Prepararse para las entrevistas puede sentirse como un trabajo en sí mismo. Y cuando estás haciendo malabares con varias entrevistas para diferentes puestos, la presión solo aumenta, especialmente cuando se trata de responder preguntas sobre tu comportamiento laboral pasado. Es fácil asumir que necesitás una historia única para cada situación. Una búsqueda rápida en Google de "preguntas de entrevista conductual" arroja artículo tras artículo listando 30, ¡o incluso más! preguntas que podrían hacerte. Es suficiente para que cualquier persona que está en búsqueda laboral entre en pánico y piense que necesita 30 historias únicas listas y cargadas. Pero acá va la verdad: no las necesitás. Necesitás muchas menos que eso.
Según Mike Peditto, fundador de Realistic Recruiting y autor del libro "Yes, You Are Being Judged: A Realist's Guide to Job Searching", la mayoría de los candidatos solo necesitan cuatro historias bien elaboradas para abordar casi cualquier pregunta sobre comportamiento que se les presente. Si se hacen bien, estas historias se convierten en un kit de herramientas flexible, listo para enchufar en lo que sea que el entrevistador te cuestione. Acá te contamos cómo armarlas y cómo hacer que funcionen para vos.
Historia 1: tu proyecto más exitoso
La mayoría de los entrevistadores están hinchando por vos. Quieren escuchar dónde brillás y cómo vas a aportar esa misma energía, sentido de pertenencia y pasión a su equipo. Por eso las preguntas sobre tus logros pasados son tan comunes. No solo buscan resultados; están escuchando qué te motiva en el trabajo. Pensá en momentos de tu carrera en los que te sentiste genuinamente comprometido, momentos en los que generaste un impacto real, tomaste la iniciativa o superaste un desafío. Idealmente, tus historias muestran tanto pasión como rendimiento. Pero no te preocupes si necesitás mezclar y combinar. Lo que más importa es que les cuentes la película completa: el contexto, el rol que jugaste y cómo tus acciones impulsaron los resultados.
Acá hay algunas formas comunes en que podrían aparecer esas preguntas:
- "Contame sobre alguna vez que lideraste un proyecto de principio a fin".
- "Dame un ejemplo de alguna vez que trabajaste de cerca con un equipo para resolver un problema".
- "Describí un momento en el que tuviste que adaptarte rápidamente a circunstancias inesperadas".
- "Compartí alguna vez que identificaste una oportunidad y tomaste la iniciativa para que sucediera".
- "¿Cómo manejaste tener que hacer malabares con múltiples prioridades o una fecha límite ajustada?"
Acertar esta historia marca un tono fuerte para la conversación. Ayudá a tu entrevistador a ver cómo tu pasión y tu empuje se traducirán en éxito en su equipo.
Historia 2: tu proyecto menos exitoso
No todos los proyectos son un éxito, y eso está bien. Los entrevistadores quieren saber cómo manejaste los momentos difíciles tanto como los destacados. No buscan la perfección, buscan autoconciencia, responsabilidad y crecimiento. Eso es lo que hace que esta pregunta sea un poco tramposa. Querés ser honesto sin levantar banderas rojas. El objetivo no es confesar tu mayor fracaso, es mostrar cómo respondés cuando las cosas no salen según lo planeado. Elegí un ejemplo donde algo salió mal, pero asumiste la responsabilidad, ajustaste el rumbo y saliste fortalecido del otro lado.
Acá hay algunas formas en que un entrevistador podría formular esas preguntas:
- "Contame sobre alguna vez que enfrentaste un revés importante en el trabajo y cómo lo manejaste".
- "Describí una situación en la que tuviste que hacerte cargo de un error".
- "Compartí alguna vez que un proyecto no iba a alcanzar sus objetivos. ¿Qué hiciste?"
- "¿Cómo manejaste un proyecto con prioridades conflictivas o una dirección poco clara?"
- "Contame sobre alguna vez que tuviste que cambiar de rumbo inesperadamente. ¿Qué cambió y cómo respondiste?"
No se trata de ser perfecto, se trata de demostrar que sos adaptable, resiliente y estás comprometido a aprender y mejorar.
