El Gobierno dio precisiones sobre su estrategia monetaria y financiera durante una extensa presentación en el streaming "Carajo". El ministro de Economía, Luis Caputo, encabezó la exposición junto al presidente del Banco Central, Santiago Bausili, y el secretario de Política Económica, José Luis Daza. Acompañaron los asesores Federico Furiase, Martín Vauthier y Felipe Nuñez. La comunicación apuntó a aclarar las nuevas medidas que buscan apuntalar el proceso de estabilización, robustecer las reservas y reordenar instrumentos del mercado local.
Bausili dividió los anuncios en dos grandes ejes: pesos y dólares. En el plano local, remarcó que el Banco Central decidió recomprar puts que le daban a los bancos la opción de venderle acciones del Tesoro. Este instrumento representaba unos 4,5 billones de pesos, según calculó el propio Bausili, y era una traba para el control de la política monetaria. "Era muy importante que para poder controlar la política monetaria se recompren esos puts", afirmó. Aseguró que su existencia limitaba la capacidad del Central para manejar la emisión.
Además, anticipó que no se renovarán las Lefis, o "Leliqs del Tesoro", que vencen el 18 de julio. Consideró que ya cumplieron su función como herramienta de absorción de liquidez. Desde el 10 de julio, los bancos deberán redirigir su liquidez y el Central ampliará su arsenal de Lecaps para intervenir si lo considera necesario.
En ese contexto, Bausili insistió en que el esquema actual prescinde de una tasa de referencia. "Ahora todas las tasas quedan determinadas por el mercado y la única variable que nosotros determinamos y controlamos es la cantidad de dinero", explicó. Este enfoque, sostuvo, permite dejar atrás mecanismos como las letras y pone el foco en los agregados monetarios.
Otra decisión relevante incluye cambios en los encajes bancarios, en particular los que afectan a los depósitos de fondos comunes de inversión. Afirmó que los encajes bajos para estos instrumentos distorsionan el fondeo y generan volatilidad. Aunque el cambio aún no tiene fecha, están "monitoreándolo de cerca" por cuestiones estacionales como los aguinaldos y las vacaciones.
Respecto al frente externo, Bausili anunció una nueva licitación de Bopreal para el 18 de junio, dirigida a empresas con deudas comerciales previas a diciembre de 2023. El bono, con vencimiento en 2028, busca absorber pesos y ordenar el cronograma de pagos. Al mismo tiempo, el instrumento permitirá transparentar pasivos que hoy no figuran en los registros del BCRA.
En paralelo, se eliminarán restricciones para inversores extranjeros. Bausili explicó que, aunque ya no quedan actores atrapados por el cepo, las normas vigentes siguen desalentando nuevas entradas de capital. La flexibilización permitirá que quienes mantengan títulos durante al menos seis meses puedan ingresar y salir del país sin trabas.
Caputo, por su parte, destacó que la acumulación de reservas sigue como prioridad, aunque sin la urgencia que tuvo meses atrás. "La acumulación de reservas es una consecuencia del buen funcionamiento del programa económico", aseguró. Recordó que, al negociar el nuevo Repo con bancos internacionales, solicitaron un monto mayor al previsto y obtuvieron un desembolso inicial más alto.
Detalló que el Tesoro usó parte del superávit para comprar US$ 1.000 millones sin intervenir en el mercado ni modificar el tipo de cambio. "El Tesoro Nacional, como ahora lejos de tener déficit, tiene superávit... eso le posibilitaría poder comprar dólares", afirmó.
El ministro también habló de ventas de activos estatales como mecanismo para sumar reservas sin emitir. Mencionó licitaciones de centrales hidroeléctricas por entre US$ 400 y 500 millones y otras privatizaciones futuras. Subrayó que esas operaciones fortalecen el balance del Banco Central sin necesidad de nueva emisión.
José Luis Daza resaltó la coordinación entre los distintos sectores del área económica. Aseguró que el programa acordado con el FMI "está funcionando excepcionalmente bien" y que varias metas se están superando. El superávit primario, por ejemplo, subió de una meta del 1,3% a un compromiso del 1,6% del PBI.
Adelantó que, de mantenerse este ritmo, Argentina podría volver a los mercados internacionales antes de lo previsto. Consideró que la libre flotación del tipo de cambio se sostiene sin intervención oficial. "Este es un sistema en donde las fuerzas del mercado y los fundamentales van a determinar en dónde está el tipo de cambio de equilibrio", planteó.
También se refirió al nuevo crédito por US$ 2.000 millones con bancos internacionales. Esa suma se incorporará como reservas brutas al BCRA. Esto, remarcó, permite respaldar los pasivos en pesos y mejora la hoja de balance del organismo.