Juan Pablo Robert, de Youtube: "Los creadores de contenido son el nuevo Hollywood"
Juan Pablo Robert, responsable de Entretenimiento de YouTube Hispanoamérica, explica cómo la plataforma pagó US$100.000 millones a creadores y suma 20 millones de videos diarios.

YouTube acaba de cumplir 20 años desde aquel primer video casero subido a la plataforma y, visto desde hoy, el contraste es brutal. De un clip de segundos grabado en un zoológico a un ecosistema que publica 20 millones de videos por día, acumula más de 20.000 millones de piezas en total y, solo en los últimos cuatro años, pagó más de US$ 100.000 millones a creadores, artistas y medios de comunicación.

Para Juan Pablo Robert, Responsable de Entretenimiento de YouTube Hispanoamérica, esa cifra no es solo un dato, es la prueba de que la "economía del creador" dejó de ser promesa para convertirse en una industria que paga sueldos, arma equipos, llena estadios y crea negocios 360.

Juan Pablo Robert, responsable de Entretenimiento de YouTube Hispanoamérica

Desde su rol regional, Robert mira de cerca tres fenómenos: el crecimiento del consumo en televisores conectados, la profesionalización de los creadores y el impacto de la inteligencia artificial como herramienta para desbloquear creatividad y derribar barreras de idioma. En diálogo con Forbes, analiza el presente y el futuro de la plataforma en Hispanoamérica, con foco en Argentina.

— Cerrando 2025, ¿cómo resumirías el año para YouTube, especialmente en la región?

— Creo que para nosotros fue un año muy clave, principalmente porque cumplimos 20 años desde que se subió el primer video. Eso nos obligó a hacer una reflexión con dos miradas: al pasado y al futuro. Hacia atrás, pasamos de un video de 19 segundos grabado en un zoológico de San Diego a lo que hoy significa YouTube: un motor de transformación de la cultura y, básicamente, el origen de la economía del creador. Lo que empezó como un repositorio de videos caseros de gente con webcam se convirtió en una economía real: en los últimos cuatro años pagamos más de US$ 100.000 millones a creadores, artistas y medios. Detrás de eso hay equipos de producción, guionistas, managers; hay derrame económico y una industria funcionando. Al mismo tiempo, hoy se publican más de 20 millones de videos por día y la plataforma acumula más de 20.000 millones de videos. Hasta es poético que sean 20 años, 20.000 millones de videos totales y 20 millones al día, pero te prometo que es coincidencia.

— El consumo de Youtube viene cambiando y, de hecho, está aumentando mucho en smart TVs por ejemplo. ¿Cómo es hoy la estrategia de YouTube y de los creadores?

— Primero es importante dimensionar el alcance. En Argentina, más de 30 millones de usuarios mayores de 18 años consumen YouTube mensualmente. Es un número enorme. YouTube está en una posición única porque no somos red social ni canal de TV. Somos otra cosa. Eso permite que los usuarios accedan a multiformato como videos cortos verticales (Shorts), videos largos on demand, contenido en vivo, música, podcast...y todo eso en multipantalla. A nivel global se consumen más de 1.000 millones de horas al día en televisores conectados. En Argentina, de esos 30 millones de mayores de 18, 19 millones ya miran YouTube en Connected TV. Para mucha gente, YouTube ya es "la TV": entran a ver deportes, noticias, entretenimiento, streamers, podcast.

En los últimos cuatro años Youtube pagó más de US$ 100.000 millones a creadores, artistas y medios

— Muchos creadores se centran en el contenido largo porque genera monetización pero por lo que contas el video corto también es importante para el espectador. ¿Cómo se da la dinámica de consumo?

— Funciona como un ecosistema de marketing. Shorts te da alcance masivo, te ayuda a llegar a audiencias nuevas y a conectar con usuarios que no tenías. Después los vas bajando hacia tu contenido largo, que es donde capitalizás comunidad y monetización de manera más eficiente. El contenido corto te da viralización y tendencia; el largo construye vínculo y comunidad. Hay creadores con mucho alcance que todavía no logran esa comunidad, ese engagement profundo. El formato largo ayuda a eso: a que la audiencia los ame, los siga y se identifique con ellos.

— ¿Qué lugar ocupa el creador latinoamericano dentro de esta economía global?

— Es central. Hispanoamérica es una región muy única porque compartimos idioma y muchas referencias culturales. Si viajás a México, Colombia, Perú, Chile o Argentina, muchas veces miramos el mismo contenido. Eso hace que el mercado potencial para un creador supere las fronteras de su país casi de forma automática. Los grandes creadores argentinos suelen ser los mismos que triunfan en México, Colombia, Perú, Chile o Ecuador. En números, hablamos de unos 420 millones de personas en Hispanoamérica, más 60 millones de hispanos en Estados Unidos. Es decir, casi 500 millones de usuarios potenciales por cultura e idioma. Eso es una ventaja enorme que muchos creadores de otras regiones del mundo quisieran tener. Un ejemplo claro es Alejo Igoa, hoy el creador más grande de habla hispana en el mundo, con casi 96 millones de suscriptores. Él es una muestra de cómo un creador argentino puede construir una audiencia que rompe cualquier frontera.

