponible en Apple+), escrita y dirigida por el gran Alfonso Cuarón, también le daba un revés interesante e inesperado al thriller erótico y a la idea de femme fatale como reflejo del inconsciente colectivo. En este contexto, tal vez Babygirl no sea uno de los grandes thrillers eróticos de la historia, pero es una película que vale la pena ver y que, sobre todo, oficia como ejemplo de los cambios de época.