Historia 3: tus stakeholders más difíciles
En algún momento, todos trabajan con stakeholders complicados. Es parte del trabajo y parte de lo que nos hace mejores para navegar diferentes estilos y entornos de trabajo. Lo que más importa es cómo lo manejás. Vas a tener que describir alguna vez que gestionaste una relación difícil, pero hacelo de una manera que destaque tu inteligencia emocional, no tu frustración. El objetivo no es desahogarte. Es mostrar cómo la experiencia te ayudó a crecer, ya sea que eso significara flexibilizar tu estilo de comunicación, construir confianza o manejar un desacuerdo de alto riesgo con profesionalismo.
Acá hay algunas preguntas que podrían surgir:
- "¿Podés compartir alguna vez que recibiste un fuerte rechazo a tu trabajo por parte de un stakeholder clave?"
- "Describí una situación en la que tuviste que comunicar información difícil o delicada. ¿Cómo te preparaste y cómo te aseguraste de que el mensaje llegara?"
- "Contame sobre alguna vez que trabajaste con un stakeholder que se resistía al cambio. ¿Cómo te ganaste su confianza y su apoyo?"
- "Compartí un momento en el que no estuviste de acuerdo con un stakeholder que estaba por encima tuyo. ¿Cómo lo manejaste?"
- "Contame sobre alguna vez que tuviste que equilibrar las necesidades de múltiples stakeholders con prioridades conflictivas. ¿Cómo navegaste la situación?"
Lo que tu entrevistador quiere saber es simple: ¿manejaste el desafío con profesionalismo, empatía y voluntad de encontrar puntos en común?

Historia 4: tu proyecto apasionante
Esta podría hacerte arrugar la nariz, pero no te saltes la preparación para esta. Los proyectos apasionantes les dan a los jefes una ventana a lo que te motiva en el trabajo. Llegan a ver dónde prosperás e imaginan cómo esa energía podría trasladarse a su equipo. Simplemente mostrar entusiasmo genuino por algo relacionado con el trabajo es una buena señal. Poder hablar de eso sin libreto es aún mejor. Los jefes quieren contratar gente a la que le importa lo que hace, y si podés hablar con confianza y autenticidad sobre un proyecto que te importó, esa pasión se transmitirá fuerte y claro.
Preparate para responder preguntas como:
- "¿Cuál es el próximo rol ideal para vos? ¿En qué estarías laburando?"
- "¿De qué estás más orgulloso hasta ahora en tu carrera?"
- "¿Qué es lo que encontrás más gratificante de tu laburo?"
- "¿Podés compartir un momento específico en el que te sentiste especialmente orgulloso o realizado?"
- "¿Cuál es el proyecto de tus sueños para emprender en tu carrera?"
Mostrate entusiasmado por hablar de esto. Esa energía marca el tono y ayuda a tu entrevistador a imaginarse exactamente cómo encajarías.
Peditto dice que la mayoría de las preguntas se vincularán a las primeras tres historias, pero si tenés la oportunidad de responder la cuarta, podrás lucirte. A los jefes de contratación les encanta escuchar qué te motiva. Estas cuatro historias, cuando se preparan cuidadosamente, son lo suficientemente flexibles como para adaptarse a diferentes escenarios de entrevista. Te ayudan a demostrar tus habilidades, experiencias e impacto, al tiempo que reducen el estrés y te hacen más memorable. "Estas son historias que todos deberían tener, sin importar en qué etapa de su carrera se encuentren", explica Peditto. "Son versátiles porque están llenas de detalles que se pueden agregar o quitar según la pregunta".
Cuando se trata de contar esas historias, dice que los dos errores más comunes en las entrevistas son no prepararse con anticipación y dedicar demasiado tiempo a la introducción en lugar de al contenido principal. Recomienda tener claras tus historias de antemano y mantenerte en el tema. Si bien el método STAR es una estructura popular para contar historias en las entrevistas, a veces puede sentirse demasiado rígido. Peditto sugiere probar STAR+, una variación que cubre en su próximo libro. Se basa en el marco STAR clásico agregando un paso clave: conectar tu historia con el rol al que te estás postulando al final. Pero al final del día, su consejo para los entrevistadores es simple: "Si preferís un marco diferente, no te crees un obstáculo innecesario tratando de dominar el método STAR. Encontrá lo que te funcione, porque contar historias es una habilidad clave en las entrevistas. Lo que te ayude a identificar el punto de partida correcto, destacar los puntos clave y llegar a la conclusión mientras te mantienes en el tema, ese es el mejor enfoque para vos".