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Vicepresidente de ingeniería Martin Javorka (izquierda), director ejecutivo Mare
Innovacion

La firma que procesa datos en el espacio para liderar el negocio de alertas en tiempo real

Charlie Fink

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Con un procesador propio y software de inteligencia artificial que analiza imágenes directamente en órbita, Zaitra dejó de ser una promesa nacida en un hackatón para convertirse en un proveedor clave de información satelital en tiempo casi real.

30 Octubre de 2025 19.30

Durante décadas, los satélites orbitaron la Tierra y recopilaron imágenes, aunque gran parte de esa información nunca bajó o llegó demasiado tarde como para servir de algo. Zaitra, una startup checa con sede en Brno, busca cambiar ese escenario. Su sistema de inteligencia artificial, Skaisen, procesa los datos directamente en órbita y genera alertas concisas, legibles por máquinas, lo que reduce la demora de horas o incluso días a apenas unos minutos.

El cofundador y director ejecutivo, Marek Marusin, lo resume así: "vendemos información, no imágenes". Mientras que las empresas tradicionales de observación de la Tierra compiten por ofrecer imágenes más nítidas o con mayor frecuencia, Zaitra apunta a otra cosa. "Nosotros no enviamos la imagen", aclara Marusin. 

"Enviamos lo que la IA ve en ella", dice. El resultado es una alerta casi en tiempo real que puede señalar, por ejemplo: "Hay tres naves sin rastrear en estas coordenadas, dirigiéndose al norte a esta velocidad", señala. Esa información permite activar satélites de seguimiento, inspecciones con drones o, simplemente, enviar un mensaje al celular de un operador.

El director de tecnología, Rado Pitonak, cuenta que la empresa desarrolla sus propias computadoras basadas en arquitectura FPGA (Field Programmable Gate Array). "Cada gramo es crucial", advierte. "Tuvimos que construir un hardware lo bastante liviano, eficiente en el consumo de energía y apto para operar en el espacio, y al mismo tiempo capaz de ejecutar modelos de gran tamaño", agrega. De ese trabajo surgió Skaidock, un procesador resistente que corre el software Skaisen de Zaitra. Juntos filtran imágenes inútiles, descartan escenas cubiertas por nubes y transmiten solo texto estructurado que otros sistemas pueden leer y procesar.

Zaitra presentó su primer prototipo en el espacio en julio de 2022 y, desde entonces, integró Skaisen en dos misiones comerciales. La compañía vendió cerca de una docena de unidades Skaidock en lo que va del año.

El algoritmo de Zaitra se probó en el satélite checo VZLUSAT-2, donde filtró imágenes nubladas y transmitió únicamente datos útiles. Así demostró su capacidad para ahorrar ancho de banda y entregar información más precisa a los usuarios en tierra. Su hardware y software también viajaron a bordo de Troll, el satélite checo más grande hasta el momento, donde superaron con éxito todas las pruebas operativas. Zaitra presentó recientemente su propuesta de procesamiento de borde en la SmallSat Expo de Utah, uno de los eventos más relevantes del sector.

SKAIDOCK
Skaidock es un procesador reforzado que aloja el software Skaisen de Zaitra. Zaitra.

El uso de esta tecnología va mucho más allá del ámbito militar. Zaitra colabora con operadores de oleoductos para detectar fugas de metano, con equipos de emergencia para identificar posibles focos de incendios forestales y con autoridades que combaten la pesca ilegal. "Una vez que se tiene información casi en tiempo real, se pueden automatizar las tareas", afirma Marusin. "Se puede lanzar un dron, redirigir un barco o simplemente mostrar los datos en el mapa de un comandante. Esto no era posible antes de que empezáramos a usar IA sobre satélites", sostiene.

Como muchas startups del sector espacial, Zaitra apuesta por una estrategia doble: por un lado, vende componentes a otros fabricantes de satélites y, por otro, desarrolla su propia constelación. El año pasado cerró una ronda de pre-semilla por 1,7 millones de euros, y ahora abrió una ronda de capital semilla para financiar su primer nodo de IA operado directamente por la empresa y avanzar en su expansión en EE. UU. En el último año, el equipo pasó de cinco a 25 personas y sumó cerca de diez clientes que ya pagan por sus servicios.

Los inicios de Zaitra bien podrían ser el guion de una película. "Fuimos a un hackatón por diversión, comida y curiosidad", recuerda Marusin. "Ganamos, y al organizador le gustó tanto el equipo que invirtió el primer dinero en la empresa", añade. De ahí pasaron del trabajo como agencia a desarrollar su propio hardware y software de IA. Marusin incluso fue incluido en la lista de los 30 menores de 30 de Forbes. Uno de sus asesores es Petr Kapoun, fundador de la integradora de sistemas satelitales TRL Space, quien también es uno de los inversores ángeles que apostó por Zaitra desde el inicio.

Marusin estima que el mercado potencial para los componentes que fabrica Zaitra ronda los US$ 1.000 millones, aunque el verdadero interés está en el negocio de los datos espaciales de baja latencia, un sector mucho más amplio y en crecimiento. "El mercado total de datos espaciales ronda los US$ 5.500 millones hoy en día", afirma. "Puede alcanzar billones de dólares a medida que encontremos nuevas aplicaciones", sostiene.

"Hace cinco años, no teníamos el hardware ni la IA para hacer esto", dice. "Ahora podemos enviar un mensaje desde el espacio en minutos", concluye.

 

Nota publicada por Forbes US

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