— Mencionaste los shows en vivo. ¿Qué significa para YouTube ver creadores llenando estadios como si fueran bandas?

— Es una locura. He estado en shows de creadores en venues de 20.000 o 50.000 personas que se agotan en dos horas. El nivel de gritos y euforia es similar al de grandes bandas hace décadas. Eso existe porque YouTube les permitió construir comunidad durante años. Antes no todos tenían una voz. Hoy, con un canal de YouTube, podés llegar a millones de personas, en muchos dispositivos y formatos, y esa comunidad después se traduce en entradas vendidas, giras, productos físicos, licencias. Federico Vigevani, por ejemplo, tiene más de 30 fechas en Latinoamérica. Lo que empezó como contenido digital termina en una gira regional. Esa es la dimensión de la nueva industria.

Youtubers como el uruguayo Fede Vigevani realizan giras en estadios de toda América Latina

— En Argentina explotaron los canales con programación casi 24/7, muy parecidos a señales de TV. ¿Cómo ven ese fenómeno desde la región?

— Hay mucha curiosidad en el resto del mercado por entender qué está pasando. Hoy todavía lo veo en etapa de consolidación, no listo para explotar fuerte fuera de Argentina, pero con muchísimo interés. Ya está generando audiencia, inversión y atención de marcas. La siguiente frontera es cómo este ecosistema, que encontró un espacio muy fuerte en YouTube, adopta también las mejores prácticas de la plataforma para amplificar su alcance. Para mí el "streamer 2.0" va a ser el que mantenga su barra programática en vivo (10, 12 o 24 horas) pero, al mismo tiempo, capitalice todo ese contenido en VOD: clips, highlights, podcast, shorts, videos horizontales. El vivo seguirá siendo el ancla, pero el ancla tiene una oportunidad de explosión enorme para seguir creciendo e incluso hasta exportando en algún momento.

— ¿Qué lugar ocupa la inteligencia artificial en la estrategia de YouTube para creadores?

— La IA en YouTube no es nueva. La usamos hace más de una década en el sistema de recomendaciones, en el algoritmo, para remover contenido dañino o mejorar la experiencia del usuario. Lo que cambió ahora es que pusimos esas capacidades en manos de usuarios y creadores. Un ejemplo clarísimo es el de Alejo Igoa. Hace un año estaba llegando a los 50 millones de suscriptores; hoy tiene casi 96. Esa explosión también se explica por herramientas como el auto-dubbing, que permiten poner un mismo video en distintos idiomas. 

- ¿Qué posibilidades genera?

Antes, alguien como Mr Beast tenía un canal para cada idioma. Hoy podés consolidar toda tu comunidad en un solo canal y ofrecer el contenido en más de 19 o 20 idiomas, con doblaje automático, tu misma voz y hasta lip sync, para que el movimiento de la boca acompañe el audio. Es como derribar la Torre de Babel: el idioma deja de ser una barrera. Además, ya se puede editar videos con IA en la app de YouTube, detectar momentos clave y armar versiones recortadas o shorts; generar partes del video con herramientas como VEO; usar funciones conversacionales como Ask Studio para que la IA, basada en el rendimiento de tus videos, te sugiera ideas nuevas; o incluso convertir una frase en una canción (speech to song) y transformar audio de podcast en video ilustrado. Todas estas herramientas tienen el mismo objetivo: desbloquear creatividad y transformar la experiencia de usuario y creador.

En Argentina, más de 30 millones de usuarios mayores de 18 años consumen YouTube mensualmente

— ¿Qué desafíos ven hacia adelante en Hispanoamérica?

— A nivel regional todavía hay espacio de crecimiento en conectividad, tanto en banda ancha fija como móvil. Por costos y por cuestiones económicas propias de países en desarrollo, queda camino para que más personas accedan a internet de calidad y puedan consumir video. Al mismo tiempo, el gran reto es cómo ayudamos a seguir transformando la cultura ahora que las herramientas reducen la distancia entre tener una idea y poder ejecutarla Ya no se trata solo de que cualquiera pueda grabar un video: ahora la pregunta es cuánta gente va a poder hacer buen contenido, con narrativa, con estética, con profundidad. Cuantas más herramientas haya, más explosión de contenido vamos a ver y eso va a empujar una profesionalización mayor: los que se van a destacar serán los que realmente innoven y lleven las historias a la siguiente frontera.

Para Robert, los creadores ya son "el nuevo Hollywood": trabajan con equipos, llenan estadios, venden productos y viven de su contenido. La diferencia es que, esta vez, el estudio se llama YouTube y el escenario puede ser un celular, un Smart TV o una pantalla en cualquier lugar de Hispanoamérica.