Donde hubo fuego, cenizas quedan: ¿cómo tratamos a quienes se van?
Lo que digan de nosotros al irse pesa más que lo que publicamos al recibirlos. Si no cuidamos las despedidas, alguien más capitalizará esas cenizas...
Lo que digan de nosotros al irse pesa más que lo que publicamos al recibirlos. Si no cuidamos las despedidas, alguien más capitalizará esas cenizas...
Hoy no necesariamente gana quien tiene todas las respuestas, sino el que sabe hacer las preguntas correctas. Y para eso, hace falta algo que ni la tecnología ni los algoritmos pueden suplir: pensamiento crítico, aprendizaje constante y criterio contextual.
Este fenómeno, conocido como la Paradoja de Abilene, es más común de lo que se cree y tiene un costo altísimo en las organizaciones. Por qué el miedo a la confrontación y la búsqueda de un falso consenso pueden llevar a equipos enteros a un destino que nadie deseaba
El "efecto ventana rota" demuestra que tolerar el desorden mínimo erosiona la cultura. Desde un simple objeto sin lavar hasta procesos incumplidos, cada omisión de liderazgo modela el comportamiento. Cuál es la regla T.A.Z.A. para construir una cultura sólida con actos consistentes.
El efecto cobra ilustra cómo una mala formulación de objetivos puede distorsionar comportamientos y dañar sistemas complejos. Liderar es, también, anticipar esas consecuencias.
En el día Mundial de la Creatividad e Innovación, una propuesta lúdica para que las organizaciones potencien y estimulen a los equipos para enfrentar los desafíos y oportunidades cotidianos.
En una era donde las organizaciones recurren a la IA incluso para generar ideas, podría estarse configurando un problema de fondo: el riesgo de que el pensamiento creativo humano se atrofie.
En la actualidad, un número creciente de programas académicos quedan cortos frente a las demandas reales del mercado, un fenómeno que bien podría denominarse "formación espinaca": aparente robustez inicial que, al cocinarse bajo el calor del mundo laboral, se reduce a algo insustancial.
En las últimas décadas, la tecnología ha transformado el sector financiero, revolucionando transacciones, gestión y decisiones, mientras democratiza el acceso a servicios esenciales e impulsa una era de innovación constante.
Cuando la inteligencia artificial (IA) generativa avanza a una velocidad asombrosa, la pregunta ya no es si debemos adoptarla, sino cómo hacerlo estratégicamente. Esta tecnología, capaz de transformar palabras en acciones, imágenes o soluciones, está redefiniendo las reglas del juego empresarial. Sin embargo, su impacto dependerá menos de la tecnología en sí misma y más de nuestra capacidad para integrarla con la inteligencia humana.