Pablo Sibilla, CEO de Renault: "Cuando tenés un contexto volátil, el rol del CEO se basa en filtrar el ruido"
El ejecutivo reflexiona sobre la profunda disrupción que atraviesa la industria automotriz global y local. Destaca el cambio de un mercado cerrado a uno competitivo, la necesidad de exportar tecnología y la urgencia de los CEO por pasar de gestionar crisis a generar valor e innovación.

Hay un montón de transiciones sucediendo en el mismo momento. ¿Cómo la abordás como CEO de Renault?

La industria automotriz tiene más de 120 años. No ha sufrido disrupciones en su historia, pero está atravesando una importantísima: el modelo energético, la llegada de los chinos. Sumado a la parte geopolítica que empieza a tener un peso relevante en las decisiones de inversiones.

¿Y Argentina?

El mercado doméstico también está pasando por una transición: de muchos años de mercado cerrado a uno mucho más abierto, con más oferta y competencia. Y esta voluntad de Argentina de ingresar al mundo con todo lo que el mundo tiene de bueno y de riesgos.

¿La industria automotriz tiene más para ganar o para perder con la apertura?

El cliente tiene mucho para ganar. La industria también, si hacemos las cosas bien y trabajamos para que la Argentina pueda ser competitiva. Nuestras charlas con el Gobierno es cómo hacemos para darle a la Argentina la competitividad necesaria para que esos mercados se sigan manteniendo.

Pablo Sibilla, CEO de Renault, pasó por el Forbes CEO Summit.

 

No le pedimos mejorar las condiciones para que los argentinos compren más autos de los nuestros, sino que ponemos el foco en mejorar la competitividad de la Argentina para que el país pueda seguir exportando tecnología. Eso es lo que va a generar también fuentes de trabajo. Cuando tenés un contexto tan volátil, el rol del CEO se basa en filtrar un poco el ruido.

¿Y cómo se maneja la agenda del CEO no tan pendiente del día a día?

Hasta hace dos años mi preocupación era si podía sacar los autos del puerto, si los podía pagar, qué nivel de cobertura de cambio tenía. Esos problemas, que consumían la mitad de mi tiempo y de mis equipos, desaparecieron. Me sobra la mitad de la agenda. Hubo que hacer un trabajo muy rápido de adaptación para empezar a crear valor.

Hay que ser realistas: antes uno vendía los autos que estaban disponibles en el mercado y ahora hay que salir a conquistar al cliente; hay que reaprender habilidades que estaban un poquito dormidas. A veces los argentinos estamos muy en el pedestal de piloto de tormenta y eso hay que sacárselo de encima. Se necesita gente que traiga innovación, crecimiento, ideas nuevas y construcción de valor cliente.