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Ettore Colussi Viva
Lifestyle

Remodeló un hotel abandonado, conquistó a los argentinos y hoy factura más de US$ 200 millones

Manuela Moretta

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La historia del italiano que cambió el turismo en República Dominicana creando el primer all inclusive de la isla y un emporio con acento "albiceleste".

29 Julio de 2025 17.22

Difícil imaginar que tras una crisis por un accidente aéreo con los visitantes provenientes de Italia, los argentinos se convertirían en una pieza crucial de la historia del turismo de República Dominicana. Todo comenzó con un joven aventurero italiano, Ettore Colussi, que desembarcó por casualidad en Bayahíbe, una de las principales playas de la isla, que en ese momento no estaba ni 5% desarrollada de lo que es hoy actualmente. 

Esta es la historia del italiano que sigue creando hoteles con acento "albiceleste" agradeciendo al público argentino que respondió en su peor momento y lo ayudó a levantar un imperio hotelero que hoy factura más de US$ 200 millones al año.

A los 18 años, Colussi no imaginaba que su destino iba a ser transformar el turismo del Caribe. Era apenas un instructor de buceo en un hotel "todo incluido" de Sicilia. Ahí, donde los huéspedes pagaban con bolitas plásticas por las cosas (recuerda entre risas que ya no existe eso) y el concepto de all inclusive era apenas un experimento europeo, nació una pasión que lo acompañaría toda la vida. "Volví a Italia y tenía que decidir qué hacer con mi vida. Todos en mi familia eran farmacéuticos, pero yo estaba seguro de que ese no era mi camino", recuerda. Colussi lo tenía claro: quería vivir aventuras, no seguir recetas.

A los 21, sus padres le regalaron un velero de 15 metros. Con él, comenzó una travesía que lo llevaría al corazón del Caribe y, más tarde, a darle la vuelta mundo. A los 26 años, con un sueño por delante y una decisión poco convencional —abandonar la carrera de medicina en 4° año—, desembarcó en República Dominicana. Allí, se encontró con un hotel abandonado. Unas 60 cabañas de piedra, ubicadas a la orilla del mar turquesa. Completamente en ruinas, ratas, techos caídos y con su interior saqueado. El lugar era de un estadounidense, con quién conservó una extensa amistad, y a quien incluso hasta hace pocos años se lo podía ver caminar y disfrutar del verdadero all inclusive. Colussi decidió hacerle una propuesta económica. No sabía entonces que estaba a punto de cambiar la historia del turismo en la isla.

Habló con sus padres y amigos, y pudo reunir un considerable monto para comprar el "hotel abandonado" de Bayahíbe. No tenía todo el dinero en mano: dio un anticipo y luego pagó en cuotas hasta completar a lo largo de los años US$ 500.000. Su primera comunidad de inversores estaba formada por amigos de su familia. "Eran mayores que yo, amigos de mis padres. Hoy, sus hijos y nietos también están involucrados. Hay tres generaciones que siguen apostando por Viva, como si fuera su casa", cuenta. Lo mismo ocurre con su hija, Dominique, que también forma parte activa de la empresa familiar.

Ettore Colussi Viva
Ettore Colussi, fundador de Viva.

Así nació "Viva Dominicus", el primer resort all inclusive de República Dominicana. Él trabajó junto a gente de la isla para remodelarlo. El "tano", pintó, limpió y lo dejó habitable para los primeros turistas. Lo que comenzó como una jugada apasionada se convirtió en el germen de un imperio. Hoy, Viva Wyndham Resorts tiene hoteles en República Dominicana, México, Bahamas y, pronto, Jamaica. Pero el camino no fue fácil ni solitario. Colussi, sentado en un sillón en una sala de su último hotel en República Dominicana, recuerda emocionado una frase de su madre: "Nunca te rindas. Lo que no llega hoy, llega mañana o pasado, pero llega".

La crisis que lo cambió todo

En los primeros años, la mayoría de los huéspedes llegaban desde Italia. Pero en 1989, una tragedia lo cambió todo: un avión con turistas italianos se estrelló. El impacto fue devastador. "Perdimos la confianza del mercado italiano. Fue durísimo", recuerda.

Con su marcado acento argentino, heredado de su mejor amigo que nació en Córdoba, Colussi relata: "Agarré un maletín con folletos y fui a Buenos Aires a mostrarles la joya del Caribe. Fue entonces cuando apareció un nuevo público: el argentino. La simbiosis fue perfecta. Ellos nos eligieron cuando más lo necesitábamos y nosotros crecimos con ellos. El argentino se apropia de Viva como si fuera suyo. Si recorrés nuestros hoteles, en las mesas podés ver mates por todos lados". Colussi asegura que el mate argentino es parte de esa conexión emocional. Dentro de sus hoteles se vende yerba, se baila música argentina en las discotecas y se hacen shows argentinos en sus teatros. 

En 1994, comenzaron a llegar en grupos. Primero familias y luego amigos solteros, con ganas de aventura. "En Bayahíbe veías grupos de chicas y chicos listos para disfrutar. Hoy, todos se mezclan. Nadie se lo quiere perder, todos conviven", asegura.  

Si bien una de las piezas clave de esta cadena de hoteles fue la relación con los argentinos, en 1995 creó un plan de fidelización estilo "vacation club", un sistema de puntos por consumo que permite canjear beneficios y mantenerse conectado con la marca. Hoy, entre el 10% y el 15% de los huéspedes en sus resorts son miembros de este club. El ranking de adhesiones lo lideran los argentinos, luego los italianos y el podio lo completan los norteamericanos.

El momento justo

"Mi época dorada fue entre los años 1992 y 2000. Todo estaba por hacerse. Era el momento perfecto: no había competencia grande y el turismo internacional comenzaba a expandirse. Hoy, si empezara, no podría competir con las grandes cadenas ya instaladas", explica. Ese timing, sumado a su visión y su capacidad de ejecución, lo posicionaron como un pionero. "Si hubiera comenzado en los 60, el turismo no existía. Si hubiera arrancado 20 años después, me comían las multinacionales", sentencia.

Ettore Colussi Viva
Su próximo proyecto: abrir un resort en Jamaica. 

"Al ser los primeros que empezamos con el 'all inclusive' que conocemos hoy, la isla no estaba preparada para este desarrollo. En Bayahibe no teníamos agua, no teníamos albañiles especializados, ni nosotros sabíamos cómo diseñar un hotel donde existieran todas las comodidades juntas para que un huésped estuviera 7 días allí", admite. Hoy, Colussi emplea a cientos de personas sin experiencia previa y les ofrece formación. En Miches, el último hotel inaugurado en diciembre de 2024, el 90% de sus 450 empleados nunca había trabajado en hotelería. "Cuando miro hacia atrás, me doy cuenta de que cambiamos la vida de mucha gente y la economía de República Dominicana. Creamos ítalo-dominicanos, matrimonios, divorcios... de todo pasó", dice entre carcajadas.

Colussi no se detiene. Su próximo proyecto ya está en marcha: un nuevo resort en Jamaica, que abrirá entre fines de 2026 y principios de 2027. Un nuevo desafío en una carrera que no parece tener techo. "Me gusta pensarme como un pirata bueno del Caribe. Aventurero, creativo y determinado. Esa es mi esencia", cierra.

En números

  • 350.000 de pasajeros anuales  
  • 10 hoteles 
  • 3 países 
  • 10.000 camas 
  • 4.600 Personas empleadas 
  • US$ 200 millones de facturación en 2024
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