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"La IA se está metiendo a las empresas de contrabando": la advertencia de Globant que marca el futuro inmediato de la transformación digital

Cecilia Piazza

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Según el nuevo reporte global de tendencias tecnológicas de Globant, 2026 será el año en que las organizaciones deberán pasar del uso informal de la inteligencia artificial a la adopción estructurada de agentes autónomos capaces de generar retorno medible.

11 Diciembre de 2025 09.36

El uso de la inteligencia artificial está en un momento bisagra para las organizaciones. Tras un período marcado por el uso espontáneo y desordenado de herramientas generativas, desde Globant sostienen que en 2026 comenzará una etapa distinta: la de la integración estructurada dentro de los procesos empresariales

"Actualmente, la IA se está metiendo a las empresas de contrabando", afirmó Nicolás Jodal, CEO y cofundador de GeneXus —adquirida por Globant en 2022—, durante un desayuno con la prensa en el que la empresa presentó las tendencias que marcarán el próximo año. 

Su diagnóstico apunta a un fenómeno cada vez más visible: el uso individual avanza más rápido que la adopción organizacional. Para Globant, el desafío de 2026 será, precisamente, cerrar esa distancia y transformar esa práctica dispersa en una estrategia de negocio.

El nuevo reporte global de tendencias tecnológicas de la compañía describe un escenario donde la IA pasa de ser una herramienta accesoria a convertirse en un componente central del negocio. La transición se acelera por una constatación simple: los modelos generativos permitieron explorar posibilidades, pero la generación real de valor vendrá de agentes entrenados para ejecutar acciones sin necesidad de intervención continua. Se trata de una IA que no responde a un comando, sino que persigue un propósito.

Para Globant, la llegada de agentes autónomos no implica solo una evolución tecnológica, sino una reconfiguración de cómo operan las empresas. Así lo planteó Matías Boix, senior vice president of Technology de Globant Uruguay, al señalar que la IA comenzará a integrarse en los flujos internos con una lógica orientada a objetivos. Según explicó, el verdadero cambio no está en automatizar tareas puntuales, sino en permitir que los sistemas interpreten el contexto del negocio, prioricen acciones y lleven a cabo pasos completos dentro de un proceso.

Boix proyecta que esta transición de lugar a un nuevo tipo de arquitectura organizacional. "Lo innovador va a ser tener procesos y agéntica", subrayó. En su visión, cada industria desarrollará agentes especializados capaces de escalar trabajo sin necesidad de multiplicar equipos humanos.

El recorrido que transformará los procesos

Jodal planteó que la adopción de la inteligencia artificial dentro de las organizaciones avanzará en tres etapas. La primera habilita a los empleados a acceder a la información interna de la compañía a través de consultas conversacionales, sin necesidad de navegar sistemas complejos. 

La segunda redefine la interacción con las herramientas corporativas, sustituyendo las interfaces tradicionales por experiencias más directas y naturales. Y la tercera —la que verdaderamente cambia la lógica operativa— introduce agentes capaces de ejecutar procesos completos, tomar decisiones y avanzar hacia un modelo de trabajo donde la intervención humana es mínima.

Aunque la tendencia avanza, el reporte advierte que la mayoría de las organizaciones aún está lejos de capturar su verdadero potencial. Según datos del reporte, el 75% de las compañías ya experimenta con agentes de IA, pero apenas el 15% opera sistemas realmente autónomos y orientados a objetivos. El obstáculo no es técnico, sino organizativo: silos internos, datos fragmentados y falta de gobernanza dificultan que la tecnología se traduzca en resultados.

En ese contexto, Globant anticipa que 2026 —año en que los directorios comenzarán a exigir ROI medible y no simples pruebas de concepto— será el punto de inflexión para el desarrollo de la IA agéntica en empresas. Una evolución impulsada por la necesidad de aumentar la eficiencia y capturar valor de manera tangible, algo que los modelos generativos no lograron resolver por sí solos. El documento destaca que el impacto de los agentes inteligentes será especialmente visible en actividades intensivas en datos o que requieren coordinación entre múltiples sistemas.

Uno de los casos presentados en el informe se vincula al sector logístico, donde un agente conversacional desplegado por la plataforma Bigblue permitió multiplicar por diez la capacidad de respuesta y reducir los tiempos de atención de dos horas a apenas 90 segundos, sin necesidad de ampliar el equipo humano.

Para Globant, este tipo de resultados evidencia un punto central: la IA agéntica no solo incrementa productividad, sino que escala operaciones sin replicar costos

La otra cara de la adopción

Mientras las empresas se preparan para integrar agentes inteligentes en sus operaciones, otro fenómeno crece en paralelo: la sofisticación de los ataques digitales impulsados por IA. Boix advirtió que el escenario actual exige una vigilancia renovada. 

"Todas las alertas ahora son más difíciles de identificar", señaló, al describir cómo los sistemas de fraude utilizan modelos avanzados para producir mensajes, voces o videollamadas prácticamente indistinguibles de las reales.

En ese contexto, la verificación manual deja de ser suficiente. Boix planteó que uno de los cambios más visibles será la adopción cotidiana de herramientas basadas en IA para validar correos o mensajes sospechosos. Plataformas como ChatGPT, Copilot o Gemini pueden detectar inconsistencias, patrones sintéticos o señales de ingeniería social que para un usuario pasarían inadvertidas. A nivel corporativo, la lógica es similar, pero con mayor escala y profundidad.

El principio es claro: la IA que impulsa la innovación también será la que permita defenderla. Tal como sintetizó el senior vice president of Technology de Globant Uruguay, en materia de ciberseguridad, hoy "el fuego se combate con fuego".

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