Cuánto vale el litro de combustible en otros países de la región
El atraso de precios en la Argentina llegó a tal punto que disparó la brecha de precios contra los países vecinos, lo que tensiona el comercio en las localidades de frontera.

El origen del desabastecimiento de combustibles en la Argentina es multicausal, pero uno de los elementos clave para entenderlo es el atraso de precios. No sólo contra los valores históricos en el país, sino respecto a otros países de la región.

Con valores que van desde los 250 pesos el litro de nafta súper en la Ciudad de Buenos Aires a 350 pesos en algunas ciudades del interior, el rango de precios en dólares gira entre los 70 centavos  y un dólar a tipo de cambio oficial y entre 25 y 36 centavos de dólar bajo el tipo de cambio paralelo.

En contraposición, Uruguay emerge como el país más caro de la región en términos de combustible con un precio de casi dos dólares el litro. En segundo lugar se ubica Chile con 1,5 dólares el litro. Le sigue Perú (1,4 dólares), Brasil (1,15 dólares), Paraguay (0,91 dólares), Colombia (0,87 dólares), Ecuador (0,63 dólares), Bolivia (0,54 dólares) y Venezuela (0,035 dólares), de acuerdo a los datos de Global Petrol Prices.

Para hacer una comparación justa, vale decir que la Argentina es un país con petroleo, pero no es petrolero. Por lo tanto, no puede hacerse una equivalencia a países netamente exportadores como Venezuela, Colombia y Ecuador. Tampoco sería correcto compararse con Uruguay y Chile, que importan todo su consumo.

Históricamente, los precios en el país giraron en línea con Brasil, entre un dólar y un dólar con veinte centavos el litro. En ese contexto, habrá que conocer cuál es el tipo de cambio de equilibro después del 10 de diciembre cuando asuma el nuevo Gobierno para entender la magnitud del atraso.

Por lo pronto, hay tres factores que inciden la caída del valor de la nafta en términos reales, más allá de la brecha cambiaria. En primer lugar, la aceleración inflacionaria que no fue trasladada al surtidor. Mientras que en los primeros nueve meses del 2023 el Índice de Precios al Consumidor acumuló un salto del 103,2%, los aumentos de nafta apenas llegaron al 63%. Es decir, que el atraso en este punto ya ronda el 40%.

En segundo término, el congelamiento del Impuesto a los Combustibles Líquidos, que debería actualizarse trimestralmente por inflación y está pisado hace casi dos años, le está provocando una pérdida de ingresos al Estado de unos 2.500 millones de dólares al año. De ajustarse, la nafta debería subir un 30% solamente por este componente.

El último punto es la brecha entre el barril criollo y el Brent, que en la última década fue de unos 10 dólares, pero que ahora llegó a saltar a unos 40 dólares y solamente gracias a la baja del precio internacional ahora se ubica en 32 dólares por barril. Este gap se incrementó este año por motivos electorales y en el sector hay consenso de que es insostenible por el impacto negativo que tiene en términos de inversiones para Vaca Muerta.

Con tamaña diferencia, no hay productividad del shale argentino que pueda compensar este perjuicio. Por lo tanto, los proyectos de inversión argentinos quedarían muy por detrás de las cuencas de otros países. Fuentes consultadas por este medio indicaron que, al menos, el barril criollo debería saltar a unos 70 dólares, lo que implicaría un incremento del 25% en relación al precio actual.