Las acciones de Bioceres saltan un 10% por la aprobación del trigo resistente a la sequía en Estados Unidos
Se trata de un desarrollo científico argentino al que se le abre un gran potencial de demanda global.
Se trata de un desarrollo científico argentino al que se le abre un gran potencial de demanda global.
Arranca la siembra con una superficie estimada de 5,9 millones de hectáreas, unas 400 mil hectáreas más que en 2023/24. Pero preocupan los bajos precios del cereal y la amenaza de la Niña, con nueva sequía en el horizonte.
Ese escenario puede implicar menos dólares para el Gobierno que inicie el 10 de diciembre, sino que tendrá impacto en la recaudación y en la actividad económica del agro aunque también en sectores asociados. Tanto Javier Mielei, como Sergio Massa y Patricia Bullrich tienen entre sus propuestas la premisa de que la peor seca de la historia se termina.
Es clave la llegada de las lluvias en la primera semana de octubre. Los analistas aseguran que, si se demoran las precipitaciones, las pérdidas serán millonarias y comprometerá también la campaña de maíz.
En el ciclo 2021/2022 la soja ocupaba 16.094.000 ha sembradas y el trigo y el maíz -en conjunto- superaron al principal grano del país con 17.420.000 ha, según cifras provisorias de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca.
Habrá una caída del área sembrada pero mayor producción que en 2022/23, tras las lluvias de las últimas semanas. Con todo, exceptuando la del año pasado, será la peor campaña desde 2016.
Federico Trucco, director Ejecutivo de Bioceres, expresó que las fuertes sequías de la Argentina sirvieron para poner a prueba la tecnología HB4.
La cosecha de trigo de la campaña 2022/23 finalizó con una caída en la producción del 44% respecto al ciclo anterior al alcanzar las 12,4 millones de toneladas, informó hoy la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA).
Con Narda Lepes como parte del jurado internacional, Grupo Carrefour premió a los proveedores más comprometidos en materia de Responsabilidad Social Corporativa ante las clientas y clientes. Grupo Molino Chacabuco fue la empresa argentina galardonada.
Las acciones de Bioceres subieron un 12%, luego que el fondo de inversión Ospraie Management la llamara el "futuro Monsanto verde". Su crecimiento surge en un momento en el que la empresa logra la aprobación de su soja y trigo HB4 en varios países productores de alimentos.
Las sanciones a Rusia y Bielorrusia, dos de los mayores productores globales, han interrumpido su venta y los agricultores alertan de un menor rendimiento de los cultivos globales. Hasta 15 importadores netos en América Latina, Europa y Asia tienen una dependencia de los fertilizantes rusos de más del 30%.
Un encuentro entre el secretario de Agricultura y Desarrollo Rural de México y el canciller Santiago Cafiero dejó de manifiesto la voluntad de ambos países en la búsqueda de mecanismos equilibrados para trabajar en beneficio de productores y consumidores mexicanos y argentinos.
La compañía argentina reportó los resultados financieros del primer trimestre del 2022 y reveló que los ingresos crecieron hasta los USD 60 millones.
Al aumento del precio de los cereales, los lácteos, la carne y el azúcar, se suma la crisis de la logística con el aumento de los fletes. Además, la crisis climática provoca alternancia de sequías, incendios e inundaciones en zonas estratégicas para la producción de materias primas.
La Secretaría de Comercio Interior las acusa de ejecutar una "práctica concertada" para fijar el precio del insumo y afectar, así, el "interés económico general".
Con exportaciones agrícolas que superarían los US$ 40.000 millones este año gracias al aumento de los precios de las commodities, el Gobierno puso en pauta exportaciones y se especula con la suba de retenciones. La relación con el acuerdo del FMI y la importación de energía.
Las exportaciones interrumpidas, la sequía, los refugiados para alimentarse y los precios récord de los fertilizantes conspiran para propagar la inseguridad alimentaria en todo el mundo.
El gobierno nacional confirmó el aumento a las retenciones para la harina y el aceite de soja y la creación de un Fondo de Estabilización del Trigo, para neutralizar “el costo de la tonelada” de dicho producto. Ambas medidas ya fueron publicadas en el Boletín Oficial.
La UE, hasta el momento, había adoptado una estrategia que buscaba incentivar la producción orgánica y el recorte de granos con uso de pesticidas.