"Fui gobierno en este paisito de tres millones y medio con tres vacas por habitante. Récord mundial, el país más ganadero del mundo. Pero que tenga un ocho y pico por ciento de pobres no tiene gollete", dijo José "Pepe" Mujica en una entrevista con La Nación en enero de 2025. La frase resume el núcleo de su pensamiento económico: la contradicción entre la abundancia de recursos y la persistencia de la pobreza en el mundo, una tensión que lo acompañó durante toda su vida.
A continuación algunos de sus enunciados que lo pusieron como referente a nivel global de la reducción de la desigualdad social, la pausa al consumismo y la promoción de la inclusión.
"Vivimos para pagar": economía y felicidad
A lo largo de los años, Mujica cultivó un discurso crítico hacia el modelo económico dominante y abogó por una vida más sobria, con menos consumo y mayor libertad. "Eres libre cuando escapás a la ley de la necesidad, cuando gastás tiempo de tu vida en lo que a ti se te ocurre. Si las necesidades se te van multiplicando, gastás el tiempo de tu vida en cubrir las necesidades", afirmó en una extensa conversación con The New York Times publicada en agosto de 2024.
Para Mujica, la economía no puede entenderse sin preguntarse antes para qué sirve.
"La humanidad necesita trabajar menos y tener más tiempo libre y ser más sobria. ¿Para qué tanta basura? ¿Por qué hay que cambiar el auto? ¿Cambiar de heladera?", se preguntó en esa misma entrevista, donde también advirtió que "el mercado es muy fuerte. Ha generado una cultura subliminal que domina nuestro instinto. Es subjetivo. No es consciente. Ha hecho de nosotros voraces compradores. Vivimos para comprar. Y vivimos para pagar. Y el crédito es una religión. Entonces estamos como enroscados".
El expresidente frenteamplista sostiene que el sistema de consumo no solo moldea la economía, sino también la subjetividad de las personas. De ahí su insistencia en que el problema de fondo no es únicamente la pobreza material, sino una forma de vida que naturaliza el exceso y mide el bienestar solo en términos de acumulación. "Porque la vida es una y se va. Hay que darle sentido a la vida. Hay que luchar por la felicidad humana. No solo por la riqueza", dijo en esa oportunidad.
El Frente Amplio al poder y su presidencia
Cuando el Frente Amplio llegó al poder por primera vez, Mujica le lanzó a Eleuterio Fernández Huidobro antes de asumir la presidencia de la Cámara de Senadores, el 15 de febrero del 2005: "Ni el mayor novelista pudo haber pensado estas cosas, compañero del alma de todas las horas, tómeme juramento". Un guiño a las vueltas de la historia y a su relación de complicidad en el tiempo ya que ambos estuvieron presos juntos durante la dictadura militar (1973-1985) cuando pertenecían al Movimiento de Liberación Nacional (MLN-Tupamaros).
Durante su discurso de asunción, el líder frenteamplista remarcó la palabra educación.
"Permítame en un pequeño subrayado. Educación, educación, educación y otra vez educación. Los gobernantes deberíamos ser obligados todas las mañanas a llenar planas como en la escuela escribiendo 100 veces debo ocuparme de la educación. Porque allí se anticipa el rostro de la sociedad que vendrá. De la educación depende en buena parte de las potencialidades productivas de un país".
Esta frase se convirtió en un latiguillo utilizado por propios o ajenos, para defender o contraargumentar las políticas educativas llevadas adelante por Mujica.
Durante su gobierno, además, el entonces presidente donó parte de su sueldo como presidente de la República. En declaraciones a El Tiempo de Colombia explicó: "Esa cantidad de dinero me era suficiente, a la luz del hecho de que muchos de mis compatriotas deben vivir con menos". Su estilo de vida austero y sus convicciones lo convirtieron en un símbolo mundial de la izquierda que se refleja, por ejemplo, en su célebre frase: "No es pobre el que tiene poco, pobre es el que quiere mucho".

La guerrilla y la cárcel
En el documental El Pepe, una vida suprema (2018), dirigido por Emir Kusturica, Mujica rememoró su pasado guerrillero con una frase que mezcla ironía y crudeza: "Es la cosa más linda entrar a un banco con una 45 así... Todo el mundo te respeta". Esta polémica declaración fue la antesala de su reflexión sobre las instituciones financieras:
"El escalón más alto de la delincuencia humana, no sangrienta, al cual se puede apetecer. Es la gloria del capitalismo hacer plata con el dinero de otro. No ya con el trabajo, ¡con el dinero de otros! ¡Es la quintaescencia! ¡Es el destilado del capitalismo!", agrega en el documental.
Mujica también se cuestionaba sobre la naturaleza humana y los desafíos de transformar la sociedad: "Me hice preguntas de esas que no se hace nadie. Preguntas de intelectuales para las que no tenés respuestas sencillas. Por ejemplo, nosotros queremos cambiar la sociedad por un mundo mejor, por unos humanos mejores. La pregunta es esta: ¿cuál es el disco duro con el que venimos de la naturaleza? ¿Y cuáles son los factores adquiridos por la civilización, las costumbres, la educación? Porque esto viene con otra pregunta: ¿no estaremos peleando con el disco duro? Si estamos peleando con el disco duro estamos fritos...", dijo en 2023 en entrevista con El Observador.
Mea culpa y el descanso del guerrero
Pero Mujica no se exime de responsabilidades. En su conversación con La Nación, reconoció:
"Bueno, yo tengo alguna responsabilidad porque fui presidente, ¿entendés? No hice todo lo que había que hacer. Claro, también aprendí que llegar a presidente no es tener el sartén del mango. Es más o menos".
Con 89 años (cumpliría 90 este 20 de mayo) y un complejo diagnóstico de cáncer, sentenció: "Hasta acá llegué", en varias participaciones públicas.
En enero de 2025, Mujica anunció públicamente que su cáncer de esófago se había extendido al hígado y que no se sometería a más tratamientos. "Me estoy muriendo. Déjenme tranquilo", expresó en una entrevista con el semanario Búsqueda. "El guerrero tiene derecho a su descanso", dijo pero su pretensión de retirarse de la participación política fue prácticamente imposible. Militó hasta conseguir nuevamente el ascenso del Frente Amplio a la presidencia en la figura de Yamandú Orsi, quien lo visitó al día siguiente de resultar electo y reconoció haber tomado notas de sus experiencias para seguir sus pasos.