La Federación de Industrias Textiles Argentinas (FITA) presentó ayer en un evento de prensa su Plan de Competitividad Textil, una iniciativa diseñada para mejorar la competitividad del sector y promover la formalización del empleo y las prácticas comerciales entre empresas. La propuesta se encuentra actualmente en instancias de diálogo con autoridades nacionales y provinciales.
El eje central del plan consiste en que los impuestos al trabajo abonados por las firmas sean tomados a cuenta del pago del Impuesto al Valor Agregado (IVA). La propuesta, elaborada por los economistas Miguel Kiguel y Andrés Borenstein, no generaría un costo fiscal para la economía en su conjunto, según señala el documento. Por el contrario, la formalización del empleo y la expansión de la base imponible del IVA implicarían un fortalecimiento de la recaudación tributaria.
"En un contexto como el actual, nuestro compromiso es impulsar políticas y espacios de diálogo que contribuyan a mejorar la competitividad de la industria", explicó Luis Tendlarz, presidente de FITA, y agregó: "Básicamente, el plan busca no afectar el salario, bajar el costo laboral, los aportes patronales. Que se pueda usar como pago a cuenta de algún impuesto, por ejemplo del IVA. Y eso le daría mayor formalidad a la industria, porque para tener el beneficio debería tener que facturar".
La iniciativa surge en un contexto económico complejo para la industria textil, sector que actualmente emplea a más de 100.000 personas de manera directa y más de 540.000 en toda la cadena. Según el informe económico mensual de FITA basado en estadísticas oficiales, en agosto de 2025 la actividad del sector cayó 18,1% en comparación con el mismo mes de 2024, una contracción muy superior al 4,4% registrado por el promedio de la industria nacional.
La capacidad productiva del sector se encuentra seriamente comprometida: el uso de la capacidad instalada textil se ubicó en apenas 41,5%, lo que implica que más de la mitad de la capacidad productiva no está siendo aprovechada. Actualmente, seis de cada diez máquinas permanecen detenidas. "Hoy estamos debajo del 50% de la capacidad instalada. Lo que nos dice que el otro 50% que tiene maquinaria de tecnología superior y competitiva podría estar trabajando hoy para exportar", afirmó Tendlarz, quien hizo hincapié en que las empresas textiles argentinas puedan incrementar sus envíos al exterior para compensar la caída de consumo en la plaza local.
"No se trata de convertirse en exportador, sino de reemplazar la baja demanda por exportaciones. De hecho, estamos exportando, sobre todo a Brasil, Colombia y Paraguay", planteó Tendlarz. Actualmente, entre la mercadería que más se envía al exterior se encuentra "hilado de algodón, tejidos de algodón crudo, que es la ventaja comparativa de tener una materia prima local. El día de mañana esperamos que sean aparte de los tejidos terminados de algodón, los tejidos estampados y tejidos técnicos", detallaron directivos de la FITA sobre los productos con potencial exportador.
En el ámbito laboral, la cadena de valor textil (textiles, confección, cuero y calzado) contabilizó una reducción de 5.000 puestos de empleo formal en julio de 2025 respecto al mismo mes de 2024, consolidando una tendencia de contracción que se mantiene desde febrero del año pasado. Según datos de la Fundación Pro Tejer, en abril de 2025 el empleo asalariado registrado privado del sector textil, confecciones, cuero y calzado registró la caída porcentual más alta de todos los sectores manufactureros (-9%), representando una pérdida de 10.300 puestos de trabajo respecto a diciembre de 2023.
Integración regional y apertura de mercados
Durante noviembre, FITA firmó una nota de acuerdo con Abit (Associação Brasileira da Indústria Têxtil e de Confecção) y Abrafas (Associação Brasileira de Produtores de Fibras Artificiais e Sintéticas) para impulsar la apertura de una negociación de un Acuerdo Bilateral Sectorial con Estados Unidos.
Este documento reúne lineamientos y criterios orientadores destinados a promover la diversificación exportadora, la integración productiva regional y la atracción de nuevas inversiones para el desarrollo del sector.
Adicionalmente, FITA presentó ante el gobierno una propuesta para monitorear el precio de los productos textiles que ingresan al país, y planteó su preocupación en relación a la falta de aplicación de valores de referencia en la Aduana.
Según datos de Pro Tejer, en el primer semestre de 2025 las importaciones de productos textiles e indumentaria alcanzaron 189.819 toneladas y 828 millones de dólares, lo que representa un aumento del 101% interanual en cantidades y 58% en valores.
Desde la Federación, que nuclea a 4.000 empresas y establecimientos del sector en sus distintas fases productivas, comunicaron que continuarán impulsando el diálogo con actores institucionales para avanzar en la pronta implementación de estas propuestas.