Premian una marca de Entre Ríos en la New York Fashion Week
Alejandra Boland Consultora de Negocios
Alejandra Boland Consultora de Negocios
En la última edición de la New York Fashion Week, el diseño entrerriano brilló en uno de los escenarios más influyentes de la moda internacional. Del 14 al 16 de septiembre, cuatro marcas de Entre Ríos participaron en Coterie NY, la feria que reúne a los compradores y curadores más relevantes del mundo. Su presencia fue posible gracias al apoyo del Ministerio de Desarrollo de Entre Ríos y la Cancillería Argentina, un impulso clave para que el talento local cruce fronteras.
Pero si hubo un momento que marcó la agenda fue el de La Rosa Blanca, la marca de alpargatas contemporáneas creada por Sandra Ostorero. Tras su paso por Magic, el show paralelo en Las Vegas, fue distinguida con el premio a la Mejor Marca de Footwear. Un reconocimiento de enorme valor, porque no se trata solo de moda: el jurado evaluó innovación de producto, propuesta comercial, estética y originalidad. Que una alpargata argentina, un calzado tradicional y cotidiano en nuestro país, se destaque en el mercado estadounidense como propuesta novedosa y con proyección global, habla de la potencia transformadora del diseño cuando se combina con identidad y visión.
El caso de La Rosa Blanca es un ejemplo claro de cómo un objeto simple puede reinventarse y conquistar nuevas audiencias. Y no es casualidad: la moda global está buscando autenticidad, raíces culturales y relatos que conecten con la gente. Ahí es donde la creatividad argentina tiene mucho para aportar.
Además de las marcas entrerrianas presentes en Coterie, otras propuestas argentinas como Las Sureñas, SolangeM e IKIGAI de Clara Forno también participaron con excelentes resultados, confirmando que hay un movimiento sólido y diverso empujando desde distintos rincones del país hacia la internacionalización.
Lo interesante es que cada diseñadora compartió la experiencia en primera persona: mostrarse en Nueva York no solo significa exhibir colecciones, sino entrar en la conversación global de la moda, construir redes de contacto, generar alianzas estratégicas y acceder a compradores internacionales que pueden cambiar el rumbo de una marca.
Exportar identidad no es solo abrir mercados: es posicionar al país en un lugar de prestigio, diversificar las exportaciones y demostrar que el talento argentino es competitivo en un escenario altamente exigente. Con el acompañamiento del Consulado General y Centro de Promoción de la República Argentina en Nueva York, este puente entre la creatividad local y los mercados internacionales se fortalece cada vez más.
La lección que deja esta edición es clara: cuando el diseño se hace desde la raíz, con autenticidad y una visión global, puede conquistar los ojos más exigentes del mundo. Y Entre Ríos lo acaba de demostrar.
* Alejandra Boland es consultora de negocios internacionales