Andrej Karpathy lo dice todo: el nuevo lenguaje de programación es el 'Vibe Coding' pero la rosa tiene sus secretos
Pablo Wahnon Editor de Innovación
Pablo Wahnon Editor de Innovación
El diccionario Collins eligió "vibe coding" como la palabra del año. El término marca un giro en la manera en que los emprendedores sin perfil técnico crean productos digitales. Ya no hace falta pasar años estudiando programación. Ahora le explicás a una inteligencia artificial qué querés hacer, y la IA escribe el código por vos.
La expresión fue acuñada por Andrej Karpathy, exdirector de IA en Tesla y uno de los ingenieros fundadores de OpenAI. Según él, "el inglés es el nuevo lenguaje de programación de moda".
La dinámica parece simple: le pedís a la IA una app para organizar las comidas semanales o administrar los pedidos de tus clientes. La IA genera el código, lo probás, afinás las indicaciones y repetís el proceso hasta que funcione. No hay que memorizar sintaxis ni lidiar con mensajes de error crípticos. Solo conversación y repetición.
Los emprendedores están apostando fuerte por esta tecnología. La startup sueca de IA, Lovable, se convirtió en unicornio en julio, impulsada por el crecimiento de la programación visual. Fundadores que hace un año no sabían escribir una sola línea de código, hoy lanzan productos SaaS. Pero antes de dejar tu trabajo con la ilusión de hacerte millonario de un día para el otro, conviene entender bien de qué se trata este fenómeno. La rosa tiene sus secretos.
Hoy, crear un prototipo funcional lleva horas, no meses. Podés lanzar algo que funcione en el mismo día. Incluso es posible iniciar un negocio sin una inversión inicial significativa. Pero hay una diferencia enorme entre una app que responde con diez usuarios y otra que soporta diez mil. Tu MVP, con código de prueba, sirve para demostrar una idea y validar si hay interés. Es probable que no escale de manera eficiente cuando llegue el tráfico real.
Los desarrolladores profesionales manejan la optimización de bases de datos, la arquitectura de servidores y los protocolos de seguridad. El lenguaje de programación Vibe deja de lado esos conocimientos clave. Cuando la cantidad de usuarios crezca de forma acelerada y tu aplicación empiece a fallar, vas a necesitar ingeniería de verdad para reconstruir la infraestructura como corresponde.
Usá la programación intuitiva para testear ideas con rapidez. Y cuando tengas tracción, destiná un presupuesto para el desarrollo profesional. La velocidad para lograr un MVP es realmente innovadora, pero llegar desde ese punto hasta una solución sólida requiere experiencia técnica tradicional.
La barrera de entrada desapareció. Ya no necesitás US$ 50.000 para contratar desarrolladores ni seis meses para lanzar una primera versión. Podés crear tu producto en un fin de semana, publicarlo el lunes y recibir comentarios de los clientes el viernes. Esa velocidad cambia por completo la lógica de validación. Los experimentos fallidos ahora cuestan días, no años. Los ajustes se hacen en tiempo real, según cómo se comportan los usuarios.

Pero que sea accesible no significa que sea automático. Todavía tenés que encontrar clientes, ajustar tu propuesta y construir un modelo de negocio que se sostenga. El vibe coding resuelve la parte técnica. Todo lo demás sigue siendo tu responsabilidad.
No esperes que la IA solucione tus problemas para encontrar mercado ni que te enseñe a vender. Elimina un obstáculo, pero quedan muchos otros. Los fundamentos del negocio no cambiaron. Todavía necesitás clientes dispuestos a pagar por una solución concreta.
Solo podés atender a una cantidad limitada de clientes. Tu equipo también tiene un tope de horas disponibles. Las empresas de servicios tienen sus límites. Pero ¿qué pasaría si transformaras tu experiencia en productos que tus clientes puedan usar por su cuenta? Las agencias con años de trabajo sobre el terreno tienen una ventaja única: un conocimiento profundo del mercado.
Escuchá los pedidos que se repiten. Prestá atención a los problemas que aparecen en cada interacción. Después, convertí ese aprendizaje en soluciones tecnológicas que resuelvan necesidades concretas. Una agencia de marketing, por ejemplo, podría crear una herramienta con IA para generar calendarios de redes sociales. Un estudio de diseño, un verificador de coherencia de marca. Una consultora SEO, un software de auditoría automatizada.
Convertí tu experiencia en productos que funcionen mientras dormís. Tu base actual de clientes puede ser tu primer grupo de prueba y también tus primeros compradores.
Matt Boyle, diseñador de productos, lanza una advertencia clara: "Nunca ha sido tan fácil lanzar algo terrible". Cuando cualquiera puede crear un producto, estos dejan de ser especiales. Las funciones de tu app ya no te van a diferenciar. Mañana, alguien puede clonarlas usando las mismas herramientas de IA que usaste hoy.
Kelly Coutinho, de Zero100, lo resume así: "Cuando todos pueden comunicarse con el sistema, las barreras desaparecen, los costos iniciales se reducen prácticamente a cero y la creatividad se dispara". Aunque también marca una condición clave: "Que el lenguaje humano sea la interfaz, que la ejecución sea la ventaja competitiva y que las buenas prácticas se traduzcan en valor para la empresa".
Tu marca personal pasa a ser todo. Construir una comunidad importa más que sumar funcionalidades. Tu capacidad para atraer clientes depende de los vínculos, no de los repositorios de código. La distribución y la confianza se transforman en las verdaderas ventajas competitivas. La tecnología simplemente te da las herramientas. Pero el negocio necesita otras fortalezas.
La programación intuitiva no se trata de escribir "haceme rico" en ChatGPT. Hay que saber cómo estructurar los pedidos, revisar los resultados y guiar a la IA hasta lograr soluciones que realmente funcionen. Hay cursos, tutoriales y comunidades donde se puede aprender. Invertí en formarte antes de esperar resultados. Los que mejor aprovechan esta herramienta piensan como gerentes de producto, no como programadores.

Mark James, profesor de inteligencia artificial aplicada a los negocios, expresó su inquietud: "Me preocupa la calidad y la comprensión cuando, con el tiempo, se pierde el contacto con los mecanismos". Aunque la IA haga el trabajo pesado, necesitás entender lo suficiente para detectar errores, orientar mejoras y saber cuándo un producto está listo para salir al mercado.
Aprendé a identificar cuándo la IA genera código inútil. Conocé lo básico sobre la estructura del código para poder hablar con desarrolladores reales cuando los necesites. Los programadores que más provecho le sacan a la IA entienden tanto lo que esta tecnología permite como sus límites.
El vibe coding democratiza la creación. Las barreras que durante décadas protegieron a los jugadores consolidados desaparecieron. Ahora, cualquier emprendedor tiene capacidad técnica de un día para el otro. Pero cuanto más fácil es crear, más dura se vuelve la competencia por la atención, la confianza y la lealtad del cliente. Cuando todos pueden construir, son otros los factores que definen quién gana.
Desarrollá rápido. Probá todo. Escalá lo que funcione. Pero el éxito sostenible llega cuando resolvés problemas reales para personas reales que confían en vos. El código puede salirte gratis, pero ganarse la confianza del cliente sigue costando todo. El vibe coding resuelve el cómo. A vos todavía te toca definir el porqué y para quién. La rosa, después de todo, tiene sus secretos.
*Con información de Forbes US.