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La cabaña de los US$ 300 millones: queda en Aspen y está ubicada en un terreno de más de 30 hectáreas

David Hochman

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Los Resnick, dueños de una fortuna construida sobre frutas, agua embotellada y marketing afilado, decidieron ponerle precio a su mansión de montaña. Tiene 18 dormitorios, baño temático con patitos, bote-cisne y más metros cuadrados que una cancha de fútbol.

13 Octubre de 2025 09.35

Mis gustos son simples. Hace poco noté un pequeño agujero en la terraza acristalada de mi casa, así que compré cinta adhesiva impermeable para taparlo. Un amigo me preguntó por eso y me reí, diciéndole que era "un agujero de vergüenza". Difícilmente Little Lake Lodge, en Aspen, la casa más cara del mercado en Estados Unidos, tenga uno de esos. No por US$ 300 millones.

Con esa cantidad de dinero, se podrían comprar unos 50 millones de rollos de cinta adhesiva, dos millones de pases diarios para Disneyland o suficiente café y pizza para alimentar a Los Ángeles durante un mes. Pero Stewart y Lynda Resnick, la poderosa pareja multimillonaria de California detrás de Wonderful Company —la misma que logró convencernos de que el jugo de granada es inmortalidad líquida y que el agua Fiji sabe mejor porque recorrió 9.600 kilómetros— decidieron que su finca de 31 hectáreas en Aspen vale más que el PBI de varios países pequeños.

Una casa de ensueño en Aspen inspirada en una leyenda de Hollywood

El vínculo de la pareja con esta zona de Colorado empezó a fines de los años 80, cuando a Lynda le despertó curiosidad la pesca con mosca tras visitar la casa de Harrison Ford en Wyoming, según publicó The Wall Street Journal. En un libro sobre la propiedad, Resnick cuenta que Ford salió corriendo de su casa gritando como un loco: "¡Están subiendo!". Su amigo Skip Brittenham estaba tan entusiasmado que se bajó los pantalones para prepararse y pescar. Lynda pensó que, si hombres adultos eran capaces de emocionarse al punto de desnudarse en aguas heladas, tal vez esa vida al aire libre tenía algo especial.

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Ubicada en 30 hectáreas en Aspen, Little Lake Lodge tiene 18 habitaciones y 20 baños, incluido uno con una colección de patitos de goma. Southeby's

 

A mí también me encanta Aspen, en parte porque es muy divertido observar lo que pasa ahí. Lynda lo define con precisión como "un campamento para ricos adultos". Mi esposa y yo estuvimos el mes pasado y, mientras cenábamos en un restaurante de fajitas, reconocí una cara familiar en la mesa de al lado: Tim Cook, el director ejecutivo de Apple. Nuestros amigos, que viven ahí, apenas negaron con la cabeza y dijeron en voz baja: "Sí, bienvenidos a Aspen".

A comienzos de los años 90, los Resnick compraron el terreno que más tarde se transformaría en Little Lake Lodge y comenzaron a construir una casa a la altura del lugar. Claro que "adecuada" en este caso significa 18 habitaciones, 20 baños completos y cuatro toilettes. (Eso da un baño cada 1,2 hectáreas, por si alguien se pregunta cuál es la relación entre baños y terreno).

Los Resnick trabajaron con un arquitecto que diseñó para Disneyland

La casa principal fue diseñada por el fallecido arquitecto Peter Dominick, el mismo que proyectó el Grand Californian Hotel & Spa de Disneyland. Así que, probablemente, los Resnick no necesiten esos pases para el parque. La construcción se inspiró en la arquitectura rústica del Servicio de Parques Nacionales de Estados Unidos, aunque con sus casi 1.800 metros cuadrados, la casa se parece más a un accidente geográfico que a una obra pensada para integrarse al paisaje. Ese era, en realidad, el deseo de Lynda: que la propiedad se fundiera con el entorno. Hubo algunas discusiones sobre los materiales. Dominick quería usar pizarra roja y arenisca en tonos rojo y beige, pero Lynda insistió en pizarra verde oscuro y arenisca gris. Ganó ella, claro. Finalmente, también lo expulsó a Stewart de la obra, convencida de que su actitud "agria" estaba bajando la moral del equipo. Nada refleja mejor la armonía conyugal que una orden de alejamiento dentro de una obra en construcción.

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No hay cinta adhesiva a la vista. La casa de los Resnick tiene su propio inventario computarizado de mantelería, vajilla, cristalería y plata. Southeby's.

 

Sea lo que sea que hayan hecho, funcionó. La casa podría operar sin problemas como un hotel de lujo cinco estrellas. Tiene un baño con temática de reptiles —con ranas y serpientes en los azulejos—, otro decorado con una colección de patitos de goma y ropa de cama con el logo personalizado de Lynda, que muestra tres pinos Ponderosa. La suite principal es "más grande que la mayoría de los departamentos de Nueva York" e incluye una oficina privada para Lynda, espacios separados para él y para ella y —como ya están grandes— un sistema de oxígeno pensado para contrarrestar los efectos de la altura. Gracias a eso, Lynda le contó al Journal: "Te despertás por la mañana y podrías saltar sobre la montaña Aspen".

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La propiedad ubicada en 161 Stillwater Road en Aspen está disponible por $300 millones, con impuestos a la propiedad estimados en $131,755 al año. Southeby's.

 

La casa más cara de Estados Unidos en venta incluye algunas ventajas difíciles de creer

Sí, tiene una pileta infinita que parece fundirse con un lago privado de casi 2,5 hectáreas. Sí, ese lago incluye un bote a pedales con forma de cisne —idea de Lynda para sus nietos—. Y sí, esas aguas de montaña están llenas de truchas y carpas, aunque Lynda no pesca porque, según dice, esos peces "se sienten como mascotas de la familia". Hay senderos señalizados para caminatas y esquí de fondo, casas de huéspedes adicionales, 45 lugares para estacionar y permisos aprobados para construir otra casa de unos 1.800 metros cuadrados. Porque si comprás esta propiedad, vas a recibir visitas. A lo largo de los años, los Resnick organizaron fiestas a las que asistieron Diane Keaton, Barbra Streisand y la fallecida Ruth Bader Ginsburg.

El precio de venta puede parecer ambicioso —el récord anterior en Estados Unidos fue la compra de un departamento en Manhattan por US$ 240 millones, que hizo el gestor de fondos Ken Griffin en 2019—, pero ¿realmente se le puede poner precio a una casa tan grande que viene con su propio catálogo digital de manteles, vajilla, cristalería y cubiertos, incluyendo servilleteros y saleros? Mientras tanto, yo me quedo con mi alojamiento más modesto. La luz del verano es preciosa en Los Ángeles mientras se acerca el otoño, y por ahora, la cinta adhesiva sigue firme en su lugar.

 

*Con información de Forbes US.

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