Después de vender su primera empresa por cientos de millones, Gail Federici volvió al rubro casi por accidente y levantó un imperio con soluciones simples y sin un peso de inversión externa.
La actriz Andie MacDowell decidió dejar de teñirse y mostró sus canas con orgullo. En Argentina, dos mujeres decidieron armar un grupo para darse ánimo, dejar atrás la tintura y abrazar sus canas; esta unión funcionó como símbolo de autenticidad y como empoderamiento. Las empresas de cosmética capilar no se quedaron atrás y las acompañan.
Candace Mitchell, directora ejecutiva de la plataforma de recomendaciones de productos para el cuidado del cabello Myavana, afirma que la empresa recaudó 5,9 millones de dólares y ahora está valuada en 50 millones de dólares. Mitchell se reunió con Forbes en Nasdaq MarketSite para hablar sobre su joven empresa emergente.
Se trata de un dispositivo portátil (una especie de gorro) que las pacientes utilizan durante y poco tiempo después de la quimioterapia. Funciona aplicando un suave masaje progresivo sobre la superficie del cuero cabelludo y la presión impide que la quimioterapia llegue a los pequeños vasos sanguíneos que alimentan los folículos pilosos.