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Alan Brande, cofundador de Light-It y Carlos Palma, CEO de B4-RNA. Foto: Florenc
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B4-RNA y Light-it: dos startups uruguayas que apuestan a la IA para revolucionar la salud y jugar en las grandes ligas

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En el mundo de la medicina, la innovación no solo redefine procesos, también abre puertas a curas antes impensadas. La inteligencia artificial (IA) ya no es una promesa a futuro, sino una herramienta concreta en la revolución del sector salud. Así lo demuestran dos startups uruguayas que pisan fuerte en el escenario global: B4-RNA y Light-it.

10 Mayo de 2025 08.30

Carlos Palma, CEO de B4-RNA, lo explica con claridad: "B4-RNA parte de una invención y lo que logró fue descubrir una forma de secuenciar, de poder ver moléculas de ARN libres en sangre". Ese hallazgo, realizado en el Instituto Pasteur de Montevideo, permite detectar enfermedades como el cáncer antes de que presenten síntomas. "Nos estamos enfocando en cáncer, una enfermedad sumamente compleja. Uno de los desafíos que tiene la humanidad es resolver estos problemas con las nuevas herramientas", agrega Palma.

La clave de este avance está en la inteligencia artificial. Gracias a ella es posible analizar enormes volúmenes de datos biológicos en busca de patrones que alerten sobre patologías. Pero desarrollar esta tecnología requiere tiempo y recursos. Palma lo reconoce: "La inversión tiene un peso sumamente importante. Los proyectos son a muy largo plazo y muy intensivos en capital. Tenemos que validar la tecnología con estudios clínicos rigurosos".

Un cambio de época para la industria

Por su parte, Alan Brande, CEO de Light-it, destaca el giro que dio el sector de la salud en plena pandemia. "Nosotros empezamos como una empresa de desarrollo de software genérica y durante la pandemia vimos que el sector de la salud cambió, hubo un cambio de paradigma". En ese cambio, muchas instituciones de la salud que aún usaban papel o incluso fax para compartir historias clínicas comenzaron a digitalizarse.

La transformación digital llegó para quedarse. "La pandemia obligó a esta industria a adoptar tecnología", asegura Brande. Sin embargo, advierte que se trata de "una industria muy regulada y adoptar tecnología implica un riesgo, que puede traducirse en daños económicos muy grandes". Aun así, la balanza se inclina hacia la innovación. Hoy, tanto startups como grandes instituciones buscan soluciones tecnológicas para problemas puntuales del sistema de salud.

La salud, nuevo foco de la inversión tecnológica

La convergencia entre salud y tecnología se convirtió en uno de los campos más atractivos para la inversión. "La posibilidad de detectar enfermedades en etapas tempranas genera mucho interés. Hay un potencial económico enorme si se logra validar la tecnología", explica Palma. Además, señala que Estados Unidos es el mercado más competitivo y a la vez más regulado, por lo que lograr avances allí funciona como validación global.

El interés no solo proviene de los fondos de inversión. Según Brande, las propias instituciones médicas están más abiertas a la innovación que en el pasado. Antes la tecnología era vista como un gasto y hoy se la considera una inversión necesaria, menciona. Ese cambio de mentalidad abre oportunidades para empresas especializadas como Light-it, que ya cuenta con varios clientes en Estados Unidos.

Desde Uruguay al mundo: competir en las grandes ligas

Aunque las dos empresas tienen sede en Uruguay, sus ambiciones son internacionales. B4-RNA se prepara para validar su tecnología en ensayos clínicos en Norteamérica. "Uruguay no tiene escala para llevar adelante todas las etapas. Hay que salir al mundo desde el primer día", afirma Palma. En ese sentido, el respaldo científico del Instituto Pasteur y la red global de colaboradores son claves.

Light-it también juega en las grandes ligas. "Nuestro diferencial está en conocer profundamente las necesidades del sector salud y adaptar el software a altos estándares regulatorios", detalla Brande. Esa especialización les permitió posicionarse como aliados tecnológicos de empresas médicas que buscan escalar sin perder seguridad ni eficiencia.

Tecnología con propósito: salvar vidas

Lo que une a estas dos compañías es una visión compartida: usar la tecnología para mejorar la calidad de vida. Ambos coinciden en que el gran desafío está en acelerar la adopción de soluciones sin perder rigurosidad ni la visión ética. En este sentido, ambos ejecutivos entienden que, si bien el sector de la salud está más ávido en la actualidad para incorporar soluciones tecnológicas, la inversión sigue siendo un factor determinante para este tipo de startups. En esta línea, Uruguay ha dado algunos pasos —con iniciativas de ANII, por ejemplo—, pero aún hay un largo trayecto por recorrer en ese sentido.

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