El oro creció un 16% en el último año hasta los US$ 2.195 por onza, lo que llamó la atención de los inversores locales que desean quitarse sus pesos de encima por la altísima inflación.
Para Jefferies, las acciones de la minera son una “compra” y el precio objetivo es de US$ 38, lo que implicaría un aumento del 15% desde la cotización actual.
Los compradores de oro están activos y es probable que los bancos centrales de todo el mundo, muchos de los cuales poseen importantes reservas del metal, lo estén notando.
Entre los motivos se destacarían un fuerte aumento de las compras de oro por parte de los bancos centrales, una posible estanflación o bien una profunda recesión global.
Teniendo en cuenta que esta materia prima se utiliza principalmente a nivel industrial para la fabricación de coches, paneles solares, joyería y productos electrónicos, podría alcanzar un precio de US$ 30 por onza.
Durante 2023, el precio del oro, impulsado por tensiones geopolíticas y una alta demanda por parte de los bancos centrales, creció un 13% hasta los US$ 2.063 por onza. Por su parte, el bitcoin se revalorizó un 156% hasta cerrar en US$ 42.258.
Este viernes, la materia prima subió hasta un 1,7%, llegando a superar los US$ 2.062 por onza. De esta manera, ya acumula un crecimiento del 9% en el último año.
Según el Consejo Mundial del Oro, se materializará una caída de entre 40 y 50 puntos básicos en los rendimientos a más largo plazo, tras recortes de tasas de entre 75 y 100 puntos, lo que se traduciría en un crecimiento del 4% para el oro.
El oro no va a extinguirse, especialmente cuando vemos niveles crecientes de inestabilidad geopolítica. Acá tenés dos gráficos que los inversores deberían echar un vistazo.
En general, la correlación entre los precios del oro y las acciones de las mineras de oro disminuyeron a 0,6 en 2023, en comparación con un nivel histórico de 0,8.