Los pagos digitales ganan cada vez más terreno en la vida cotidiana de los argentinos. Sin embargo, para algunas pequeñas y medianas empresas (pymes), su adopción sigue condicionada por un factor determinante: la presión fiscal. Si bien desde el Estado Nacional se han tomado medidas para fomentar la bancarización y la formalización de la economía, los regímenes impositivos provinciales continúan siendo un obstáculo.
Desde 2024, el Gobierno eliminó las retenciones del Impuesto al Valor Agregado (IVA) y del impuesto a las Ganancias sobre los cobros con tarjeta y billeteras virtuales. Esta medida buscó reducir los costos asociados a los pagos digitales y promover su adopción, una noticia alentadora para el ecosistema pyme.
Pero, como explica Micaela Yasnig, gerente de Impuestos de La Vista Casal, el panorama sigue siendo complejo: "Aún persiste una asignatura pendiente en el plano provincial: los regímenes de recaudación de tributos locales continúan impactando el comercio electrónico. En particular, el Sistema de Recaudación sobre Tarjetas de Crédito y Compra (SIRTAC) y Sistema de Recaudación y Control de Acreditaciones Bancarias (SIRCREB) siguen aplicándose sobre los cobros con tarjetas de crédito/débito y acreditaciones bancarias, generando saldos a favor en Ingresos Brutos y representando una carga adicional que limita en parte el potencial de expansión de estas herramientas".

La adopción de los pagos digitales avanza a distintas velocidades según la región. "Las pymes de Buenos Aires y las del interior del país enfrentan realidades distintas en cuanto a acceso a tecnología, recursos disponibles, capacitación y preferencias del consumidor. Estas disparidades dificultan la implementación y el cumplimiento efectivo de las obligaciones fiscales vinculadas al uso de medios de pago electrónicos", indica Yasnig. A la presión fiscal se suman costos operativos que impactan directamente en la rentabilidad. "Las comisiones por cobros digitales oscilan entre el 0,8% y el 7% más IVA por cada venta. Además, dependiendo del medio de pago utilizado, los plazos de acreditación también impactan en el flujo de caja: 24 a 48 horas para débito y hasta 70 días en el caso de tarjetas de crédito".
La mirada del ecosistema fintech
Desde Geopagos, consideran que la principal barrera para la adopción de pagos digitales no es impositiva, sino cultural. Muchos pequeños comercios aún prefieren el efectivo por costumbre, desconfianza o desconocimiento.
"Superar esta resistencia requiere tiempo, educación financiera y soluciones simples que muestren beneficios concretos como más ventas y más clientes", afirma Agustín Parodi, Chief Business Officer de Geopagos.
Tecnologías como el Tap to Phone, que permiten cobrar desde un celular sin hardware adicional, están facilitando el acceso a la tecnología de pagos para pequeños negocios y emprendedores. Geopagos ya procesa más de 150 millones de transacciones al año (por un total de US$ 6.000 millones, sin contar Brasil) y tiene presencia en 16 países de América Latina, incluido Brasil.
"En Argentina, nuestros clientes -bancos, fintechs y adquirentes- siguen escalando sus soluciones con productos innovadores que desarrollamos para que más comercios puedan mejorar su experiencia de cobro a través de un modelo 'one-stop-shop'. En el último año, en Argentina, las transacciones vinculadas a nuestras soluciones crecieron más del 40%", destaca Parodi.
Estrategia de inclusión financiera
Desde Getnet, la plataforma abierta de cobros y servicios del Grupo Santander, destacan el crecimiento del ecosistema fintech y el rol que juegan las soluciones digitales para el desarrollo de las pymes.
Desde su relanzamiento en 2023, la empresa alcanzó más de 70.000 pymes en todo el país, brindando herramientas para facilitar la gestión comercial y financiera. "Casi el 50% de nuestros clientes ya utiliza el servicio de pago inmediato, que permite acceder al dinero de las ventas de forma instantánea", señala Guillermo Bergesio, Head of Product, Getnet Argentina.
Durante el primer cuatrimestre de 2025, Getnet registró un crecimiento del 19% en su base de clientes pyme. Su objetivo es mantener una tasa de expansión cercana al 20% anual, apalancada en soluciones como el código QR interoperable, alianzas estratégicas y programas de educación digital.
A pesar del avance, las retenciones provinciales siguen siendo un obstáculo. "Este tema es varía según la provincia e incluso del municipio. Por ejemplo, las alícuotas del impuesto a los Ingresos Brutos pueden ir del el 1% al 5%, dependiendo la jurisdicción", explica Bergesio.
Para mitigar esta complejidad, Getnet ofrece reportes integrados y herramientas de gestión que permiten visualizar de forma clara los montos retenidos y su origen, facilitando la planificación financiera.
Formación y digitalización
Desde Payway coinciden en que la carga impositiva sigue siendo una barrera para la digitalización, sobre todo en un contexto donde las pymes aún operan en la informalidad.
"Los pagos digitales brindan ventajas sustanciales, desde mayor seguridad en la operativa hasta la posibilidad de acceder a financiamiento formal gracias a la trazabilidad de sus ingresos", afirma Emiliano Porciani, Chief Business Officer de Payway.
Uno de los puntos más críticos, dice, es la desigualdad fiscal entre el efectivo y los pagos digitales. "Es importante eliminar las retenciones de Ingresos Brutos (un impuesto provincial) que aplican exclusivamente sobre los medios digitales. Esto incentivaría la bancarización y agilizaría la adopción de medios de pago electrónicos y digitales", agrega.
Con más de 700.000 puntos de cobro, cuya mayoría son pymes, Payway apuesta a eliminar los desincentivos fiscales y mejorar la interoperabilidad. Según Porciani, estas acciones permitirían a Argentina alcanzar niveles de digitalización superiores al 50%, como en mercados desarrollados.
Caso pyme
Kapselmaker, empresa dedicada a la comercialización de cápsulas de café y productos gourmet, incorporó hace aproximadamente dos años distintas plataformas de pago digital como Mercado Pago, Openpay, Modo, Nave y Payway. La decisión respondió a la necesidad de agilizar los procesos de compra, reducir tiempos administrativos y unificar múltiples métodos de pago en una misma interfaz. Estas integraciones facilitaron el proceso de compra y ayudaron a disminuir errores operativos.
Desde la implementación de estos sistemas, la empresa estima que sus ventas aumentaron entre un 20% y un 25%. "Observamos un incremento notable del ticket promedio, que creció alrededor de un 15%. Esto se debe a que los clientes tienden a realizar compras más impulsivas o completas cuando el proceso de pago es sencillo y rápido", señala Javier Boustani, creador de Kapselmaker.
Consultado sobre posibles mejoras, Boustani destaca que les gustaría que "las plataformas avanzaran en la rapidez y estabilidad de las integraciones técnicas, así como incorporar funciones como descuentos automáticos personalizados, integración fluida con su ERP (sistema de planificación de recursos empresariales) y herramientas de análisis predictivo para anticipar tendencias de consumo", concluye.