La incertidumbre financiera imposibilitó el desarrollo de esta rama dentro de la industria aseguradora que supo tener 25% del mercado hace 30 años. El contexto de mayor estabilidad reabre la oportunidad.
El nuevo contexto de salida del cepo y baja de la inflación abre nuevas oportunidades pero también deja expuestas las dificultades que enfrenta un sector impactado por las distorsiones macro de los últimos años.
Este año, la industria de seguros debe profundizar su proceso de digitalización, a fin de brindar una propuesta omnicanal. Al mismo tiempo, enfrenta el desafío de mantener la demanda y acompañar el ritmo inflacionario en las sumas aseguradas.
Las compañías apuntan a mejorar su marca empleadora de la mano de embajadores internos. Así, cada vez más firmas activan programas para posicionarse en las redes sociales de la mano de sus propios colaboradores.
Los esquemas de trabajo se reinventaron, así como también lo hicieron los espacios de oficinas. La flexibilidad y la experiencia, en el centro de la escena.
El mercado se vio atravesado por el Covid-19, que dinamizó la transformación digital. En paralelo, la coyuntura económica todavía frena el desarrollo de la industria. Las perspectivas para este año.
La decisión de llevar adelante un cambio de imagen puede presentar diversos desafíos. Sin embargo, renovar la marca a tiempo puede mejorar los atributos con los que se la relaciona, sobre todo en una era en la que se apunta a la omnicanalidad.
La compañía celebra casi cinco décadas en la Argentina en un contexto adverso: la pandemia frenó muchas inversiones en flotas, tanto de camiones como de buses. A pesar de eso, el ejecutivo es optimista.
La industria de los seguros no es ajena a la caída de la capacidad de gasto ocasionada por la pandemia. Para paliar el golpe, las compañías se reinventaron con tácticas.
Mientras los supermercados invierten en la experiencia de compra, el comercio electrónico se enfoca en las tiendas cerradas estructuradas para hacer más eficiente el picking y la logística.