Sentirse aburrido en el trabajo es algo bastante común, tanto para quienes lideran como para sus equipos. De hecho, una investigación de Lotta Harju, profesora de psicología laboral y organizacional en la Escuela de Negocios Emlyon, en Francia, mostró que entre el 40 % y el 50 % de los empleados se sentían aburridos o agotados en sus tareas. El problema es que ese aburrimiento puede llevar a una menor motivación, insatisfacción y hasta afectar la salud mental, con cuadros de ansiedad o depresión.
Pero salir de esa sensación no siempre resulta fácil, sobre todo para quienes todavía se sienten a gusto con la empresa en la que trabajan y no tienen ganas de dejarla. Entonces, ¿qué se puede hacer cuando uno se aburre de su trabajo, pero todavía valora a la compañía?
1. Buscar un nuevo sentido
"Sentirse aburrido en el trabajo es una señal", dice Katia Vlachos, coach de reinvención y autora de Uncaged: A Good Girl's Journey to Reinvention. "Lo más probable es que tu mente te diga que superaste algo y que necesitás evolucionar. En lugar de buscar maneras de cambiar de trabajo, es útil empezar por diagnosticar la raíz de tu aburrimiento. ¿Superaste el puesto? ¿Ya no le encontrás sentido? O tal vez no ves un camino claro para crecer", explica.
Para Vlachos, si todavía te sentís identificado con la empresa —porque compartís sus valores, construiste buenas relaciones o valorás el equilibrio entre lo laboral y lo personal—, conviene buscar soluciones dentro antes de pensar en irse. Entonces, ¿cómo se hace?
"Empezá por reconectar con lo que antes te entusiasmaba", sugiere Vlachos. "¿Qué disfrutabas en tu trabajo que ahora te falta? Después, podés hablar con tu jefe con claridad y contarle qué tipo de desafíos o proyectos te interesan, y cómo podrías aportar más allá de tu puesto actual", agrega. Según ella, tu vínculo con la empresa puede jugar a tu favor. "Ya estás metido en la cultura", dice, "y eso te da una base sólida para proponer cambios", añade.
2. Armar nuevos vínculos
"El aburrimiento muchas veces nace de la falta de crecimiento", señala Paul Grant, emprendedor serial y coautor de Personalities Remixed. "No tengas miedo de ofrecerte para proyectos que estén fuera de lo habitual, asumir roles de liderazgo o pedir más responsabilidades", afirma.
Si sentís que tu trabajo se volvió repetitivo, Grant recomienda proponer mejoras en los procesos o ideas nuevas. Muchas empresas valoran a quienes se muestran proactivos y empujan cambios positivos.
También sugiere que el networking dentro de la organización puede ayudarte a conectarte con colegas de otras áreas. Eso no solo te permite descubrir intereses nuevos, sino también oportunidades internas que quizás no habías visto. Además, explorar proyectos que te apasionen por fuera del trabajo, como el freelance o un emprendimiento, puede resultar estimulante y, de paso, abrir una puerta a ingresos extra.
"A veces, lo único que necesitás es mirar las cosas desde otro ángulo", dice Grant. "Fijate en el impacto que tiene tu trabajo, buscá formas de hacerlo más llevadero y valorá lo positivo que todavía tiene tu día a día", aconseja.
3. Hacerse cargo del propio desarrollo
"El aburrimiento suele aparecer cuando el trabajo se vuelve demasiado fácil. En cambio, el agotamiento llega cuando las tareas te exigen más de lo que tus habilidades pueden dar en ese momento", explica Gaelle Devins, directora de atención al cliente en la relojera Breitling y autora de Flow Leadership: Unleash the Power of People, Purpose and Performance. "La clave es apuntar al punto justo: tu zona de excelencia, donde te sentís motivado, pero no desbordado", comenta.
Para ella, una buena forma de recuperar el entusiasmo es acompañar a otros como mentor, ya sea dentro de tu área o en otras partes de la empresa. Esa experiencia puede devolverte el entusiasmo y abrirte nuevas puertas para aprender.
Devins también remarca lo importante que es hacerse cargo de tu propio crecimiento. "Armá una visión personal y un plan de desarrollo que conecte tus fortalezas, tus necesidades y tus metas profesionales con el propósito general de la empresa", propone. Y agrega: "Mantener la curiosidad y ser proactivo es lo que transforma tu rol en algo que siga motivándote e inspirándote".
4. Redescubrir tu propósito
"Si te sentís estancado, sobre todo en un puesto que antes te encantaba, puede que sea porque tu propósito cambió sin que te dieras cuenta", dice Josephine McGrail, coach de bienestar y autora de The Morning Miracle, Messages of Love y Fall in Love with You. "Lo que antes te inspiraba puede que ya no encaje con quién sos hoy. Y eso no es un fracaso, sino una señal de que creciste", explica.
Para ella, lo primero es hacer una pausa y conectar con la persona que sos hoy, no con la que eras cuando aceptaste ese trabajo o tomaste la última gran decisión en tu carrera. Hacete estas preguntas: ¿Qué me mueve cada mañana? ¿Qué sentido tiene lo que hago? ¿Qué necesito para sostener y potenciar esa energía? ¿Cómo puedo acompañarme mejor en esta etapa?
"Estas preguntas te ayudan a entender cuál es tu propósito ahora y a identificar qué es lo que necesita cambiar", indica McGrail. "Ya sea tu puesto, tus tareas o la forma en que estás mirando tu trabajo", continúa.
Una vez que tengas esa claridad, vas a estar mejor preparado para hablar con confianza y tranquilidad sobre lo que necesitás. "No se trata de estar insatisfecho", aclara McGrail, "se trata de realinearte y crecer, tanto vos como la organización. Cuando podés decir con claridad qué te importa hoy —esta nueva versión de vos mismo—, ganás poder para enfrentar el cambio con sentido. Dejás de correr atrás de metas viejas y empezás a construir un futuro que realmente te represente", sostiene.
5. Reescribir tu historia
"A veces, tu carrera puede parecerse a una relación que ya no funciona", dice Sarah Bird, autora de Nail Your Narrative: How to Use Storytelling to Reinvent Your Career in Midlife. "Ya no sentís lo mismo que al principio y te preguntás por qué seguiste tanto tiempo en algo que no te llena. Que creas que tu camino fue fruto de una estrategia o del azar es solo una cuestión de perspectiva. Lo importante es estar listo y tener la fortaleza para dar el próximo paso, contándote la historia correcta, a vos mismo y a los demás", explica.
Bird sostiene que tomar distancia y repensar esa narrativa puede acelerar tu reinvención profesional. ¿Cuál es tu dirección? ¿Quién te marcó? ¿Cuáles son tus valores, frustraciones y prioridades? "Nada de lo que viviste se pierde", asegura. "Hasta el aburrimiento puede ser parte del hilo que te lleve al trabajo que realmente querés", comparte.
Su consejo: preguntate seguido qué esperás de tu vida laboral. "Jugá con las palabras y tratá de describir tu situación en 12 palabras cada día", propone. "Eso te va a ayudar a imaginar el futuro profesional que querés construir", concluye.
¿Te aburrís en el trabajo?
La verdad es que a la mayoría le pasa, al menos cada tanto. No todos los días traen desafíos nuevos ni sorpresas, y muchos puestos tienen una buena dosis de rutina. Si bien es difícil evitar el aburrimiento del todo, lo importante es reducirlo. Buscar nuevos proyectos, mover el avispero y apostar a tu crecimiento personal puede marcar la diferencia. Te va a ayudar a seguir adelante y a mantener lejos esa sensación de estancamiento.
Con información de Forbes US.