Estadísticas básicas sobre la COVID: riesgos de contagio y mortalidad

Cada tanto leo una nota bien escrita e investigada sobre la enfermedad COVID. Una de la BBC ?titulada Coronavirus: ¿cuánto miedo deberíamos tener?? es la más esclarecedora en los últimos 30 días. Su autor, Nick Triggle, escribe: “Dos factores influyen en el riesgo que nos plantea el coronavirus: nuestro riesgo de contagiarnos y el riesgo de fallecer o padecer una enfermedad grave una vez contagiados”.

Respecto al primer factor, el riesgo de contagiarse, una fuente clave es el Centro de Recursos sobre el Coronavirus de la Universidad Johns Hopkins. Los que vivan en EE.UU. pueden ver la cantidad de contagios por condado; en los demás países, las estadísticas son nacionales. Los casos informados son menos de los que hay en verdad a menos que la jurisdicción en cuestión esté haciendo muchísimos tests. De todas formas, comparando los casos informados con la población se puede dimensionar mucho más claramente el riesgo.

En mi condado, Middlesex, en Massachusetts, había 20.539 casos informados al 26 de mayo. Parece una cifra alta, pero mi condado tiene 1,6 millones de habitantes, por lo cual un 1,2% de ellos pueden contagiar el virus. Incluso si faltara contar muchos casos, como mucho el 2% de mis vecinos podría contagiarme. Y yo vivo en las afueras de Boston, un epicentro del brote. La nota de la BBC reza que uno de cada 400 británicos está infectado.

Para los que pueden practicar el distanciamiento social, las probabilidades de entrar en contacto estrecho con un contagiado son muy bajas. Pero está claro que por sus trabajos, otros están más expuestos. Por eso es fundamental que los depósitos, las fábricas, los hospitales y los comercios en EE.UU. sigan las pautas de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés); la imprudencia de varios frigoríficos en EE.UU. es imperdonable, como también que se las haya categorizado como industria esencial para proteger a sus administradores de las demandas que merecen recibir.

La nota señala que “si nos contagiamos, la verdad es que en la mayoría de los casos, el coronavirus produce una enfermedad a lo sumo moderada: se estima que solo uno de cada 20 pacientes sintomáticos necesitará tratamiento en un hospital”.

La nota también reza que hay que comparar las tasas de mortalidad de la COVID con las estadísticas sobre la probabilidad de que una persona de cierta edad fallezca en los próximos 12 meses. “Lo notable del coronavirus es que si nos lo contagiamos, nuestras chances de morir parecen igualar las de fallecer de otra causa en los siguientes 12 meses, especialmente en los mayores de 20. Por ejemplo, una persona promedio de 40 años tiene una probabilidad de una sobre 1.000 de no llegar viva a su próximo cumpleaños y un riesgo casi idéntico de morir de coronavirus. Esto significa que el riesgo de fallecer se duplica con el contagio”.

Y ese es el riesgo promedio. Los que tengan problemas de salud tienen riesgos más elevados. Los sanos corren menos peligro.

En EE.UU. se está debatiendo qué tan rápido pueden reabrir diversas empresas para reactivar nuestra economía. Está claro que hay que hacer equilibrio entre los riesgos para la salud de la sociedad y los peligros asociados a niveles de desocupación al borde de una depresión. Opino que la clave para alcanzar ese equilibrio son los hospitales: si comienzan a quedar abrumados, hay que endurecer las medidas; si pueden manejarlo, la sociedad debe abrir, pero respetando las pautas de seguridad.

Autor: Steve Banker